Coche del día: Lancia Hyena Zagato

Coche del día: Lancia Hyena Zagato

Una transformación sobre la base del Lancia Delta HF Integrale que no deja indiferente a nadie


Tiempo de lectura: 7 min.

La historia de nuestro protagonista de hoy, el Lancia Hyena Zagato, bien puede parecer un fracaso por parte del carrocero milanés Zagato y el holandés Paul VJ Koot, coleccionista de automóviles y distribuidor en Países Bajos de la marca italiana, dada la dificultad que les conllevó el proyecto y el bajo número de unidades que finalmente salieron de los talleres del diseñador italiano.

Fue en 1990 cuando Koot se pone en contacto por primera vez con Zagato y le presenta la idea de crear un Lancia Delta HF Integrale totalmente rediseñado, con una estética rompedora y haciendo desaparecer de una vez por todas las puertas traseras de este, algo que al empresario holandés le traía los demonios, ya que no concebía el carácter del transalpino con una estética tan simplona de hatchback al uso.

Con las premisas claras y la aceptación de Zagato, este se pone manos a la obra encargándole a uno de sus diseñadores, Marco Pedracini, el diseño del coche. Manteniendo tanto motor como bastidor al completo se debía crear una carrocería coupe y un nuevo interior para ensamblarlo sobre la base del Delta original.

El Lancia Hyena Zagato era el sueño del empresario holandés que ideó el proyecto y que tenía como fin crear una versión aún mas deportiva del prestigioso Delta HF Integrale

Lancia Hyena Zagato prototipo

Lancia Hyena Zagato (prototipo)

Dos años después se presentaba la versión definitiva en el Salón del Automóvil de Bruselas, en enero de 1992. Siguiendo las indicaciones, el nuevo Hyena Zagato nada tenía que ver con la estética original del Delta. Una nueva carrocería construida en aluminio de dos puertas, incluso sin portón para el maletero, y al cual se podía acceder desde el interior, le daba al nuevo deportivo italiano una estética agresiva y diferente, con unas líneas redondeadas en las que resaltaba su techo con doble burbuja para conseguir una mejor altura interior, algo ya típico en los diseños de Zagato.

Además, un frontal totalmente nuevo con un conjunto de faros con el fondo de estos en el color de la carrocería, o su toma de aire NACA sobre el capó situada de manera asimétrica, le conferían la estética del depredador que su nombre anunciaba. El único detalle que podía darnos una pista del origen del coche era su parrilla, en la que el logo “HF” hacía acto de presencia al igual que en los Integrale.

Su parte trasera totalmente redondeada mantenía unas líneas limpias y sin estridencias. Tan solo el tapón de gasolina en la parte superior izquierda y una sola salida de escape en el mismo lateral, al igual que el Delta, rompía con la discreta imagen. En el lateral más de lo mismo. Unos pasos de rueda bien marcados eran los que ponían el punto “musculoso” del conjunto. A destacar la caída pronunciada de su luneta posterior, ya que en origen no se montaban sillones en su parte trasera y estos se ofrecían como opción.

Lancia Hyena Zagato 4

La segunda parte a modificar era su interior, y para ello el equipo de Zagato Design echó el resto. Creó un salpicadero de nuevo diseño fabricado en su totalidad en fibra de carbono, al igual que el revestimiento de sus puertas. Un nuevo cuadro cargado de relojes nos hacían percatarnos de la genética derivada de los rallies. Se mantenían los mandos del sistema del aire acondicionado y las rejillas de este, aunque todo fabricado en el ligerísimo material.

Para rematar, unos sillones tipo buckets firmados por Recaro en los que el cliente elegiría el tejido para rematarlos, eso sí, nuevamente el nombre del modelo quedaba impreso en ellos, esta vez en su cabezal. El volante de tres radios, al igual que el selector del cambio, se mantenían como en la última evolución del modelo del que provenía.

