Coche del día: Land Rover Discovery (Series I)

Coche del día: Land Rover Discovery (Series I)

Un todoterreno para las clases medias con tintes de SUV


Tiempo de lectura: 8 min.

La historia del Land Rover Discovery (Series I) se remonta a los albores de los 80, momento en el que Land Rover se separó del aglomerado de empresas conformada por British Leyland, Austin-Rover, Jaguar y la propia Land Rover. Durante la década anterior el grupo británico había abandonado casi en su totalidad la producción de vehículos todoterreno. Land Rover no.

Durante esta época las marcas de la competencia no perdieron el tiempo en este terreno, poniendo como muestra dos botones: el Patrol de Nissan o el Land Cruiser de Toyota (70). El listón estaba muy alto. Además, las ventas del grupo no eran precisamente boyantes, según las palabras del ingeniero Nigel Garton: “El equipo de ingeniería sintió que íbamos en la dirección equivocada. Nuestros competidores estaban inundando el mercado con vehículos más pequeños: Daihatsu, Suzuki y Toyota estaban produciendo estos coches más baratos y accesibles, y Land Rover no se veía por ningún lado”.

La autonomía de Land Rover se aseguró con la llegada al cargo del Presidente/Director Ejecutivo de British-Leyland en 1977, Michael Edwardes. Sin embargo, la segunda crisis del petróleo de 1979 golpeó de pleno las ventas de Land Rover. En esta situación se produjo un goteo de nuevos modelos en los años siguientes, como el Land Rover 109 Series III 3.5 V8 (a la postre, Defender) o el Range Rover de cinco puertas de 1982, conformando dos opciones, una más campera y otra más lujosa.

Lo cierto es que era necesario crear un tercer modelo situado entre medias de los dos mencionados, creando un nuevo perfil de comprador, y de paso hacer frente a rivales tan temibles como el Mitsubishi Montero (Pajero o Shogun en el exterior) o el Isuzu Trooper. Este tercer modelo tendría un único objetivo: enfrentarse a la competencia japonesa.

Para poner en marcha este proyecto se movilizó una cantidad ingente de dinero, de medios humanos y materiales. Land Rover tomó la salomónica decisión de cesar la producción de sus 13 plantas repartidas a lo largo y ancho del planeta y concentrar toda su energía, dinero y personal en una nueva factoría situada en las afueras de la ciudad inglesa de Birmingham, en West Midlands.

El Land Rover Discovery nació con un único objetivo: enfrentarse con garantías de éxito a la competencia japonesa, como el Mitsubishi Montero o el Isuzu Trooper

El trabajo en serio comenzó a finales de 1986, bautizando poco después el proyecto con el nombre de “Proyecto Jay”. El plan era crear un modelo similar al Range Rover, pero en un escalón más bajo, para satisfacer la necesidad creciente de los compradores en este segmento de automóviles. De forma indirecta se trabajaba en una renovación del hermano mayor, el Range Rover, que aprovechó el poderoso empuje del futuro Discovery, convirtiéndose ambos modelos en puntales del despegue de la marca.

Land Rover Discovery Series I 3p 1989 2

Land Rover Discovery 3p (1989)

En realidad, el proceso fue al revés: la nueva versión del Range Rover de 1987 tuvo un enorme e instantáneo éxito en Estados Unidos, lo que dio a la junta directiva de Rover la confianza necesaria para liberar más fondos para arrancar definitivamente en agosto de este mismo año el “Proyecto Jay”.

Con buena lógica Rover utilizó buena parte de la estructura productiva del Range para desarrollar al Discovery agilizando dicho proceso, con el otoño de 1989 como fecha límite para la introducción del modelo. De esta manera este programa de desarrollo se convirtió en uno de los más ambiciosos de la industria del automóvil del momento, no solo a nivel de las islas británicas, sino en el mundo entero.

El Discovery utilizaba elementos mecánicos del Range Rover, como el motor V8 y la caja de cambios manual LT77. Para no perjudicar la imagen del Range se utilizó un nuevo motor denominado 200Tdi, derivado del bloque diésel de 2,5 litros (Gemini 1) desarrollado en 1985. El bloque de fundición era totalmente nuevo y la culata era de aleación de aluminio. El único árbol de levas iba en cabeza (OHV), entregaba 112 CV a 4.000 RPM y 257 Nm a 1.800 RPM de par máximo.

El maletero, con un par de “transportines” para salir de un apuro -o para niños-, se accedía por un portón de apertura lateral con la rueda de repuesto integrada

Durante los dos años que pasaron desde el inicio oficial del “Proyecto Jay”, hasta la presentación y lanzamiento del Discovery en el Salón del Automóvil de Frankfurt el 16 de septiembre de 1989, se trabajó mucho para fabricar un vehículo nuevo y asequible. Para diferenciarlo del Land Rover original se usó una nueva política de denominación de modelos: Discovery para el nuevo modelo y Defender para el Land Rover original, por entonces Series III. Mecánicamente tiene mucho más en común con el Range Rover que con el Defender.

