Coche del día: Chrysler ME Four-Twelve Concept

Coche del día: Chrysler ME Four-Twelve Concept

Un doloroso ejemplo de un superdeportivo que no pasó de ser un prototipo


Tiempo de lectura: 5 min.

Al Chrysler ME Four-Twelve se le puede considerar como un prototipo clásico que no pasó de este nivel. Presentado en 2004 en el NAIAS (Salón de Detroit), este superdeportivo ofrecía una tecnología germano-americana de primer nivel. En menos de un año se diseñó y se desarrolló. Los padres de la criatura fueron Brian Nielander -que se encargó del exterior- y Mark Walters -le tocó el interior-. Su nombre es una mezcla de las siglas en inglés de la disposición central-trasera del motor, sus cuatro turbos y sus 12 cilindros.

En 1998 Daimler-Benz y el grupo Chrysler se fusionaron, formando el tercer conglomerado automovilístico a nivel mundial, con el nombre de Daimler-Chrysler AG. Cual matrimonio ilusionado con grandes proyectos de futuro cargados de optimismo, dieron a luz a algunas de las criaturas más maravillosas que se podían construir.

En el caso de nuestro protagonista el pobre no llegó a nacer, y fue una lástima, pues este superdeportivo con motor central y de aspecto retrofuturista fue aclamado en el Salón del Automóvil de Detroit, combinando a la perfección el espíritu del diseño deportivo de Chrysler durante los 10 últimos años hasta la fecha.

Chrysler ME Four Twelve Concept 2

Este prototipo es un ejemplo de criatura mecánica soberbia que puede salir de la estrecha colaboración de dos grandes del mundo del motor: Chrysler y Daimler-Benz, y por un conflicto de intereses no pueda ver la luz

Algunos llegaron a pensar que podía rivalizar con la flor y nata italiana, o mejor aún, con el Bugatti Veyron 16.4. Después de algunos años de feliz matrimonio, en el que el grupo Daimler aportó un verdadero pastizal y se compartieron algunas plataformas, como los modelos 300C, Crossfire o Pacifica, se rompió el sueño.

En cuanto a su diseño, su discreto, elegante y afilado frontal contrasta con las enormes entradas de aire laterales situadas en las puertas, pero sobre todo con la zaga, con unas ópticas cargadas de luces LED a modo de panal de abejas. Cuatro salidas de escape completan esta trasera, y unas impresionantes llantas traseras de hasta 20 pulgadas rematan el lateral. Con las de 19 pulgadas podía calzar neumáticos de medidas 265/35 ZR delante y 335/30 ZR detrás.

Su alerón trasero está controlado por el ordenador principal del coche, desplegándose a partir de los 300 km/h. Gracias a este y a su sofisticada y estudiada aerodinámica su comportamiento es increíblemente estable a altas velocidades.

Chrysler ME Four Twelve Concept 7

Su diseño interior era de estilo neoclásico y al mismo tiempo muy funcional, muy atractivo a la vista. La verdad es que no fue un mero ejercicio de diseño y podía haber llegado a buen puerto de no ser por un conflicto de intereses entre los dos fabricantes. Y es que el enemigo estaba en casa, pues Mercedes-Benz estaba desarrollando al mismo tiempo el McLaren Mercedes SLR.

Si su aspecto exterior encandila a cualquiera que le gusten las obras de arte sobre ruedas, su poderoso corazón es lo mejor del vehículo. Con un V12 a 90 grados de 6 litros de cilindrada de origen Mercedes-AMG, con sobrealimentación mediante cuatro turbocompresores, desarrollaba 850 CV a 5.750 RPM y un par máximo de 1.150 Nm a 4.500 RPM. Va situado en posición central trasera.

Un V12 de 6 litros de origen Mercedes-AMG le permitía rozar los 400 km/h, alcanzar los 100 km/h desde parado en poco más de 3 segundos y los 160 km/h en algo más de 6 segundos

Solo llevaba un árbol de levas en cabeza (SOHC) y tres válvulas por cilindro. Todo este torrente de potencia se transmitía a la las ruedas traseras mediante una caja automática de doble embrague y siete marchas, patentada por la propia Chrysler y fabricada por el especialista Ricardo.

Chrysler ME Four Twelve Concept 6

Sus prestaciones estaban a la altura del rendimiento del motor, con una velocidad máxima de 399 km/h, una aceleración de 0 a 100 km/h en poco más de 3 segundos, y los 160 km/h en algo más de 6 segundos. Dejaba en zapatillas a rivales de la talla del Ferrari Enzo y al propio McLaren Mercedes SLR, y casi igualaba al Bugatti Veyron.

Como es de esperar, el equipo de frenos era espectacular, confirmado por sus discos ventilados carbocerámicos de 400 mm de diámetro y pinzas de seis pistones. El uso de aluminio/fibra de carbono para el chasis y de esta última para la carrocería y para su estructura interior en su construcción le permitía marcar un valor bajo en la báscula, de tan solo 1.310 kg. A modo de ejemplo, el asiento del conductor y su estructura, fabricados en fibra de carbono, solo pesaban 12,3 kg.

Era capaz de coquetear con el Bugatti Veyron y vacilar al Ferrari Enzo o al propio McLaren Mercedes SLR

Entre el elevado coste final del desarrollo de ME Four-Twelve y sus prestaciones netamente superiores al McLaren Mercedes SLR, algo que no veía con buenos ojos el grupo Daimler, los alemanes decidieron cortar el grifo de financiación y cerrar a cal y canto el proyecto. Además, a causa de una mala gestión y administración de esta megaempresa provocó una venta chapucera de Chrysler a un fondo de capital/riesgo, Cerberus.

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Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

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