La firma de la estrella ha presentado el remozado Mercedes-Benz GLC Coupé para este 2019, que se ha sometido a una actualización a mitad de vida. Nuevos motores, nuevos elementos estéticos y más tecnología a bordo. Su presentación oficial tendrá lugar el próximo 19 de abril, durante el Salón del Automóvil de Nueva York, pero Mercedes ya ha adelantado algunos datos.

Presentado en la misma cita hace tres años, el Mercedes-Benz GLC Coupé actualiza su imagen con una cara más agresiva. Tanto los pilotos (LED High Performance) como la parrilla diamantada son de nueva factura, asemejándose más al resto de los compañeros de la casa germana. La vista lateral queda definida por la distintiva caída del techo, mientras que en la zaga se ha optado por integrar un embellecedor inferior más prominente y cambiar la firma lumínica.

También se han integrado nuevas tonalidades en la paleta de colores y nuevos diseños para las llantas de aleación, de 18, 19 o 20 pulgadas si están firmadas por AMG

En el interior, el Mercedes-Benz GLC Coupé cuenta con la última generación del sistema de información y entretenimiento MBUX (Mercedes-Benz User Experience) de la casa. Tras el volante domina una pantalla táctil de 12,3 pulgadas que hace de cuadro de instrumentos. A su lado, una pantalla flotante sobre el salpicadero que puede ser de 7 o 10,3 pulgadas. Un panel táctil reemplaza la rueda giratoria del modelo que precede, mientras que el reconocimiento de voz y el control gestual están disponibles para su uso con el manos libres activado.

La oferta mecánica se compondrá de una gama de motores gasolina y diésel de cuatro cilindros en línea y 2 litros. Todos ellos cumplen con la normativa Euro 6d -antes del cambio en la legislación prevista para 2020- gracias al empleo de filtro de partículas, catalizador de oxidación o sistema de reducción catalítica selectiva (SCR) mediante AdBlue. En el caso de los propulsores de gasolina, están todos electrificados mediante un sistema eléctrico de 48 voltios (EQ Boost), un sistema de hibridación ligera.

La opción de acceso es el GLC 200 4Matic, con 197 CV de potencia y 320 Nm de par máximo, apoyado por un pequeño motor eléctrico de 10 kW y 150 Nm. Su consumo medio homologado oscila entre 7,1 y 7,4 l/100 km. El GLC 300 4Matic es la opción más potente de gasolina. Con el mismo bloque, pasa a entregar 258 CV y un par máximo a 370 Nm. El motor eléctrico y las cifras de consumo se extrapolan a esta alternativa de igual manera, según el equipamiento y los neumáticos elegidos.

En el lado del gasóleo, es escalón de acceso proporciona 163 CV y 360 Nm de par motor máximo con un consumo de entre 5,2 y 5,5 l/100 km. Subiendo en la gama, el GLC 220d 4Matic alcanza una potencia de 194 CV y un par máximo de 400 Nm, manteniendo de igual manera intactas las cifras de consumo homologadas. Y la opción diésel más potente, el GLC 300d 4Matic, llega hasta los 245 CV y 500 Nm de par. El consumo mixto en ciclo de homologación es de 5,8 l/100 km.

Más tarde llegarán versiones más potentes a la gama, como un Mercedes-AMG GLC 43, por ejemplo. De momento, la oferta se asociará únicamente a la caja de cambios automática 9G-Tronic y al sistema de tracción total 4Matic de la firma de la estrella. La suspensión de serie se conforma con amortiguadores adaptativos, pudiendo ser sustituida bien por el denominado por la marca Dynamic Body Control o por la suspensión neumática Air Body Control.

Además, entre los sistemas de asistencia ya disponibles en la gama Mercedes destacan la advertencia de salida de la carretera, el asistente de maniobras con remolque, la cámara de visión periférica de 360 grados y el aviso de atasco en los próximos kilómetros, entre otras cosas.