Tarde o temprano tenía que ocurrir, y fue ayer cuando la marca japonesa acaba de presentar su primer eléctrico, el Mazda MX-30. Con un diseño Kodo en consonancia con el resto de la gama, recupera las puertas traseras del Mazda RX-8, de apertura “suicida”, todo un guiño a su pasado.
El nuevo eléctrico de la marca monta una batería relativamente pequeña para lo que estamos viendo en el mercado. Tiene una capacidad de 35,5 kWh y va situada en el suelo del habitáculo. Es más estrecha por delante, formando una doble estructura de protección, intuimos que para protegerla de impactos laterales.
El motor está situado delante y mueve únicamente las ruedas delanteras. Mazda no especifica la potencia de este motor síncrono pero, como referencia, sí sabemos que los prototipos montaban un motor eléctrico de 144 CV y 263 Nm de par.
Sus dimensiones son algo mayores a las de un segmento B, con 4.395 mm de longitud, 1.795 mm de anchura y 1.570 mm de altura, con una batalla de 2.655 mm
“Al igual que con el resto de nuestros productos, los diseñadores e ingenieros tenían objetivos muy claros para nuestro primer vehículo eléctrico. Este debía tener un diseño sobresaliente y ofrecer una conducción excepcional, dos cosas que son parte esencial del ADN de Mazda y que nos distinguen de nuestros competidores. Pero también tenía que hacer una contribución positiva a la reducción de las emisiones a lo largo de todo el ciclo de vida del producto”, dijo Yasuhiro Aoyama, Presidente y Consejero Delegado de Mazda Motor Europe.
La nueva plataforma desarrollada para los vehículos eléctricos se denomina e-SKYACTIV. Contiene la batería en el suelo del habitáculo y emplea suspensiones ya conocidas, siendo al frente McPherson, mientras en la parte trasera se emplea el eje torsional.
La puertas traseras de apertura “suicida” dan paso a un habitáculo compacto pero bien resuelto
El interior tiene un diseño sobrio de gran calidad aparente, en consonancia con los últimos productos de la marca. Tal vez lo más destacable sea el empleo de materiales ecológicos, como piel no animal para los asientos o corcho en su consola central, que, por cierto, presenta un aspecto flotante, similar a algunos diseños de Volvo del pasado.
Mazda ha incluido un generador de sonido en su interior, que cambia de intensidad y tono en función del par motor. Esta simulación, según la marca, ayuda a mantener una velocidad constante. También incorpora el sistema G-Vectoring Control (GVC), desarrollado por Mazda, que ha evolucionado para explotar las ventajas del motor eléctrico (electric G-Vectoring Control Plus).
Algo que llama la atención en cuanto a su diseño, es el tamaño del morro en comparación con el resto del coche. Realmente no es necesario, pues el motor eléctrico es muy compacto. Es posible que Mazda haya querido dejar un maletero frontal, perjudicando el tamaño del habitáculo, aunque en las fotos no lo podemos ver.
El Mazda MX-30 llegará a los concesionarios en la segunda mitad de 2020, a un precio todavía por definir.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS