Para el coche del día de hoy analizaremos el Jaguar X-Type 2.1 V6 con acabado Executive -el más lujoso-. Era la berlina más pequeña de Jaguar, con la que se pretendía renovar el aspecto tradicional de la marca y ofrecer una berlina elegante, cómoda, familiar teniendo como objetivo cubrir las necesidades de padres de familia, y también acercarse a un público más joven, pero manteniendo su estética deportiva sin renunciar al toque de distinción propio de la marca británica.
Apareció en el Salón de Ginebra en el año 2001, por entonces Jaguar formaba parte de Ford. Lo cierto es que este modelo marcó un antes y un después en la historia de la marca, pues se trataba del primer Jaguar con tracción delantera y la motorización diésel como opción. Su carrocería era muy estilizada, mezclando un aire deportivo con las líneas clásicas, manteniendo la gran parrilla frontal cromada, sus dobles ópticas delanteras y el estrechamiento de la misma en sus extremos.
Su interior resultaba espectacular con sus asientos tapizados en piel, al igual que el volante y el salpicadero -en un sucio color crema-, inserciones de madera noble, unos relojes con el fondo en color verde inglés y existencia de elementos cromados. La consola central podía estar presidida por una opcional pantalla táctil multifunción, que incluso podía tener televisión con el coche parado.
Entre su equipamiento de serie contaba con tres años de garantía (ampliables a cinco), control de tracción (el control de estabilidad era opcional en las versiones con el motor 2.1 de gasolina), climatizador, asiento del conductor con múltiples regulaciones eléctricas, cuatro elevalunas eléctricos volante regulable en altura y profundidad, seis airbags y un equipo de sonido de cuatro altavoces -sin reproductor de CD-, mandos de la radio y el teléfono en el volante, un cómodo apoyabrazos central deslizante, luces en las puertas y algunas diferencias de decoración respecto a sus versiones menos equipadas.
Tal vez su mayor punto débil fuese su motor, asociado a una caja de cambios automática que no contribuía a unas prestaciones brillantes
El propulsor era un bloque de seis cilindros en V que cubicaba 2.099 cm3, con cuatro válvulas por cilindro y alimentación por inyección electrónica multipunto. Podemos verlo nombrado como 2.0 V6 también. Entregaba 156 CV a 6.800 RPM y un par máximo de 196 Nm a 4.100 RPM. La velocidad máxima homologada era de 210 km/h y necesitaba algo más de 9 segundos para pasar de 0 a 100 km/h, unas prestaciones algo pobres para una berlina media con pretensiones de tal.
A su favor decir que este V6 era pura suavidad, con unos niveles de vibraciones y de ruido mínimos; al ralentí daba la sensación de estar parado. Su cambio de marchas automático (Jatco, japonesa) realizaba los cambios con mucha suavidad y de talante conservador, pues no permitía un régimen alto de vueltas salvo que pisásemos a fondo el acelerador.
Esta última acción había que hacerla a menudo, cuando nos encontrábamos con una pendiente o teníamos que enfrentarnos a un adelantamiento, lo que repercutía en unas recuperaciones pobres y en unos consumos elevados, del orden de los 14 l/100 km en ciudad y de 10 l/100 km por carretera. Esta caja automática no tenía mando secuencial, pero si contaba con dos programas de funcionamiento: “Normal” o “Sport”. La casa británica ofrecía la opción de una caja manual de cinco relaciones fabricada por Getrag.
Al confort de marcha contribuía también una amortiguación tirando a blanda, filtrando casi a la perfección todas las irregularidades del firme. En el eje delantero llevaba esquema McPerson delante y parelogramo deformable detrás, con sus correspondientes resortes helicoidales, amortiguadores y barras estabilizadoras en ambos ejes. Esta amortiguación era suave en movimientos rápidos de la rueda, manteniendo a raya los movimientos amplios de la carrocería. El muelle ofrecía muy poca sensación de rebote del muelle, e igualmente filtraba mucho la sensación de dureza del mismo al pasar por pequeños baches.
