Coche del día: Ford Fiesta 1300 Supersport

Coche del día: Ford Fiesta 1300 Supersport

Un Fiesta 1300 S maqueado, que pronto se vio eclipsado por la llegada del Fiesta XR2


Tiempo de lectura: 4 min.

¡Fiesta! Un nombre sensacional para un coche, sobre todo cuando resultó ser una auténtica fiesta de ventas. Ford escogió este nombre para su primer “coche pequeño”, que estaba destinado principalmente a Europa, porque se fabricaría en una fábrica en España, en Almussafes (Valencia), que se fabricaría a tal efecto. Ocurrió allá por los años 70 y ahora, hemos tenido que decir adiós al Ford Fiesta porque los directivos no ven un hueco en la gama para un coche así en el futuro.

Una lástima ver el camino que ha tomado la industria del automóvil, y si comparas la oferta actual con la variedad que había antes, la típica frase “tiempos pasados fueron mejores” puede venirte a la mente. En parte, porque fueron mejores en cuanto a oferta y en cuanto a la búsqueda de diferenciarse y de la deportividad. No fueron mejores en otras cuestiones, pero a veces, esa pasión se echa mucho en falta. El mismo Ford Fiesta es un ejemplo claro, cuando la única versión deportiva que quedó durante sus últimos años a la venta fue el Ford Fiesta ST. Antes se podían encontrar más versiones interesantes, como el Ford Fiesta Supersport.

Esta versión, lanzada con la primera generación del modelo, es bastante desconocida. Si le preguntas a un fanático de los coches por una versión deportiva del Fiesta, lo más seguro es que te diga que el Ford Fiesta XR2 o el ya mencionado Ford Fiesta ST. También está el Ford Fiesta RS Turbo, por supuesto, o los Fiesta RS1800. Pero el Ford Fiesta Supersport no aparece en la conversación a no ser que hablemos con un auténtico loco de los coches, esos que se lo saben todo como si fueran enciclopedias. Y ese loco de los coches, seguramente te dirá que el Ford Fiesta Supersport no era más que un Fiesta 1300 S “maqueado”.

Ford puso en circulación el Fiesta 1300 S en 1978, un coche con un motor de 1.300 centímetros cúbicos –1.298 centímetros cúbicos de la familia Kent–, que montaba la culata hemisférica “Crosflow”, que anunciaba 66 CV que por entonces era muy decentes, con los que lograba, entre otras cosas, superar al FIAT 127, uno de los rivales a batir. En aquel momento el Fiesta 1300 S era un coche dinámico e incluso deportivo, pero no podía alcanzar al Renault 5, que seguía a la cabeza por prestaciones e imagen deportiva. Era una guerra que acabaría ganado Renault, pero Ford no dejaría que los franceses estuvieran tan tranquilos.

 

ford fiesta 1300 supersport anuncio

Los americanos buscaron darle al Fiesta un aspecto todavía más deportivo y pusieron en circulación el Ford Fiesta 1300 Supersport. Básicamente, el Fiesta 1300 Supertsport –o Fiesta Supersport a secas– era en realidad un 1300 S pero con una imagen más llamativa, muy estilo años 70/80. Tenía unas nuevas llantas de 13 pulgadas de diámetro –y seis pulgadas de ancho– equipadas con “enormes” neumáticos 185/60, que se combinaban con unos faros supletorios de largo alcance, un kit para la carrocería con faldón, spoiler trasero y aletines más anchos –todo ello de plástico negro– y unos adhesivos para la carrocería. Eran los años 80 y el nuevo Ford Fiesta Supersport entraba por los ojos, además, los 66 CV se consideraban una buena potencia y el coche solo pesaba 775 kilos, con una relación potencia-peso de 85 Cv por tonelada y con un 0 a 100 km/h en 11,8 segundos.

Además, en Ford no se conformaron con una imagen más cañera, también añadieron suspensión deportiva más baja y una barra estabilizadora trasera más rígida. Era más deportivo en cuanto a comportamiento, pero la prensa siempre lo trató como un mero maquillaje estético y no se le dio demasiada importancia. Fue un poco críticado porque no era más que 1300 S maquillado y seguía por detrás del rival a batir, el Renault 5 Copa –fuera de España era el Renault 5 Alpine–.

El último clavo en el ataúd del Fiesta 1300 Supersport llegó en 1981, cuando se presentó el Ford Fiesta XR2, que ya presumía de un motor con 83 CV y un talante mucho más deportivo, listo para batirse el cobre con el R5 Copa.

Aquí puedes leer una prueba de la época en PDF. Es un escaneo de la prueba publicada en el número 1.133 de la revista Autopista, editada en enero de 1981.
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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

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