Aunque el Audi Shooting Break no esté dentro de los cánones más comunes, lo cierto es que su carrocería pertenece a un tipo recurrente desde hace décadas. De esta forma, el concepto que quiso reflejar la marca alemana entra en una categoría popularizada durante los sesenta gracias a vehículos como el Volvo P1800 Shooting Break. Uno de esos modelos que dejaron huella en la historia del automovilismo gracias a una versatilidad fundada en mezclar conceptos a priori antagónicos. Y es que, ¿resulta coherente mezclar un vehículo de campo con un elegante y prestacional GT?
A riesgo de parecer una afirmación arriesgada la respuesta es sí. Hecho que se asienta en que los llamados shooting brake han sido tan escasos como presentes, siendo un tipo de carrocería nunca olvidada por las grandes firmas. Así las cosas, estos modelos que agrandan el espacio de carga gracias a una tercera puerta cuentan con ejemplos tan notables como el Aston Martin Vanquish Zagato o el Ferrari FF. Dos de los últimos y más espectaculares vehículos equipados con esta carrocería. Nacida en los sesenta, cuando los cazadores ingleses demandaron usos más versátiles para sus deportivos de dos puertas.
Una intención que legó el nombre al tipo de carrocería con el que Audi presentó en el 2005 las líneas maestras de la segunda generación del TT. Uno de los modelos más exitosos en su gama reciente, el cual se estrenó en 1998 con unas líneas rígidas que, sin embargo, fluyen para darle una incuestionable personalidad. Algo de lo cual también hace gala el Audi Shooting Brake a pesar de haber quedado en fase de prototipo. Una pena. Ya que sin duda esta variante con más espacio y practicidad hubiera sido un perfecto complemento en la gama del TT.
Que el Audi Shooting Break 2005 quedase en fase de prototipo restó a la gama del TT Mk2 el tener una variante con más espacio de carga sin renunciar a la deportividad
Audi Shooting Brake: golpe de efecto para la prensa
Cuando hablamos de automóviles siempre solemos centrarnos en su mecánica y diseño. Sin embargo, no debemos olvidar que son productos vendidos por empresas a las que han de cuadrar las cuentas. Por ello, la primera generación del Audi TT no sólo fue un logro tecnológico al hacer un deportivo popular y efectivo sobre la misma plataforma de un Audi A3. También fue un hito publicitario, generando una efectiva campaña de imagen de marca gracias a sus líneas tan atrevidas como sincrónicas con el resto de la gama.
Por todo ello, el listón para la segunda generación estaba muy alto. Razón por la cual la marca de los cuatro aros decidió llamar la atención de los medios presentando el prototipo Audi Shooting Brake en el Salón de Tokio de 2005. Un ejercicio de estilo donde se ven las lineas maestras del rediseño del TT, usando además la efectividad visual de un tipo de carrocería tan escasa como llamativa. La misma que complementó al descapotable en el BMW Z3 con el modelo Coupé, siendo uno de los dos plazas más encantadores e inteligentes de los últimos años.
Además, en lo que se refiere a la motorización los típicos cuatro cilindros del TT fueron reemplazados por un V6 de 3’2 litros y 250CV. Un propulsor que ya era el tope de gama del modelo desde 2003, el cual transmitía su fuerza al suelo a través del sistema de tracción total Quattro para lograr un comportamiento de lo más efectivo. Deportividad que se intuye desde un primer vistazo, con un conjunto presidido por una enorme parrilla finalmente rematado en una trasera ancha y contundente. Atributo definitorio de los shooting brake, los cuales suelen tener un coeficiente aerodinámico mejor al previsto gracias a la forma en la que cortan su zaga.
Este tipo de carrocerías vienen dándose desde que a comienzos de los sesenta se mezclase el concepto GT con la versatilidad requerida por los cazadores británicos
Otra de las razones para lamentar que el Audi Shooting Brake de 2005 no llegase a serie. Al fin y al cabo, no deja de ser uno de esos extraños ejemplos en los que un prototipo realmente práctico y apto para la gran serie se ha quedado en la fase de estudio. Un hecho que privó al popular TT de tener una versión con amplio espacio de carga sin renunciar a un ápice de deportividad.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Me vais a perdonar, pero yo veo a todas luces un Scirocco, el cual salió después de este concept, allá por 2008. Por cierto, no fué ni coupé ni fué nada, tan solo un Golf con cuatro plazas y trasera aplastada, nada que ver con las series I y II de Giugiaro o Herbert Schäfer. Un saludo!
Cierto, algo se parecen, sobre todo en los hombros del pilar C. Es posible que, como pertenecen al mismo grupo, hayan aprovechado parte del diseño.