Coche del día: Audi TT Roadster

Coche del día: Audi TT Roadster

Un icono del diseño, pero con techo de lona


Tiempo de lectura: 3 min.

La puesta en escena del Audi TT Roadster no solo sirvió para aumentar el interés de un coche que se había convertido en el centro de atención, supuso la confirmación del enorme impacto que había provocado la comercialización del coupé alemán. No en balde, mantenía la apreciada silueta, pero con el encanto de todo descapotable con techo de lona.

El Audi TT, cuya comercialización arrancó a finales de los 90, se ha convertido en un icono, un referente del diseño dentro de la propia Audi y, en general, para toda la industria del automóvil. Era una demostración de capacidades del Grupo Volkswagen, pues no debemos olvidar que bajo su interesante carrocería, se escondía la misma plataforma que la empleada, por ejemplo, para el Volkswagen Golf, para el SEAT León y para el Audi A3. Es más, bajo el capó estaba el ya carismático propulsor 1.8 turbo con culata de 20 válvulas, que se ofreció, en el caso del Audi TT, en diferentes versiones llegando hasta los 240 CV.

Con la carrocería descapotable, con el Roadster, el Audi TT ganó mucho más atractivo sin perder la esencia original del coupé. Entre los detalles más interesantes del TT Roadster –a la primera generación se la conoce como 8N, igual que al coupé– estaban los arcos cromados tras los asientos y la bonita tapicería con costuras tipo mocasín indio, que fueron un detalle innovador y con estilo. Cierto es que no le gusta a todo el mundo, pero por lo general, las opiniones eran, en su mayoría, buenas.

Audi TT Roadster (8N) (1)

Con el Audi TT Roadster, el equipo de diseño logró mantener la misma esencia del coupé pero con el encanto de todo descapotable biplaza

El Audi TT Roadster llegó en un momento muy bueno para el segmento. En muy poco tiempo, la oferta de modelos descapotables y con talante deportivo se multiplicó con opciones que todavía hoy resultan interesantes: Mercedes SLK –el R170, la primera generación–, el BMW Z3, el Porsche Boxster –el 986, la primera generación del modelo–, el Honda S2000… una época apasionante, que poco a poco se fue apagando y de la que apenas quedan cuatro retales.

Frente a esa competencia, el Audi TT Roadster destacó por su calidad de construcción, por su diseño y como todo coche perteneciente al catálogo VAG, también destacó por su facilidad de conducción. Las mayores alabanzas eran para el propulsor, sobre todo en su versión de 225 CV –y 280 Nm entre 2.200 y 5.500 revoluciones–, combinado con el sistema de tracción total quattro.

El TT Roadster nunca fue el modelo más deportivo del segmento, ni siquiera lo pretendía. El éxito llegó gracias a su diseño y a su combinación de buenas prestaciones y facilidad de conducción, que se acompañaba de unos consumos razonables, una usabilidad diaria que no tenía otros rivales y de una buena dosis de sensaciones al volante.

Y no era un coche barato, de hecho, era más caro que el Honda S2000 –6.890.000 pesetas para el TT de 225 CV y tracción total, y 6.300.000 pesetas para el S2000–. Solo el Mercede SLK 320, el más cercado al Audi TT por prestaciones, era más caro, con un precio de 7.420.000 pesetas.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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