El ‘culebrón Ghosn’ acaba de recibir un nuevo capítulo que embrolla, más si cabe, toda la historia que rodea al ex directivo de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Tras la fuga de Carlos Ghosn de Japón rumbo a Líbano, aseguró que su marcha era para huir de la injusticia y que revelaría nombres de altos cargos del gobierno de Japón, que estuvieron tras su arresto en 2018.

Unas declaraciones que el Ghosn realizó tras conocer que la fiscalía de Tokio había cursado una orden de arresto contra su mujer, alegando falso testimonio cuando compareció como testigo ante el tribunal del distrito de Tokio.

Y no ha tardado mucho en dar una rueda de prensa, donde ha dejado claro que el problema ha sido la incomodidad de Japón ante la interferencia del estado francés en la Alianza entre Renault, Nissan y Mitsubishi. De hecho, Ghosn ha dicho exactamente que “mi calvario se explica también porque a Japón le desagradaba la interferencia del Estado francés en la Alianza”. También atacó a los dirigentes de Nissan, quienes según él, han sido culpables del declive de la marca junto al gobierno japonés.

Carlos Ghosn también ha definido como una farsa la actual alianza y que recordó que en 2017, esta alianza era líder en el sector, con grandes planes de crecimiento y casi a punto de añadir a FCA: “Estaba negociando con John Elkann (presidente de FCA). Ahora todo eso se ha perdido, no se ha seguido adelante con la integración de Fiat Chrysler. ¿Cómo han perdido esta oportunidad de ser líder? Es increíble que esto haya pasado”.

El exdirectivo de Renault y Nissan ha defendido su inocencia con más fuerza, asegurando que todo ha sido orquestado por la propia Nissan y varios individuos para restaurar la reputación de la compañía. Al mismo tiempo, ha mostrado diversos documentos que, afirma, demuestran su inocencia destacando que se trata de un complot en su contra para echarlo de la alianza por planear la fusión entre Renault y Nissan, recordando además, que durante 17 años salvó a Nissan y dejó 20.000 millones de dólares en beneficios.

Igualmente, ha hablado del tiempo que ha estado arrestado, durante el cual, estaba muy vigilado y apenas se le dejaba hablar: “He pasado 138 días confinado en una celda en solitario, con 30 minutos de acceso al exterior por día, con acceso a una ducha dos veces por semana y con interrogatorios de hasta ocho horas por día”, ha asegurado el exdirectivo.

“Pensé que iba a morir en Japón. Fui interrogado durante meses durante ocho horas diarias sin presencia de mis abogados”, ha comentado Ghosn durante la rueda de prensa. “Cada día de mi detención he defendido mi inocencia. No estoy por encima de la ley, deseo que se sepa la verdad”. Sentenció después.

Mientras tanto, la fiscalía libanesa ha recibido una alerta roja de Interpol, que solicita el arresto de Carlos Ghosn, al mismo tiempo que el gobierno de Francia ha sugerido que no habrá extradición en caso de visitar el país. Ni Líbano ni Francia tienen tratado de extradición con Japón.