Marcas como Audi, Honda, Hyundai y Volkswagen han sido algunas de las precursoras más importantes en el campeonato Touring Car Racing (TCR) desde la temporada inaugural en 2015. Ahora, desde Hiroshima nos llega un nuevo competidor, el Mazda3 TCR. Basado en el compacto de la compañía, esta nueva versión nos hace salivar con una versión más picante que nunca llegará a las calles.
El nuevo Mazda3 TCR, ideado por la sede de diseño de la compañía en Irvine, California, está homologado para competir en cualquiera de las 36 clases de la serie TCR en todo el mundo, incluido el WTCR de la FIA. Por ahora, el coche hará su debut en la pista en el IMSA Michelin Pilot Challenge 2020 a principios del próximo año (26 de enero), con una carrera de 4 horas para comenzar el Rolex 24 del fin de semana de Daytona.
Aunque tome su base del Mazda3 estándar, el modelo destinado a las pistas ha ganado un gran alerón trasero y unas aletas muy ensanchadas. Otros cambios notables incluyen un difusor frontal de generoso tamaño y uno trasero bastante prominente también, con una sola salida de escape colocada justo en el medio. El conjunto se asienta sobre llantas Rays de 18 pulgadas envueltas en neumáticos Michelin Pilot y amortiguadores Bilstein (Öhlins opcionalmente).
El nuevo Mazda 3 TCR competirá mano a mano con las versiones de competición del Hyundai i30, Audi A3, Honda Civic, Volkswagen Golf, SEAT León o Alfa Romeo Giulietta
Las regulaciones de TCR obligan a los fabricantes a operar con un motor de gasolina de cuatro cilindros y 2 litros de alrededor de 260 kW. Para concretar en este modelo en particular, el propulsor turboalimentado del Mazda3 TCR cuenta con 350 CV y 490 Nm que cortan a 7.000 RPM. La potencia se aplica a las ruedas delanteras a través de una transmisión secuencial de seis velocidades firmada por SADEV o Xtrac (opcional).
En su configuración de mínima carga aerodinámica puede alcanzar los 241 km/h de velocidad punta. Una cifra respetable, cuya detención queda asegurada por un juego de discos y pinzas de freno Brembo de altas prestaciones. El interior ha sido despojado de todo aquello que no es esencial para aligerar el peso, aunque Mazda no ha detallado cuánto. Lo normal en esta competición es que los vehículos oscilen entre los 1.200 y 1.300 kilos de masa.
Si bien un coche de carreras está bien y llama la atención, solo podemos esperar que Mazda desarrolle una versión de calle para cubrir los placeres sensoriales que han hecho otros modelos como el Honda Civic Type R, o aunque fuese en forma de una tirada limita, como el Volkswagen Golf GTI TCR. Sería una buena oportunidad para revivir el apodo de Mazda Performance Series (MPS), pero todo esto es solo una ilusión por el momento.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS