El Lancia Flavia Cabrio que nos ocupa hoy se presentó oficialmente en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 2011. Pertenece a la segunda generación del modelo, apodado como “406”, ya que la primera fue fabricada por la marca italiana entre los años 1961 y 1975. La intención de Fiat Chrysler Automobiles era competir en un segmento de capa caída, el de los coupés de tamaño medio.
Este descapotable estaba hecho sobre la base del Chrysler 200C que se vendía en Estados Unidos, y salió al mercado en 2012. En su diseño predominaban las líneas redondeadas, sustituyendo las formas angulares por arcos. Su carrocería muestra tres volúmenes claramente separados y era de dimensiones generosas: 4.869 milímetros de largo, 1.842 milímetros de ancho y 1.483 milímetros de alto. La plataforma tenía una batalla de 2.766 milímetros, unas cotas más grandes que las de un Lexus IS Cabrio, por ejemplo.
La similitud con el Chrysler 200C es tal que el frontal es casi idéntico, pues ni siquiera lleva la típica parrilla vertical de Lancia, sino una de grandes dimensiones con barras horizontales, mientras que el logotipo de la compañía turinesa se ubicaba en la parte central superior de la parrilla. Los grupos ópticos delanteros y los pilotos traseros utilizaban LEDs para su iluminación (algo no tan común una década atrás) y presentaban un formato horizontal que mordía los laterales de la carrocería. La capota era de material textil y contaba con accionamiento eléctrico.
El Lancia Flavia Cabrio de segunda generación (406) era, básicamente, el mismo coche que e Chrysler 200C, pero con un nivel de acabado y un equipamiento típicamente italiano
A diferencia de su equivalente estadounidense, el Flavia Cabrio venía con gran abundancia de aluminio cromado en el habitáculo. Bueno, más bien plástico con símil a metal, pero aún así más agradable que el satinado de los coches de Chrysler coetáneos. Otros elementos que brillaban para resaltar su condición de descapotable premium eran sus salidas de escape dobles –y cromadas– o unas llantas de aleación de 18 pulgadas aportaban el toque tan deportivo como elegante característico de Lancia.
Volviendo al habitáculo, el interior también está dominado por las formas redondeadas con un diseño sencillo en su conjunto, y usaba materiales de mejor calidad como cuero –incluyendo el volante–, napa y Alcántara, madera noble y aluminio. De forma opcional se podía equipar una de las primeras versiones del sistema multimedia Uconnect del grupo, que incluía un navegador integrado con una pantalla táctil para controlar gran parte de los elementos, como el sistema de audio Boston Acoustic o la climatización.
Con un peso de 1.781 kg y una caja de cambios que primaba el confort de marcha, el Lancia Flavia no destacaba ni por sus prestaciones ni por sus bajos consumos, rondando los 10 l/100 km sin abusar del pie derecho
Aparte de su más que interesante estética (que puede resultar más o menos agraciada según el ojo que lo vea), el Lancia Flavia Cabrio desplegaba un auténtico arsenal tecnológico en materia de confort y seguridad. Ofrecía control de estabilidad (ESP) y de tracción (TCS), sistema antibloqueo de frenos (ABS) de última generación –de hace 10 años–, seis airbags (delanteros, laterales y de ventana), Bluetooth y un anclaje ISOFIX en los asientos traseros para las sillitas infantiles.
En lo que respecta al apartado mecánico, solo estaba disponible con una única mecánica de gasolina de 2,4 litros de cilindrada y cuatro cilindros en línea. Entregaba una potencia máxima de 170 CV a 6.000 RPM y un par máximo de 226 Nm a 3.500 RPM, asociado a una caja de cambios automática de seis marchas de tipo convertidor de par. Con una masa que coqueteaba con los 1.800 kilos, el Lancia Flavia conseguía completar el sprint de 0 a 100 km/h en unos discretos 10,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 195 km/h.
A pesar de ser una carrocería que ya estaba en déficit, es difícil encuadrar al Lancia Flavia frente a sus competidores, tanto por tamaño como por posicionamiento. Por cotas exteriores teníamos al BMW Serie 6 Cabrio, el Chevrolet Camaro Convertible y el Jaguar XK Convertible, todos ello más potentes. Por nivel de potencia –entre 150 y 200 CV– podemos citar al Audi A5 Cabrio, el BMW Serie 3 Cabrio, el Mercedes-Benz Clase C Cabrio y el Saab 9-3 Cabrio, siendo solo este último y el primero modelos con una configuración de tracción delantera.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...Y se sabe el numero de unidades vendidas en Europa? Debe de ser un coche ultra-exotico!!