Interesante paralelismo entre el nombre y el carácter de un coche. Maserati Shamal Prototipo, el ejemplar de la marca del tridente que evoca el viento del noroeste, responsable de grandes tormentas de arena sobre Mesopotamia, precursor del Maserati Shamal de producción. No es difícil, conociendo el carácter del coche, imaginar a este cupé emerger rugiendo de una nube de polvo, provocada por su poderosa propulsión trasera, a la que cuesta asirse al suelo.
El Maserati Shamal Prototipo de 1989 es un buen exponente de cómo se concebían y hacían los grandes turismos en la primera mitad de los noventa: con argumentos. El motor es un V8 biturbo de 3.127 cc y cuatro válvulas por cilindro, con 322 CV (6.000 RPM) y un par de 436 Nm (2.800 RPM). Cosa seria que mueve sin despeinarse los 1.765 kg en orden de marcha de este coche, ayudado por un cambio Getrag de seis velocidades. El conjunto es capaz de acelerar de 0-100 km/h en 5,3 s y volar bajo a 270 km/h.
La carrocería de dos puertas es de tamaño contenido: 4.100 mm largo, 1.850 mm ancho y 1.300 mm de alto, que tiene bajo sí un espacio de tan solo 135 mm hasta el suelo. Cuando veo este coche no puedo evitar ver trozos de otros, aunque muy bien pegados, eso sí. Seguramente porque el responsable de su creación no es otro que Marcello Gandini, el diseñador italiano vinculado al Grupo Bertone, responsable de algunos de los deportivos más famosos de la historia. Uno lo hemos visto ya en esta sección: el Lamborghini Miura. Los demás aterrizarán por aquí más adelante.
Delco
Más que la Historia, me gustan las viejas historias que huelen a asfalto, carreras y gasolina.Un auto de una belleza increíble y atemporal!