El X-Type era prácticamente un Ford Mondeo recarrozado, pues contaba con el mismo bastidor, pero con algunas modificaciones que mejoraban un coche que de por sí ya era muy bueno
Igualmente la suspensión delantera era muy similar, pero con elementos diferentes, como los casquillos, muelles y amortiguadores. La suspensión trasera era la misma que la que llevaba el anterior Ford Mondeo familiar, casi igual que la del X-Type de tracción total, pero sustituyendo también los casquillos y algunos brazos de suspensión transversales. Curiosamente, la rigidez torsional del Jaguar X-Type era algo inferior a la del Ford Mondeo, 16.500 Nm/grado frente a 16.800 Nm/grado.
Se trabajó mucho en la reducción de la fricción entre los distintos elementos móviles de la suspensión -según David Lewis, un de los responsables del proyecto, “el enemigo de la transmisión de fuerza es la fricción”-. También se sustituyeron las juntas homocinéticas por unas GKN, con el mismo objetivo de reducir la fricción. Para evitar que la transmisión de fuerza fuese un problema Jaguar reemplazó los semiejes de transmisión del Mondeo por otros de la misma longitud; la mayoría de los coches de tracción delantera lleva los dos semiejes de transmisión de distinta longitud.
Para redondear el confort del producto comentar que los neumáticos eran de medidas 205/55 R16, con un perfil tirando a bajo, pero que no perjudicaban para nada el confort. Sus frenos eran de disco ventilados delante y macizos detrás. Otro elemento aliado para hacer viajes cómodos era el control de crucero, de fácil manejo desde unos mandos en el volante, rápido en reaccionar a las constantes variaciones del tráfico.
La motricidad, algo que preocupaba a los ingenieros de Jaguar, no resultaba problemática en condiciones normales, ni siquiera al acelerar a la salida de una curva se tenía la sensación de que el volante tirase. Podríamos añadir algún punto “oscuro”, como la poca altura del puesto de conducción o un maletero con la boca de carga alta, poca altura interior y una capacidad pequeña en valores absolutos, pero la mayor vista en un Jaguar (456 litros).
Este X-Type estaba diseñado y pensado para disfrutarlo por autovías y autopistas y olvidarse de las prisas, observando el paisaje -algo que casi nunca hacemos cuando viajamos, nos contentamos con ir de A a B- y/o mantener una conversación con nuestros compañeros de viaje. La ausencia casi total de ruidos y un elevado confort de marcha nos acompañarán en nuestros viajes.
El X-Type estaba indicado para el que buscase el lujo y la comodidad en el segmento D vista desde el punto de vista de la casa británica, dejando en un segundo plano las prestaciones puras e incidiendo sobre todo en el placer de una conducción relajada estilo “british”. Un coche con traje británico pero con esqueleto, corazón y músculos de Ford.
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Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...Este coche me pareció siempre precioso. Lo que son las cosas; en esa época casi era un “escándalo” que un Jaguar tuviese plataforma Ford y tracción delantera, me gustaría ver a muchos “ingenieros de barra de bar” de los que lo ponían a caldo entonces paseándose hoy con su flamante BMW X1 de 3 cilindros y tracción delantera; o con su Mercedes DCi. Ahora bien…así como hace unos días hablábamos de lo bien que han envejecido los Volvo S60 y lo modernos que aún se ven; con este Jaguar pasa lo contrario…no solo se ven viejunos, sino que me da… Leer más »
Soy el único al que le parecía hermoso, único y elegante y se indigna con los modelos actuales genéricos (salvo el F-Type)?
No, a mí también me parece hermoso. Creo que a pesar de tomar el Mondeo como base, su lenguaje de diseño es totalmente jaguar. Y opino lo mismo de su línea actual. Saludos.
Experimento para acercar un Jaguar a manos de plebe (en aquel entonces).
A mí sí me comió el tarro. Su esculpido clasicismo en color verde me anduvo rondando, y mucho, los sueños de la siesta. Me importaba un pimiento su descendencia Mondeo o tipo de tracción. ¡Quería uno!…¡y lo que son las cosas!….¡al final!…..¡mis sueños!……no se hicieron realidad ?
La verdad que pese a ser el patito feo, tenia su encanto, que fuera un mondeo, con traje ingles, pero en aquellos años, ver un coche que rompía con todo, resultaba raro.
Luego ya esta el tema de fiabilidad, si tenia los males de su hermano, o no, si era un poco rana, dudo que gustara a los compradores.