Con el modelo ya terminado Zagato contactó con los mandamases del grupo Fiat, proponiéndoles la fabricación de una serie limitada de 500 unidades del modelo, a lo que la marca transalpina le dijo que no tenía interés alguno en el proyecto. En un nuevo intento de acercar posturas, esta vez era Lancia quien facilitaría los chasis y mecánicas al carrocero Italiano y este montaría el resto. Nuevamente se encontró con la negativa de la marca, cerrando definitivamente la puerta a la creación en serie del modelo.

Lancia Hyena Zagato 2

Pero esto no le valía al creador de la idea,  Paul VJ Koot, que lejos de echarse atrás después de los esfuerzos realizados por él y Zagato, decidió comprar varios Lancia Delta HF Integrale totalmente terminados y a partir de ellos crear sus Hyena Zagato. Sí, has leído bien, un total de 24 unidades que fueron los que se construyeron del modelo después de desmontar por completo el mismo número de HF nuevos.

El trabajo consistía en dejar los Delta totalmente despojados de carrocería e interiores y enviarlos a Milán, donde se le daba la forma final ensamblando la carrocería y mejorando el propulsor, llegando hasta los 250 CV de potencia. Luego, con el Hyena ya terminado, se volvía a enviar a las instalaciones de Koot, donde se ponían a la venta.

Después de varios intentos de crear el proyecto conjunto el grupo Fiat y la marca italiana, y la negativa de estas, el Hyena Zagato tuvo ser construido tras desmontar 24 unidades de Lancia Delta HF Integrale por completo, adquiridas por Koot, utilizando bastidor y mecánica de estos para tal fin

Las medidas finales de la “criatura” quedaban en una longitud total de 4.008 mm, 1.730 mm de ancho y 1.278 mm de alto, manteniendo la distancia entre ejes inalterada con respecto al HF. Gracias al empleo del aluminio en su carrocería y el carbono en su habitáculo, el peso final del Zagato Hyena mejoraba en 200 kilogramos respecto al Delta.

La reducción de peso, unida a las mejoras en su propulsor -consistentes en la reprogramación de la inyección electrónica por IAW Weber y un nuevo turbo compresor Garrett T3 de control electrónico y refrigerado por agua, con un intercooler y overboost permanente-, daban como resultado unas prestaciones de primer orden.

Con una velocidad punta de 240 km/h y una aceleración de tan solo 5,7 segundos para alcanzar los 100 km/h, el Hyena era capaz de plantar cara a deportivos de renombre del momento. Por si esto era poco, se ofrecía como opción una versión de 300 CV de potencia que mejoraba aún más esas prestaciones, y de las que hay constancia que se produjeron tres unidades con tales especificaciones de las 24 finales.

Según los datos constatados, todos y cada uno de los Hyena se vendieron entre finales de 1992 y 1993, aunque hasta 1996 se mantuvo la opción de poder hacerse con una de las 75 unidades que tenían intención de fabricar los talleres Zagato junto con el empresario holandés. Las unidades que se comercializaron finalmente se distribuyeron de la siguiente manera: cuatro para Alemania, dos para Holanda e Italia, una decena para Japón, tres para Reino Unido y uno de cada para Suiza, Bélgica y Francia.

Lancia Hyena Zagato 3

En los últimos años tan solo han salido alguna de ellas a la venta por medio de subastas en las más prestigiosas casas dedicadas a tal fin. Con precios que siempre han sido de seis cifras, el último en venderse alcanzó un valor final de 187.000 euros y es el perteneciente al número de bastidor ZLA831AB000585157. Es el último que se terminó y uno de los tres que tiene 300 CV, aunque apenas se ha movido, 14.000 kilómetros.

Quizás no sea el más rápido, el más bonito o el mejor deportivo hecho por el carrocero milanés. Lo que sí queda de manifiesto es que desprende un aura de exclusividad y genética racing sin igual y que con casi total seguridad es el sueño de cualquier petrolhead que se precie.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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