El Fiat Palio Weekend 1.7 TD fue un pequeño familiar que se dejó ver poco por nuestras latitudes. Fiat lo diseñó como un coche mundial, situando su principal mercado en Brasil, donde se producía la mayor parte del mismo vehículo, con un 80 % del total de componentes nacionales. Se vendió en versiones de tres, cuatro (conocido como Siena) y cinco puertas, y carrocería familiar o Weekend, como el protagonista de hoy, la única que se vendió en España.
La versión diésel de 70 CV “comerciales” comentada corresponde a la primera actualización del modelo, vigente en el período 2001 a 2004, y no había otra alternativa a gasóleo
De aspecto similar al Palio original, que se puso a la venta en 1996, apenas guardaba elementos comunes con él, pues solo compartía un 20 % de componentes. Salido de la pluma del genial Giorgietto Giugiaro, consiguió diseñar un automóvil con la apariencia de ser más grande de lo que realmente era, renovando elementos como aletas, capó, parachoques, faros y frontal.
Su interior se rediseñó en su totalidad, con mejoras tanto en los materiales utilizados como en su nivel de equipamiento. La instrumentación era más completa, los asientos aumentaron de tamaño y se empleó un nuevo sistema de multiplexado para toda la instalación eléctrica, basada en la interconexión de los módulos del cuadro de instrumentos, motor y uno genérico para todo el coche, aumentando la velocidad de funcionamiento y complejidad de varias funciones del vehículo.
El frontal era igual que el resto de sus hermanos, encontrando la mayoría de las diferencias en el lateral con una gran superficie acristalada desde el pilar A hasta el final de la carrocería. Ello le confería un elevado grado de luminosidad y un maletero de respetable capacidad con una línea de carga a poca altura, oscilando entre los 460 y los 1.540 litros.
Este espacio iba compactado en una carrocería de 4.130 mm de largo, 1.614 mm de ancho y 1.475 mm de alto. Su peso superaba por poco los 1.100 kg. La rueda de repuesto no robaba espacio al maletero, pues iba situada debajo del mismo, pero en el exterior. Había que asegurarla bien para que no se la llevaran los “cacos”.
En el salpicadero predominaban las líneas curvas, con un cuadro de instrumentos analógico con una distribución tradicional, con dos grandes relojes principales semicirculares (velocímetro y tacómetro) en el centro, indicador de nivel de combustible a la izquierda y temperatura del refrigerante a la derecha. El resto del salpicadero mantenía sus elementos con una distribución convencional: consola central con los controles de la climatización y equipo de audio.
El puesto de conducción era algo más elevado que el de un turismo convencional, requiriendo un pequeño periodo de adaptación. El espacio para el conductor y el pasajero eran aceptables, con una buena nota en la cota de altura. Los ocupantes traseros adolecían de espacio para las piernas, y una anchura amplia solo para dos pasajeros. La guantera estaba iluminada, pero carecía de cerradura.
En lo referente a su equipamiento, llevaba doble airbag frontal y ABS como elementos de seguridad, y aire acondicionado, dirección asistida, cierre centralizado, elevalunas y espejos retrovisores eléctricos, volante regulable en altura, faros antiniebla y equipo de audio con radio y cargador múltiple de seis CD entre lo más notable. Unas bonitas llantas de aleación de 15 pulgadas calzadas por unos neumáticos de medidas 175/65 R14 remataban su perfil. Las unidades vendidas en Brasil y alrededores llevaban llantas de 15 pulgadas, algo inusual en el segmento.
En cuanto a su mecánica este Palio Weekend estaba propulsado por un motor diésel de cuatro cilindros en línea dispuesto en posición delantera transversal. Contaba con dos válvulas por cilindro, un árbol de levas en culata accionado por correa dentada, y estaba alimentado por inyección indirecta y turbocompresor. Sus 1.698 cm3 de cilindrada generaban una potencia máxima de 69 CV a 4.500 RPM, junto a un par máximo de 134 Nm a 2.500 RPM. Reemplazó a un 1.9 diésel atmosférico con 64 CV que ya no cumplía la normativa de emisiones Euro 3.
La principal limitación de este propulsor era su limitada elasticidad, pues por debajo de las 2.000 vueltas la respuesta era muy pobre. Prueba de ello eran sus discretas prestaciones, necesitando más de 15 segundos en alcanzar los 100 km/h desde parado, o los casi 37 segundos para recorrer los 1.000 metros desde parado. Las recuperaciones tampoco eran para tirar cohetes, con algo más de 14 segundos para pasar de 80 a 120 km/h en cuarta, y 19 segundos para la misma medición en quinta. Al menos la velocidad máxima era aceptable, superando los 160 km/h.
