Las siglas GTi tienen mucha historia, y no solo en Volkswagen, porque Peugeot también emplea esa denominación para sus versiones más deportivas. En realidad sería más justo decir que empleaba esa denominación, porque los GTi de Peugeot dijeron adiós con la penúltima generación del Peugeot 308, que dejó el mercado en 2021 para dar paso a la actual edición del compacto francés, el cual, no tendrá versión deportiva. Si las tiene potentes, dado que cuenta con la opción de montar grupo motor híbrido con 225 CV, pero no habrá más interés en lanzar versiones más rápidas y con talante más dinámico.
El primer modelo que Peugeot lanzó al mercado con las famosas siglas fue el Peugeot 205 GTi, que en su versión 1.9 16 válvulas, no tardó en convertirse en la referencia, o al menos en uno de los referentes del segmento. A este le siguieron coches como el Peugeot 309 GTi, que resulta ser otro de esos coches míticos entre los amantes de los coches, y las sucesivas evoluciones de ambas series. Es decir, el Peugeot 206, el 207 y el 208 también tuvieron versiones GTi, aunque en lo que respecta al este último, nos encontramos con una situación como la antes descrita: no volverá a lucir esas siglas y su última iteración fue en la primera generación del utilitario, la “XY”, lanzada al mercado en 2012.
Para el segmento compacto, tras el Peugeot 309 llegó el Peugeot 306 GTi, una versión que no era tan deportiva como su antecesor, haciendo hincapié en otros apartados como el equipamiento, pero sin que fuera realmente deportivo. Fue un coche eficaz y con una conducción más interesante que cualquier otra versión de la gama, pero nada que fuera realmente deportivo. De hecho, Peugeot nunca ha llegado a extremos en este sentido, aunque siempre ha tenido modelos con una puesta a punto muy eficaz y rápida. Volviendo al 306 GTi, hay que mencionar que estaba animado por un 2.0 16v con 167 y 196 Nm de par, habiendo poca diferencia con el 309 GTi, que anunciaba 160 CV en sus versiones 16 válvulas.
El Peugeot 308 GTi de la primera generación es, posiblemente, el compacto deportivo menos apreciado
Curiosamente, esta fue una de esas ocasiones, donde las siglas GTi encontraron un final un poco abrupto, pues el reemplazo del 306, el Peugeot 307, no tuvo una versión con dicha denominación. Tuvo una versión algo más dinámica que la media, el 307 GT con 177 CV, pero no tuvo nunca una versión GTi. La marca recuperó dichas siglas en 2010, con el sustituto del 307, el Peugeot 308, aunque el concepto que adoptaron fue el mismo que ofrecieron con el Peugeot 306 GTi: eficacia, equipamiento y estética cuidada. La primera vez que se comenzó a mencionar la llegada de un Peugeot 308 GTi fue a inicios de 2010, cuando aparecieron algunos rumores desde algunos medios especializados franceses. Se decía que habría una versión GTi que tendría 200 CV, tomando el motor 1.6 THP del Peugeot RCZ. Se llegó a decir que solo se comercializaría con carrocería de cinco puertas.
Unos meses después de que aparecieran los rumores, se presentaba el Peugeot 308 GTi y se cumplían todos los rumores, punto por punto. El motor era el 21.6 THP con 200 CV entre 5.500 y 5.800 revoluciones, mientras que el par ascendía hasta los 275 Nm entre 1.700 y 4.500 revoluciones. Tenía un turbo Twin Scroll, inyección directa y el sistema VTi (Variable Valve and Timing Injection) de distribución variable en admisión. Por supuesto, el cambio era manual de seis relaciones, todavía no se estilaban los cambios automáticos con levas en el volante. El motor era el mismo del Peugeot RCZ de 200 CV, pero también del DS 3 Racing.
El Peugeot 308 GTi no era un coche lento. Completaba el sprint hasta los 100 km/h desde parado en 7,7 segundos, recorriendo el kilómetro con salida parada en 27,8 segundos. Las recuperaciones en quinta de 80 a 120 km/h se lograban en 6,7 segundos, mientras que en sexta se necesitaban ocho segundos. La velocidad máxima homologada por la marca era de 237 km/h, al tiempo que el consumo era de 6,9 litros cada 100 kilómetros. Una cifra poco fiable, porque se lograba mediante una normativa anterior a la NEDC.
Con 200 CV, el motor era lo suficientemente rápido como para considerarse deportivo, pero su estética era poco llamativa
Sin embargo, aunque era un coche rápido, no era un deportivo radical. Peugeot jugó, como se ha dicho, las mismas bazas que con el 306 GTi, y el Peugeot 308 GTi contaba con una puesta a punto que ofrecía un buen compromiso entre deportividad y confort, bajando la carrocería 10 milímetros respecto al suelo, recibiendo una dirección algo más rápida y un sonido de escape que la marca llamaba “Sound System”, pues era una línea de escape que se había trabajado para ofrecer un buen sonido mediante una membrana que vibraba según el régimen del motor y el tiempo de admisión. También era un coche pesado, el más pesado entre los compactos GTi, porque anunciaba 1.399 kilos.
Respecto al precio, se encontraba en la media del segmento, con 26.900 euros. El Volkswagen Golf GTi rondaba los 29.000 euros y el Honda Civic Type R, era el más caro con algo más de 31.000 euros.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS