El Peugeot 205 GTi es uno de los utilitarios deportivos más famosos del mundo y después de 40 años –cumplidos en 2024–, no ha perdido ni un ápice de su encanto. Más bien lo contrario, su característico diseño, sus contenidas dimensiones y todo el aura que lo rodea, lo hacen todavía más interesante.
Desde su lanzamiento, el Peugeot 205 ha transformado a la firma del león. Por aquellos años, Peugeot tenía fama de ser un fabricante bastante conservador y, hasta cierto punto, aburrido, pero la puesta en escena del 205 cambió por completo esa percepción. Transformación en la que ayudó el Peugeot 205 GTi, cuya primera aparición fue en 1984, aunque todavía no contaba con los argumentos suficientes para ser el mejor de la categoría.
Aquella primera aparición fue con un motor que rendía 105 CV, bastante alejado de los 130 CV que llegaría a anunciar. No obstante, aunque con una potencia más o menos en la media, su comportamiento si era de los mejores del segmento. El problema estaba en que había coches como el Renault 5 GT Turbo –aparecido en el 85–, que le hacían morder el polvo en cuanto a prestaciones. No fue un problema para que se vendieran una cantidad importante de unidades del 205 GTi, sirva de ejemplo que en 1985, solo el mercado francés fue capaz de “absorber” nada menos que 27.000 ejemplares –casi el 12% del volumen total de 205 matriculados en Francia–.
El caso es que los clientes y los aficionados en general pedían más motor, más potencia, sobre todo tras la llegada del R5 GT Turbo, así que en 1986, aparece el Peugeot 205 GTi con 115 CV, una versión efímera, pues el Peugeot 205 GTi 1.9 no tardó mucho en llegar.
La versión del 205 GTi con 115 CV es indistinguible visualmente de la primera edición con 105 CV, ni siquiera hay diferencia en equipamiento, que es exactamente el mismo. La única diferencia estaba en el motor. Con un cuatro cilindros de 1.580 centímetros cúbicos, la cifra de potencia anunciaba por Peugeot era de 115 CV a 6.250 revoluciones y alrededor de 130 Nm de par a 4.000 evoluciones. Ganaba en potencia, pero curiosamente, perdía en par.
Según se contó en su momento, lograr extraer 10 CV más requirió de trabajar en la culata y en la distribución. Las válvulas pasaron a tener más diámetro, su alzada también era mayor y el cruce de válvulas duraba ligeramente más tiempo. El corte de encendido se situó en 6.900 revoluciones. El 0 a 100 km/h se lograba en 9,1 segundos, el kilómetro con salida parada caía por debajo de los 31 segundos y la velocidad máxima era de 196 km/h.
Aunque se ganaba en prestaciones, el equipo de frenos se mantenía intacto, con los tambores traseros –desaparecerían con el 205 GTi 1.9–, al igual que las suspensiones.
El Peugeot 205 GTi 1.6 con 115 CV desapareció del catálogo de la marca por culpa de la normativa de emisiones, que exigía un catalizador para todos los motores. No obstante, pasó por dos restyling entre su lanzamiento y su retirada del mercado.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS