En 1997, el SEAT Arosa hizo acto de presencia. Era un coche muy pequeño, un segmento A, que se había puesto en circulación para ocupar el hueco del SEAT Marbella y que venía a ser una réplica de SEAT del Volkswagen Lupo, aunque esto no sea totalmente cierto. Sin embargo, en la compañía española le habían otorgado otro talante, otra personalidad bien diferenciada con respecto al pequeño alemán, con el que compartía básicamente todo.
Por aquellos años, Volkswagen dejaba acierta libertad de actuación a SEAT, no mucha, no fuera que se pasaran de la raya y lograran superar a la casa matriz, una obsesión que siempre ha acompañado a VAG desde que empezó a comprar marcas una tras otras, aunque claro, hay firmas que pueden ir por libre sin miedo a robar ventas, ¿o acaso Volkswagen puede competir con Porsche o Bentley?
El caso es que el Arosa, con los claros y reconocibles rasgos de la SEAT de aquellos años, tenía un planteamiento muy juvenil, pero también con un toque picante, un toque deportivo, un rasgo que VAG se empezó en imprimir a la compañía española y que en gran parte, consiguió. De hecho, una de las variantes más interesantes del SEAT Arosa equipaba un propulsor 1.4 16 válvulas con 100 CV. Quizá parezcan pocos, pero el Arosa 1.4 16v era todo un GTI en miniatura.
Una de las curiosidades del Arosa, es que estuvo a punto de ser un proyecto conjunto con Ford. Ford, Volkswagen y SEAT habían llegado a un acuerdo para desarrollar un monovolumen de gran tamaño, un trabajo que dio como resultado el Ford Galaxy, el Volkswagen Sharan y el SEAT Alhambra. No obstante, Ford abandonó el proyecto poco después y lanzó poco después el Ford Ka. Por tanto, Volkswagen y SEAT continuaron en solitario, no sin antes aparecer, aunque para cuando llegó, el desarrollo casi estaba completado y finalmente, también se retiró.
Otra de las curiosidades del SEAT Arosa es que fue diseñado por Jozef Kabaň, quien tiempo después daría forma al Bugatti Veyron. Kabaň trabajó sobre la plataforma A00 del Grupo Volkswagen, un derivado de la plataforma del Ibiza pero recortada. El SEAT Arosa, como hemos comentado antes, se presentó en 1997, en el salón de Ginebra y era el primer modelo de VAG para el segmento A que hacía acto de presencia, al año siguiente apareció el Volkswagen Lupo, que era la versión alemana del SEAT Arosa –y no al revés, como suele ocurrir–.
Como pequeño coche urbano, los motores no eran especialmente potente. El más interesante era, como hemos dicho, el Arosa 1.4 16v, pero había versiones de 50 y 60 CV. El TDI de 75 CV tampoco era una mala opción precisamente, sobre todo por sus 195 Nm de par a 2.200 revoluciones, aunque también había un 1.7 diésel atmosférico con 60 CV y 115 Nm de par.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS