El Acura Integra GS-R de 1996 de Edwin (Ja Rule) en “The Fast and the Furious” (2001) se hizo famoso por ser uno de los protagonistas en la primera escena de carreras callejeras de la saga. Aunque viendo la película podemos pensar que es un coche de mero relleno para no restar importancia al Mazda RX-7 de Dom (Vin Diesel) y el Mitsubishi Eclipse de Brian (Paul Walker), lo cierto es que no era solo una carcasa pintona.
“No eres el típico propietario de Acura Integra GS-R con gráficos en el lateral”, dijo Craig Lieberman, director técnico de las tres primeras entregas, mientras entrevistaba a Bill Kohl, un hombre que ahora rondará los 80 años y que era dueño del Integra rojo que el famoso rapero, productor y actor Ja Rule pilotó. Y, efectivamente no lo era: Kohl no empezó en el mundo del tuning después de que la franquicia inspirase a miles de jovenzuelos, ya sabía lo que hacía.
“La gente me miraba. En ese momento tenía 60 años, y se preguntaban ‘quién es este tipo’, ‘este viejo chaval’, si quieres, ‘quién tiene este coche de adolescente’… Todos querían correr, todos querían verlo”, explica Kohl en el vídeo. Lo que hace especial a este coche frente a todos los demás empleados en el filme, es que es uno de los relativamente pocos coches de exhibición preparados de la época. Parecía un coche capaz, una máquina que realmente podría resistir el maltrato de una fogosa sesión de circuito.
Sin que nadie ajeno a cinematográfica lo supiera, el Acura Integra GS-R conducido por Ja Rule era uno de los mejores de “The Fast and the Furious”
Construido el propio Kohl y Samko Racing Enterprises, cuenta con un kit de carrocería Wings West RS Racing y algunas modificaciones debajo del capó. Probablemente, no arrojará llamas de su escape como lo hizo en la gran pantalla, pero este Acura Integra GS-R viene con una nueva admisión, un sistema de escape deportivo, el árbol de levas del Type-R y algunas otras piezas de altas prestaciones. Por lo que sabemos, entrega más de los 170 CV y 128 Nm que declaraba el GS-R de serie, pero la cifra exacta permanece aún en secreto.
Kohl respondió a la audición de Lieberman para buscar vehículos que, originalmente, aparecerían en una película titulada “Redline”, y casi de inmediato, el director de la película lo nombró el coche de Edwin para la película. Kohl vendió el auto casi de inmediato, mientras que la publicidad era alta alrededor de la película, y desde entonces, ha cambiado de manos un par de veces. La última vez en 2014 por 50.000 dólares (45.365 euros) a un hombre en Florida, donde actualmente reside.
Kohl compró el coche para replicar a una versión de exhibición de un Honda Accord Coupé con especificaciones de competición. La plataforma del Integra GS-R era la más asequible y rápida
Aunque se construyen otras copias para la película, eran modelos Integra básicos con transmisiones automáticas para grabar ciertos momentos puntuales. Este es el que apareció en la escena inicial, y el único ejemplar que apareció en el rodaje y queda actualmente con vida. Tal vez no sea la nostalgia por las llamativas pegatinas, pero aunque las modificaciones sobre este Acura Integra GS-R tal vez no lo hacían tan bueno como el Type R, se acerca mucho. Es rápido sin sacrificar en extremo la fiabilidad.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Os recomiendo adjuntar la review de este coche realizada por Donut Media (Bumper 2 Bumper). EXQUISITA