Coche del día: Mazda Autozam AZ-1/Suzuki Cara (PG6SA)

Coche del día: Mazda Autozam AZ-1/Suzuki Cara (PG6SA)

Un kei car muy especial con reminiscencias de automóviles míticos, que no llegó en el momento adecuado


Tiempo de lectura: 7 min.

Si hace unos meses te traíamos hasta espiritu RACER al pequeño Suzuki Capuccino, en esta ocasión volvemos con otro de aquellos fantásticos Kei car que inundaron el país del sol naciente en la década de los noventa. Además de ser pequeños y prácticos, en esta ocasión también tenían un toque que los hacía muy especial. Es el caso de nuestro protagonista de hoy, el Mazda Autozam AZ-1.

En unión con la también japonesa Suzuki, Mazda se decidió a crear un “deportivo de bolsillo” que estuviera a la altura del mencionado Capuccino y del rey indiscutible en ese momento de este tipo de automóviles, el Honda Beat. Es en el Salón de Tokio de 1989 cuando se presentan los primeros prototipos del futuro AZ-1 de la mano de Toshiko Hirai.

A modo de sondeo la marca crea tres automóviles distintos, con formas deportivas, pero cada uno con su propia personalidad, denominados Type A, B y C, y es precisamente esta última versión la que más miradas del público acapara. Con una estética muy similar a la empleada por los automóviles de competición de los campeonatos internos, el Type C al final es desechado por los mandamases de la marca por su poca utilidad y posible alto costo de fabricación por elementos como su cabina en forma de burbuja o un alerón de gran tamaño integrado en su parte posterior.

La versión B no gustó en exceso a los visitantes del evento, y fue el Type A el seleccionado para convertirse en el nuevo representante en el segmento de los Kei car como producto estrella de la marca, aunque se comercializaría bajo la marca filial Autozam, y su nombre comercial era simplemente Autozam AZ-1.

El Autozam AZ-1 llegaba al segmento de los Kei car, tras un sondeo en el Salón de Tokio de 1989, con tres líneas distintas pero conceptos similares. Finalmente la marca se decidió por el Type A, con una carrocería deportiva en la que destacaban sus puertas con apertura tipo “alas de gaviota”

En un inicio el prototipo inicial estaba hecho sobre un chasis de aluminio y lo conformaban detalles como unos faros retráctiles en su capó o unas tomas de aire laterales al más puro estilo del mítico Ferrari Testarossa. Algunos perduraron en el diseño final, otros sin embargo fueron sustituidos por elementos más sencillos, básicamente para ahorrar costes.

Entre ellos se reemplazaron los mencionados faros móviles por unos fijos redondos que recuerdan mucho a los del Ford RS 200. De hecho, la estética al completo recuerda al modelo de la marca británica, es como una maqueta a escala de este en muchos aspectos. Además, se incluyó una gran toma de aire en el capó y el inicial chasis en aluminio fue sustituido por uno tubular fabricado en acero.

Autozam AZ 1 4

En su pequeña carrocería tipo coupé, realizada en fibra de vidrio, destacaba por encima de cualquier cosa sus puertas laterales con sistema de apertura “alas de gaviota”, las ya mencionadas entradas de aire y su color bitono que se servía tan solo con dos variantes: rojo/negro y azul/negro.

En cuanto a la mecánica, y para poder adaptarse a la normativa nipona en este tipo de vehículos, el AZ-1 contaba con un motor tricilindrico en línea, turboalimentado y colocado en posición central, capaz de entregar una potencia de 64 CV a 6.500 rpm, con un par máximo declarado de 85 Nm a 4.000 RPM, consiguiendo alcanzar una velocidad máxima de 160 km/h.

La tracción se entregaba a las ruedas traseras y el cambio era manual de cinco relaciones, con un escalonamiento bien elegido para las pretensiones del pequeño AZ-1.

Autozam AZ 1 6

Contaba con unas medidas finales de 3.295 mm de longitud, 1.395 mm de anchura y 1.150 mm de altura, con una distancia entre ejes de 2.235 mm, dentro de los límites de la normativa. Calzaba neumáticos en medida 155/65 R13-H y montaba discos en ambos ejes con ABS de serie. La suspensión tipo McPherson en su tren delantero contaba con brazo transversal y barra estabilizadora. En el eje posterior eran un eje rígido con estabilizadora y muelles helicoidales los que realizaban el trabajo.

Con un propulsor tricilíndrico de apenas 660 cc y ayudado por un pequeño turbocompresor, daba 64 CV de potencia. El Autozam AZ-1 era capaz de alcanzar una velocidad punta de 160 km/h gracias a un liviano peso de tan solo 720 kg

Dentro, y como cabía de esperar, se respiraba un aire deportivo a la par que espartano, lo que le daba una personalidad propia aún más acentuada. Con unos asientos tipo buckets, nos encontrábamos con un cuadro de instrumentos fondeado en blanco en el que su tacómetro graduado hasta los 11.000 RPM era el protagonista de este. Velocímetro, nivel de combustible y temperatura eran el resto de indicadores que lo componían, además de diversos chivatos de clara lectura alrededor de los mencionados relojes.

Un volante de tres radios carente de airbags quedaba por delante de nosotros. A la izquierda una pequeña consola central y una palanca de cambios de pequeño tamaño colocada en el lugar idóneo para poder juguetear a todas horas con el deportivo japonés. Ni aire acondicionado, ni cierre centralizado, ni elevalunas eléctricos…Todo eso se dejaba para los opcionales en los que se podían encargar algunos de estos elementos. Otros ni tan siquiera en dicha lista se podían instalar en aquel Kei car deportivo.

Autozam AZ 1 7

Además de Mazda bajo la citada Autozam, fue Suzuki quien también comercializó el AZ-1 bajo el nombre de Cara, aunque ambos corrieron la misma suerte y su venta fue muy baja por la entrada precisamente en el comienzo de los 90 de una recesión que paralizaría las economías de la mayor parte del mundo. Eso, sumado a un precio superior a todos y cada uno de sus rivales, no supuso una ayuda comercial para el modelo nipón en su nueva andadura.

Con un total de 4.392 unidades fabricadas del AZ-1 y 531 más del Cara entre octubre de 1992 y mediados de 1995, este se ha convertido en el Kei car más exótico de cuantos se hicieron en su época, siendo uno de los más buscados en la actualidad, aún más si la unidad en cuestión viene con el kit opcional denominado Mazdaspeed.

Este constaba de amortiguadores específicos deportivos, barras estabilizadoras reforzadas en la parte delantera y trasera, diferencial autoblocante mecánico, filtro de aire mejorado, llantas de aluminio en vez de las de acero de serie y un silenciador de acero inoxidable. En este caso, a diferencia de la versión estándar, el color del coche era uniforme con dos tipo para la elección: rojo o azul.

En el Reino unido hay varias unidades a la venta que parten de precios entorno a los 18.000 euros, algo simplemente desorbitado para el modelo en cuestión, pero que remarca aún más su categoría de Kei car mítico donde los haya y que se ha convertido ya en un clásico buscado por los fanáticos de este tipo de automóviles. Eso sí, tened en cuenta que no los hay con volante a la izquierda.

Comparador de seguros de coche
COMPARTE
Sobre mí

J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

1
COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
el más nuevo el más antiguo
Notificar de
Txesz
Mecánico
Txesz

Tiene su punto, pero me iría antes a por un Capuccino, sobre todo la segunda versión, que pesaba 30 kg menos que el AZ-1 (el anterior era “sólo” 20 kg más ligero).


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.