Este subcompacto premium concentra toda la pasión italiana en unos escasos cuatro metros, uniendo la tradición, espíritu deportivo y exclusividad de Alfa Romeo, movido en este caso por un propulsor diésel. Con el MiTo el fabricante italiano quiso realizar un ataque directo a los urbanos de carácter premium, en un terreno que aún no había tocado. El Alfa Romeo MiTo 1.6 JTDm era la versión diésel de mayor potencia.
Estaba diseñado para llegar al público más joven, sin predilección por uno u otro sexo, con un diseño juvenil, personal y deportivo. Apuntaba con claridad al caro superventas Mini. Se diseñó con el pensamiento de imprimirle una elevada carga estética, creando un coche diferente, con su propio ADN, aunque derivase del Fiat Grande Punto.
Su frontal está dominado por su grande y clásica calandra vertical, situando la matrícula en su lado izquierdo. Los grupos ópticos delanteros unifican todo el sistema de iluminación excepto los faros antiniebla. Los grandes paragolpes se integran perfectamente con la carrocería, con dos estructuras en la parte inferior externa, a modo de pequeños spoilers.
El lateral destaca por unos pasos de rueda generosos, unas bonitas llantas (opcionales las de 17 pulgadas), unas ventanillas sin marco y algún cromado. La zaga está dominada por unos pilotos redondos con marco cromado, rematado por arriba por un discreto alerón que incorpora la tercera luz de freno, y por abajo un paragolpes con su parte inferior en color negro que imita un difusor.
Su habitáculo está bien terminado y es atractivo. Sus asientos de diseño deportivo y los materiales empleados para su fabricación sujetan bien al cuerpo en conducción deportiva. Cuentan con regulación lumbar y en altura, aunque resultan un poco altos en su posición más baja. El volante es regulable en altura y profundidad.
Dos grandes esferas presiden el cuadro de instrumentos, junto a dos más pequeñas y una pequeña pantalla multifunción. Las plazas traseras son pequeñas, más pensadas para peques que para adultos. El maletero también resulta pequeño, con unos 270 litros, aunque muy aprovechable, con rueda de repuesto de emergencia, algo de agradecer.
Su propulsor es un cuatro cilindros en línea en posición delantera transversal, con 1.598 cm3, y alimentado por gasóleo, con inyección directa common rail y un turbocompresor. Entrega 120 CV a 3.750 RPM, y su par máximo es de 320 Nm a 1.750 RPM. A partir de 1.500 RPM es cuando se nota la entrada de la potencia, con cierta brusquedad.
La versión Distinctive cuenta con la interesante opción de elegir entre tres modos de conducción: “normal”, “dynamic” y “all weather”; su funcionamiento se basa en controlar el tacto de la dirección y la entrega de potencia y par del motor
El modo “normal” se selecciona de forma automática al arrancar, el “dynamic” se utiliza para sacar el mayor rendimiento del motor, con una mayor entrega de par al activarse la función overboost, y el “all weather” en firmes de poca adherencia -reduce el par disponible-. En este acabado Distinctive tenemos Bluetooth y los mandos de control del equipo de sonido y de telefonía en el volante.
La caja de cambios es manual, con seis relaciones, con un tacto algo flojo que le da un comportamiento algo impreciso. Su velocidad máxima se acerca a los 200 km/h, rozando los 10 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado. Necesita poco más de siete segundos para recuperar de 80 a 120 km/h en cuarta, 8,5 y 10,7 segundos para el mismo registro en quinta y en sexta.
Aunque su peso supera los 1.200 kg, su consumo medio real está en torno a los 6 l/100 km, que no es un mal valor. Un buen equipo de frenos, con discos en ambos ejes -ventilados los delanteros- detiene a este pequeño MiTo en unos escasos 40 metros a 100 km/h, y 67 metros a 130 km/h.
Ciertos aspectos de su comportamiento y el tacto de algunos elementos recuerdan enormemente al Fiat Grande Punto; supuestamente sinergias de grupo. Por nombrar algunas sombras, la selección del modo de conducción no se queda memorizada, arrancando siempre en posición “normal”, al igual que la dirección, que en este modo resulta demasiado blanda. Tampoco resulta mucho mejor en posición “dynamic”, resultando poco comunicativa, a pesar de ir sobre raíles.
A destacar su pequeño tamaño, unos escasos 4 metros, lo que unido al modo de conducción “normal” y un motor potente, que nos permite movernos por ciudad con una respuesta suave y relajada. El modo “dynamic” sorprende por una respuesta más intensa gracias a un mayor desempeño del turbo. El coche resulta estable, se mantiene asentado a alta velocidad y no balancea de forma apreciable. Los ruidos percibidos, tanto de rodadura como del motor y aerodinámicos se sitúan en valores normales.
El MiTo entra de pleno en el segmento de los pequeños urbanos premium, compitiendo con armas como un suave, potente y ahorrador motor, interior muy atractivo y el diseño pasional que tan bien saben imprimir los italianos en todos sus productos, no solo en coches. Se fabricó en el periodo 2008-2015, con diferentes actualizaciones a lo largo de los años.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...La verdad es que no se porqué no tuvo más éxito. Salvo por algunas piezas demasiado iguales en forma (y tacto…) al Punto, estaba bastante bien hecho, era precioso, original y llamativo. Y ni siquiera era demasiado caro para el tipo de coche que es. Quizá se vio atrapado en el fuego cruzado entre Mini y A1, y sufrió eso tan típico de que el Alfa es la chica de la que te enamoras, y los alemanes la chica con la que te casas. Yo llevé una vez el QV de 170CV y la verdad, me pareció un cochazo. Pero… Leer más »
Estéticamente es sencillamente el utilitario más bonito jamás fabricado. No se cuantas veces lo habré configurado en la web….