Ya sabemos por experiencia que cuando se unen el diseño italiano y la tecnología estadunidense suelen salir como resultado vehículos tan especiales como el Bertone Ramarro Concept, que hoy os traemos hasta esta sección de Coche del día. En italiano, “ramarro” significa lagarto verde.
Esta misma fórmula ya la habíamos visto con anterioridad en marcas italianas del siglo pasado con modelos como el Monteverdi High Speed 375 o el De Tomaso Pantera, pero en esta ocasión no sería una firma de automóviles la que daría nombre al modelo, sino el afamado carrocero milanés Nuccio Bertone. Para 1983 aterrizaba desde el otro lado del charco en el Salón Internacional de Ginebra la que sería la cuarta secuela del deportivo por antonomasia yanqui, el Chevrolet Corvette C4.
Aquel mismo automóvil fue depositado en las instalaciones de Carrozzeria Bertone unos meses después, y junto a él un propulsor Chevrolet L98 V8 de 5,7 litros de cubicaje y 230 CV de potencia a 4.000 RPM, el mismo que empezarían a montar los Corvette a partir de 1985 y que ya contaba con un sistema de inyección TPi (Tuned-Port Fuel Injection).

La idea era ver qué podría hacer el diseñador con aquel Corvette en cuanto a diseño e innovación, además de que sería el primer coche salido de Carrozzeria Bertone rumbo a Estados Unidos, con el nombre del carrocero a modo de marca, no siendo parte de la denominación comercial, como había sido hasta ese momento con las versiones o concepts que había creado para los norteamericanos.
El Bertone Ramarro Concept fue la oportunidad del diseñador italiano de crear su propio automóvil, destinado al mercado yanqui, a partir de la base de un Corvette C4
Así que, bajo estas premisas, la empresa italiana se centró básicamente en crear una nueva carrocería que acoplar sobre el Corvette. En el apartado mecánico solamente incluyó dos modificaciones.
Por un lado, llevaba los elementos pertenecientes al sistema del aire acondicionado y radiador a la parte trasera del Ramarro, mientras que la rueda de repuesto pasaba a estar en el capó delantero, todo ello con el fin de poder rebajar al máximo la superficie frontal y lograr un Cx más bajo que el del Corvette de serie.

Por otro lado, el Ramarro estrenó un equipo de llantas de nuevo diseño y un juego de neumáticos que fabricó Michelin en exclusiva para aquel coche, con unas medidas finales de 240/45 VR17 en el frontal y 280/45 R17 en el eje trasero. Por lo demás, se mantuvo inalterado tanto mecánicamente como a nivel de bastidor, con los pertinentes ajustes para adaptarlo a las nuevas formas y medidas.
La nueva carrocería destacaba fundamentalmente por una silueta tipo cuña (wedge design), muy empleada en aquella época, donde las dos puertas laterales contarían con un sistema de apertura hacia adelante mediante una guía instalada bajo el nervio superior de sus aletas delanteras. El techo era acristalado, con un parabrisas panorámico de gran superficie y unas ventanas laterales siguiendo la línea a modo de cuña marcada por los contornos de las puertas. Con una cintura alta y muy marcada, la zaga fue recortada respecto a la del Corvette.
Una nueva carrocería, junto a un interior prácticamente rediseñado, son los aspectos más destacables del Bertone Ramarro Concept, manteniendo chasis, motor y caja de cambios prácticamente inalterados
En su interior se mantuvo el cuadro de mandos del coche donante, aunque se eliminó por ejemplo la palanca de cambios, que iba incluida en la consola central a modo de ruleta, junto a los mandos de la climatización y la radio. Otra de las novedades en el habitáculo era la introducción de un asiento de una sola pieza para las dos plazas disponibles.

Este podía abatir los respaldos de manera individual, dando acceso a los dos únicos huecos para poder transportar algo en el Ramarro. El maletero ya no tenía función como tal. Aquellos asientos se forraron en piel simulando el color verde y la textura del lagarto autóctono de Milán que le dio el nombre a este concept car.
El Bertone Ramarro Concept fue presentado oficialmente en el Auto Show de Los Ángeles en 1984, aunque en un inicio se habría planificado su puesta en escena unos meses antes, en la primavera de aquel mismo año en el Salón de Turín, aunque en última instancia Bertone decidió que aquel coche debía ser mostrado por primera vez en el país natal del Corvette, por ser este la base empleada para su creación.
Ya en 1985 el Ramarro, obra del carrocero milanés, fue premiado con el Car Design Award de la publicación Auto & Design por el nuevo enfoque dado al recién estrenado Corvette C4.

Tras aquel exótico Ramarro Concept, la empresa italiana cerró en 1986 un acuerdo con General Motors para la creación de ediciones especiales y modelos basados sobre algunos de los coches que la empresa norteamericana fabricó bajo su filial Opel en Europa. Uno de aquellos automóviles fue el Opel Kadett Cabrio, obra del diseñador transalpino, aunque también participó en el diseño de otros automóviles del grupo estadounidense como el Pontiac Fiero GT, consolidando así su relación empresarial.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS