Coche del día: Toyota Sports 800

Coche del día: Toyota Sports 800

El primer deportivo de serie de la marca japonesa


Tiempo de lectura: 5 min.

Un recorrido por los inicios de la deportividad de Toyota, ni más ni menos. Porque para que el fabricante japonés lanzara esa belleza de producción limitada llamada Toyota 2000GT, primero tuvo que desarrollar su antecesor. Hoy, el Coche del día va para el Toyota Sports 800, un biplaza con bastante que contar respecto de sus orígenes, y esos orígenes los encontramos en aquel Toyota Publica de bajo costo y accesible para el mercado nacional.

Un clásico que no estaba a la altura de la demanda de los clientes japoneses era el Toyota Publica al momento de su introducción al mercado a comienzos de la década de 1960. Clientes que querían más de lo que ese dos puertas con doble fila de asientos ofrecía, pero clientes a los cuales, además de querer, el contexto económico del país les permitía mostrarse insatisfechos con aquel modelo. En pocas palabras, veían en éste un equipamiento demasiado básico.

El Toyota Publica Sports, apuntado a los conductores más jóvenes, fue la respuesta. Diseñado para cubrir esas necesidades, fue el prototipo que sirvió de transición al que finalmente sería el primer deportivo de producción en serie en la historia de Toyota. En la historia del Sports 800 es interesante cómo se fue gestando, cómo Toyota fue convocando expertos de la ingeniería y del diseño, profesionales que se fueron sumando al proyecto viniendo desde la competencia y desde otras áreas.

Cuando uno observa con atención la configuración targa con techo desmontable, el sujeto a recordar, el nombre, es Shozo Sato. Fue de este diseñador que llegaba desde Nissan que el Publica Sports adoptó esas líneas que en el Salón del Automóvil de Tokio celebrado a finales de octubre de 1962 se vieron en público por primera vez.

Toyota Sport 800 (2)

La forma cupé y las proporciones fueron objeto de elogios aquella jornada, pero lo más llamativo era esa capota que al deslizarse hacia la zaga no solo le daba al conductor un manejo a cielo abierto, sino le daba al coche una forma un tanto amorfa, cuanto menos extraña. Era esa una solución de apertura bien propia de un prototipo y, como tal, esa configuración convertible jamás llegó a producción por no ser potable: ese techo deslizante le daba al vehículo demasiado peso y fue por eso que Sato encontró el panel desmontable una obligada alternativa.

Era el Sports 800 un deportivo considerablemente bajo en peso. Sus 580 kg se explicaban desde una carrocería monocasco heredada del Publica, para la cual el fabricante utilizó acero delgado, pero también desde el uso de aluminio en paneles específicos –incluyendo el techo de tipo targa– e incluso en la estructura de los asientos. Se explicaban desde estos materiales, pero en el fondo todo esto respondía a la búsqueda de la mayor aerodinámica posible, y fue el padre del Toyota Publica, Tatsuo Hasegawa –fue él quien llevó a Sato de Nissan a Toyota–, la clave, debido a su experiencia y conocimientos adquiridos en la aeronáutica.

Podría decirse entonces que el Toyota Sports 800 fue el resultado de una sucesión de eventos, pues para llegar a ser el jefe del proyecto del Publica, Hasegawa primero debió formarse en Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Imperial de Tokio, luego, por las restricciones de la Segunda Guerra a las fabricaciones de la aviación, cambiar el mundo de las aeronaves por el de los automóviles y, finalmente, llegar a Toyota apenas concluido el conflicto bélico.

Durante sus cuatro años de producción, el Toyota Sports 800 lejos estuvo de ser un éxito de ventas. Apenas 3.131 unidades se fabricaron, menos del 25 por ciento del total de ventas de su rival de mercado, el Honda S600 que, de hecho, estuvo en venta durante apenas dos años. El contraste estuvo en las pistas, ya que resultó ser un buen deportivo para las carreras.

Toyota Sport 800 (4)

Esto no habría ocurrido si durante la etapa de desarrollo los ingenieros, motivados por el proyecto en sí del deportivo en que se trabajaba y para estar a la altura de la competencia –el mencionado S600, pero sobre todo el S500 que Honda vendía cuando el Toyota todavía no estaba en las calles–, se hubiesen quedado en los insuficientes 28 caballos del motor de 697 centímetros cúbicos del Publica. Por el contrario, el Sports 800 llevó el dos cilindros hasta los 44 cc, producto del aumento del desplazamiento a 790 cc. De allí el nombre del modelo, de allí que al Publica también se lo conozca como Toyota 700.

Con una velocidad máxima de 154 km/h, el Toyota Sports 800 compensó su decepcionante comercialización por el desempeño en los circuitos, las bajas ventas producto de su fácil oxidación, de la vulnerabilidad de sus materiales y del manejo duro con que se encontraban los clientes encontraron consuelo en la faceta del rendimiento.

Anécdota a considerar la del ejemplar que, décadas después, sería bautizado como Toyota Sports 800 GR Concept, que en los 500 km de Suzuka de 1966 acabó segundo y luego fue sometido a una inspección de parte de los organizadores, quienes encontraron todo legal a pesar de que sospechaban: ese Sports 800 había sido el único de la carrera en no parar a repostar, pero la razón no radicaba en alguna posible irregularidad, sino en el bajo consumo que hizo, incluso, que finalizara con un 30 por ciento de gasolina sin utilizar.

¿Cómo definiría al Toyota Sports 800? Cuando estaba en desarrollo como deportivo para el cliente, en realidad se estaba diseñando un deportivo notablemente adaptable al circuito.

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Mauro Blanco

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