A finales de los 80, el Renault 5 empezaba a notar el paso del tiempo. El mito, el coche que cambió gran parte del mercado del automóvil y que puso patas arriba su segmento, necesitaba una puesta al día, pero además, una muy cuidada, pues no valía cualquier cosa para reemplazar a un coche que fue un auténtico best seller.
Las revistas de la época publicaron algunas imágenes de los prototipos de desarrollo, los cuales presentaban un diseño muy diferente al que tenía el Supercinco, la segunda y última generación del modelo hasta la llegada, en 2024, del Renault 5 eléctrico, si es que podemos considerar este coche como una nueva generación del “viejo” R5. Aquellos prototipos se convirtieron en un coche de producción en 1990, y no se llamó Renault 5, se llamó Renault Clio.
Aquella primera generación del Renault Clio supuso todo un acontecimiento. Por un lado, era el reemplazo de uno de los coches más vendidos de su categoría, y la prensa especializada, así como los aficionados y por último, los usuarios, no dudarían en apretarle las tuercas a la marca si las cosas no iban como cabría esperar. Además, era de los primeros modelos de la marca en abandonar la denominación numérica y uno de los primeros utilitarios en ofrecer niveles de confort y equipamientos más propios de coches más grandes.
Sin embargo, el Renault Clio no era un coche completamente nuevo. La plataforma sobre la que se articulaba el nuevo Clio era la misma que la usada por el Renault 5, aunque, como cabe esperar, se había revisado y evolucionado consecuentemente. Por fuera, la ruptura con el R5 fue total, no así en el interior, donde las primeras unidades vendidas contaba con un habitáculo que recordaba, en sus formas y en sus tonalidades, a lo ya visto en el Renault Supercinco. Esa similitud desapareció en 1994, cuando se lanzó el Clio I fase II, como se le conoce popularmente, momento en el cual, también se retiraron los motores con carburadores, los cuales, procedían de la gama del Renault 5.
El Renault Clio fue el primer modelo en abandonar las denominaciones numéricas y en su lugar, adoptar un nombre propio
Cuando se puso en circulación, nadie esperaba que su éxito fuera tan grande. Fue galardonado con el premio al Mejor coche del año en Europa 1991, se convirtió en el coche más vendido en Francia y sus versiones deportivas, como el Renault Clio 16v, son objeto de deseo de los fanáticos. También contó con versiones más lujosas, como el Renault Clio Baccara, una versión especialmente popular en países como Francia, mientras que en España, un país donde las versiones básicas son las más populares, es muy complicado encontrar alguno.
La segunda generación del Renault Clio llegó en 1998 y esta vez, sí contaba con una notable evolución en muchos apartados, como el chasis o las suspensiones, y por supuesto, en equipamiento, con la adopción de múltiples airbags.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS