Coche del día: Porsche Typ 64

Coche del día: Porsche Typ 64

El bólido derrotado por la guerra


Tiempo de lectura: 5 min.

Este prototipo de la casa de Stuttgart, el Porsche Typ 64, fue un deportivo único construido en colaboración con Volkswagen a finales de la década de los 30 del siglo XX. La mayoría lo consideró como el primer automóvil fabricado por Porsche. También se conoció como Volkswagen Aerocoupe y Typ 60K10, debido al hecho de estar construido mayormente por piezas del Volkswagen Escarabajo y el Porsche Typ 60.

En el tiempo que se estuvo desarrollando el Escarabajo, Ferdinand Porsche hizo la propuesta de un deportivo a los jefes de Volkswagen, el Typ 64. Partiendo de la base del Escarabajo, se modificó su motor bóxer de cuatro cilindros en posición trasera, reubicándolo delante del eje trasero. Se mejoró su sistema de distribución con un carburador doble y unas válvulas de mayor tamaño. Con ello se consiguió que este cuatro cilindros refrigerado por aire mejorase las prestaciones iniciales, con 40 CV y 145 km/h de velocidad máxima, gracias a su ligero peso (545 kg).

Ferdinand Porsche y su hijo, Ferry, aprovecharon esta oportunidad para que Porsche cumpliera su sueño de construir su propia fábrica de automóviles. Comenzaron entonces a realizar las modificaciones necesarias para adaptar el proyecto original a la nueva realidad de su nueva marca. A causa de cuestiones legales y burocráticas no se pudo realizar la compra de partes originales de Volkswagen para fabricar sus coches. Por estos motivos tuvieron que reproyectar todo, desde la suspensión hasta el motor, renombrando el proyecto como Typ 114.

A causa de las tensiones internacionales y las crisis económicas el proyecto de la familia Porsche no llegó a cuajar. Nos situamos en la época inmediatamente anterior

Porsche Typ 64 2

Este Typ 114 presentaba un motor V10 a 72o, con 1.493 cm3 de cilindrada, refrigerado por agua, con el radiador en el frontal, y situado en posición central trasera, entre los pasajeros y el eje trasero. La suspensión delantera era independiente, y la trasera por semiejes. Los frenos eran de tambores en ambos ejes.

A pesar de los tambores de guerra el ánimo de los alemanes para la realización de carreras no se enfriaba. Se programó una carrera entre Berlín y Roma para febrero de 1938. El responsable de la organización de la carrera, el mayor Adolf Hühnlein (cercano al Führer), responsable supremo del motor del III Reich alemán, vio una gran oportunidad en el evento para promover la superioridad de Volkswagen y de la ingeniería alemana. Porsche argumentó que aunque el proyecto original del Escarabajo era el de un coche barato y tranquilo, se podía utilizar su plataforma para construir un deportivo eficiente. Para ello se sirvió de todo el trabajo realizado en el Typ 114.

Con la luz verde para realizar el proyecto, tan solo se fabricaron tres unidades para el evento, a modo de estrategia de relaciones públicas

Porsche Typ 64 3

Hechos de manera totalmente artesanal, las carrocerías de aluminio se construyeron por el carrocero Reutter (conocido después como Recaro), diseñada por Josef Mickl. Se utilizó la plataforma del Escarabajo, de iguales medidas, así como la suspensión. A su motor de 985 cm3 se le aumentó la compresión, se le dotó de unas válvulas mayores y de una carburación doble. Con todo ello se aumentó la potencia hasta los 50 CV, alcanzando los 153 km/h.

Su nombre oficial, 60K10, significaba que estaba basado en el modelo 60, la “K” de Karosserie (carrocería en alemán), y el nº 10 indicaba el número del estudio de carrocería. Después de todas estas vicisitudes la carrera no llegó a realizarse (del 27 al 28 de febrero de 1938), y las tres unidades sufrieron distinto final. Una de ellas la adquirió un burócrata alemán, sufriendo serios desperfectos que lo mandaron a la chatarra.

Las otras dos unidades pasaron a la familia Porsche, que hizo uso de una de ellas; la otra se quedó en un garaje. Esta última sufrió un proceso de tuning por el ejército americano, después de finalizar la guerra; descapotaron el coche y lo usaron hasta que reventó el motor.

La unidad que mantuvo Ferry Porsche en su propiedad hasta 1948 se vendió en 1949 al piloto aficionado Otto Mathé, figurando en el certificado de registro como “Porsche Typ 64”. Hasta 1952 disputó varias carreras en ruta nacionales e internacionales, dándose a conocer en todo el mundo. El señor Mathé realizó algunas modificaciones en el coche, utilizando frenos de origen Fiat, sustituyendo la dirección original por una de cremallera, así como las llantas originales por unas de 15 pulgadas. También retocó el motor aumentando su rendimiento hasta los 60 CV.

A la muerte de Mathé en 1995, el Typ 64 fue adquirido por el Dr. Thomas Gruber. Este señor encargó al especialista de Porsche Michael Barbach la restauración del coche y llevarlo a su estado original. Recopilando todo tipo de datos, documentos y registros que no eran públicos, realizó el encargo. El señor Gruber lo mantuvo hasta 2008, que lo vendió al Grupo Schörghuber. Mientras tanto el señor Barbach, el especialista, cogió todos los documentos de la restauración y comenzó a plantearse la construcción de una réplica. Pasó a la acción y le dedicó 9.000 horas en total -y mucho dinero-, pero el resultado mereció la pena.

Aunque se quedó en mero proyecto, el Typ 114/64 sentó las bases para los Porsche actuales. El modelo 356, construido después de la Segunda Guerra Mundial, tenía el mismo concepto que el Typ 114/64. Gracias a la labor de estos apasionados, hoy podemos disfrutar de auténticas joyas mecánicas, formando parte de la Historia del automóvil.

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Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

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