Aunque era un propulsor de concepción antigua, con inyección indirecta y el árbol de levas en posición lateral, la adopción de un turbocompresor sí resultó una novedad. Su nivel sonoro era bastante elevado y al ralentí vibraba mucho, pero al menos sus consumos eran bajos, con tan solo 7,7 l/100 km en ciudad, 5,4 l/100 km por carretera convencional a 90 km/h de media y 6,8 l/100 km en autopista / autovía a 120 km/h de media. Con un depósito de combustible de 51 litros su autonomía media rondaba los 700 km.
Su sucesor fue el mítico 1.3 JTD/MultiJet de idéntica potencia, ya con inyección por raíl común
La potencia se transmitía al motor a través de una caja de cambios manual de cinco marchas. Si se aceleraba despacio no se notaba mucho la entrada efectiva del turbocompresor (alrededor de las 2.000 RPM), pero si se pisaba el acelerador en primera se notaba el típico tirón del turbo. Las marchas estaban bien escalonadas, aunque el paso de segunda a tercera resultaba impreciso.
Como hemos visto antes, la pereza de su respuesta por debajo de este régimen provocaba la sensación de tener unos cambios largos. La dirección era sensible y precisa, con 2,65 vueltas de tope a tope y 10,4 metros de diámetro de giro entre bordillos.
Los frenos llevaban el esquema habitual del segmento, con discos ventilados delante y tambores detrás. El ABS se agradecía y se notaba en las distancias de frenado (tampoco espectaculares), con valores de 47 metros a 100 km/h y de 65 metros a 120 km/h.
Las suspensiones, con esquema McPherson delante y brazos longitudinales oscilantes detrás, con sus correspondientes muelles, amortiguadores telescópicos y barras estabilizadoras en ambos ejes, primaban sobre todo el confort. En ciudad se agradecía su tarado blando, pero en cuanto rodabas por carreteras con curvas rápidas y con mal piso los balanceos de la carrocería eran evidentes.
El Fiat Palio Weekend 1.7 TD era un pequeño familiar con un propulsor alimentado por gasóleo y dotado de turbo, aunque con respuesta a la antigua usanza. Los consumos eran aquilatados y se beneficiaba de la amplitud y modularidad de una carrocería familiar, pero con un déficit de espacio en la fila trasera. Un vehículo económico con espíritu familiar, que por cierto no se vio mucho por nuestra geografía, pero muy abundante en Brasil y países de su entorno.
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Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...Esta actualización ya tiene un pase, pero la primera versión no había por donde cogerlo, práctico sí, y barato, además los pocos que hubo por mi zona de esa primera versión envejecieron algo mal, quizás por unos dueños nada cuidadosos.
Es lo que suele pasar con los coches baratos, si se les presupone un valor bajo, se invierte poco en su mantenimiento, y a la menor pega gorda los “tiran”.
Hay muchos en Portugal, tanto 1.2i como 1.7td. Eran coches simples y baratos para comprar y mantener. En Portugal no había 1.9d en el Palio, solo en la pick up.
Hay tres circulado por Toledo, uno azul, otro gris y granate…..
Es soso, pero lo veo practico, el típico familiar de los 90, en referencia al calzado que mencionas, los 3 que he visto, montaban llantas de 15¨ no se si seria casualidad o no.
Añadir que es el típico coche que lo ves y parece que se a desmontar, pero aguanta bien el paso del tiempo, es un coche diseñado para eso, uso tranquilo para el día a día, que aguanta trotes y malos tratos….
Creo que el palio lo diseño la empresa idea que diseñó el primer Fiat tipo.
Cito del dossier de prensa del Palio de 1996: “El diseño es el resultado de una propuesta realizada por el I.D.E.A. Institute de Turín y perfeccionada en el Centro Stile Fiat que ha coordinado el desarrollo estilístico del modelo.” Efectivamente, el I.D.E.A. también colaboró en el diseño del primer Tipo, entre otros modelos de esa época.
En otras palabras, una cosa no quita la otra En el diseño de un coche participa mucha gente. Giugiaro se encargó del restyling.
Siempre lo vi como el sucesor espiritual del Innocenti Elba, q no era otra cosa q un Fiat Uno familiar. También indicar q había versión Pick Up llamada Strada