Ocupaba el hueco existente entre el espartano Defender y el lujoso Range Rover, tomando cualidades de ambos y a un precio asequible

Anunciado como el primer Land Rover totalmente nuevo en casi en 20 años, se vio como el modelo destinado a la supervivencia de la marca a medio-largo plazo. Chris Woodark, director comercial de Land Rover, lo definía con las siguientes palabras: “Es un vehículo de ocio no dirigido en absoluto al sector del lujo. El Discovery, si lo desea, es para los nuevos yuppies y el Range Rover es para personas que ya lo han logrado”.

En un principio se ofreció con carrocería de tres puertas, para diferenciarlo del Range. Era un vehículo de líneas elegantes, con una decoración alegre y una gran superficie acristalada, incluyendo sus típicas ventanillas superiores que mordían el techo. Sin embargo, los mayores adelantos de diseño se daban en el interior, con tapicerías de colores alegres, plásticos suaves al tacto y un montón de detalles de equipamiento orientados a una mayor comodidad a bordo. Resultaba más fácil de conducir y era más rápido y económico que sus rivales japoneses, y contaba con el plus de la tracción total permanente con reductora y diferencial central bloqueable.

Land Rover Discovery Series I 5p 1994 3

Land Rover Discovery 5p (1994)

En 1990 el motor V8 incorporó el sistema EFi de inyección de gasolina, y se introdujo la carrocería de cinco puertas, de idéntica longitud, así como un comercial con ventanillas condenadas. Poco éxito tuvo el motor de gasolina de acceso, el 2.0 MPi (T-Series), introducido por sus ventajas fiscales en determinados mercados, como el italiano.

En 1994, coincidiendo con el restyling en el Salón de Ginebra, se reemplazaron los motores V8 de 3,5 litros por el 3,9 litros procedente del antiguo Range Rover, y el diésel 200Tdi dio paso al 300Tdi, también de cuatro cilindros y 2,5 litros. Asimismo, estuvo disponible una nueva caja de cambios R380 manual, más robusta y de mejor manejo. Exteriormente recibió unos faros más grandes y un segundo grupo de pilotos traseros.

Sus dimensiones eran 4.540 mm de largo, 1.790 mm de ancho y 1.970 mm de alto, con una batalla de 2.540 mm

En 1998 se presentó la Series II del Discovery, disfrutando de la inversión financiera de BMW tras la compra del 80 % de Rover por parte de la marca alemana cuatro años antes. Con esta inversión la calidad del modelo y de los demás de Rover experimentaron una gran mejoría. Se rediseñaron los interiores dotándolo de más espacio y se introdujo unos nuevos motores, un TD5 y un V8 de 4 litros de gasolina. También se introdujeron en el chasis mejoras como el ACE (Active Cornering Enhancement), un sistema de suspensión hidráulica.

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Land Rover Discovery 5p (1994)

El Discovery marcó un antes y un después en la marca británica, con el objetivo de ofrecer un vehículo todoterreno intermedio entre el “espartano” Defender y el lujoso Range Rover a un precio asequible, alcanzando un éxito que quizás nadie se esperaba. Incluso llegó a tener versión japonesa, el Honda Crossroad (LJ). Hoy día, la gama Land Rover sigue asentada en tres pilares: Discovery, Defender y Range Rover, como 30 años antes.

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Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

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Txesz
Mecánico
Txesz

De pequeño me encantaba. Ahora de mayor, me sigue gustando tanto o más, con ese diseño que auna elegancia y robusted como casi ningún otro. Eso si, la segunda generación, con ese voladizo trasero alargado y los pilotos en una posición más alta me resulta desequilibrado… Ay, si Land Rover hubiese partido de esta base en 2004, cuando el Disco se pasó al bastidor monocasco, y a partir de ahí hubiesen conformado una nueva generación del Defender. Nadie habría dudado de sus capacidades y se habría podido dotar al modelo de un habitáculo acorde al siglo XXI, con volante ,… Leer más »

Javier Costas
Suscriptor

De pequeño tengo un breve recuerdo del Discovery también, mis padres tuvieron uno durante un par de años (1991-1993 tal vez), creo que era el cinco puertas y verde, y casi seguro que era diésel. Lo de los transportines de atrás me pareció un flipe. Sorprende lo de la transformación que comentas. La típica cosa que sí se puede hacer bajo el sistema inglés de homologaciones y tal. Décadas de experiencia no sirven para los fabricantes ingleses para hacer coches resistentes a la corrosión, y que los Discovery de primera serie palman más en la MOT (ITV) por óxido que… Leer más »


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