Ha sido una semana realmente intensa debido al Salón de Ginebra y todas sus novedades en forma de deportivos, SUV y muchos, muchos coches eléctricos. Por esto, he decidido que el coche de hoy –Nissan Almera GTi– sea algo sencillo en todos los sentidos, un modelo centrado en ofrecer al conductor la sola experiencia de conducir sin superficialidades ni aditamentos innecesarios. Es un coche que nos retrotrae (a algunos, por edad) a una época en la que las prioridades eran bien distintas a las actuales. Y sí, lleva apellido GTi, pero eso es lo de menos…
Porque de un tiempo a esta parte se han puesto muy de moda los acabados deportivos asociados a todo tipo de motores, incluidos aquellos con un nivel de potencia que no se corresponde con la estética que sugieren sus denominaciones (S-Line, GT Line, ST line y un largo etcétera).
También hubo un tiempo en el que las variantes deportivas estaban claramente diferenciadas de sus hermanos de gama y eran fácilmente reconocibles. Y entre medias, una época un tanto gris en la que la estética pasó a un segundo plano, ofreciéndose cambios menores en las variantes de talante deportivo que muchas veces se reducían a unas llantas específicas o un discreto alerón. Ejemplos de estos se me ocurren el Golf IV GTI, el Opel Corsa C GSi o Citroën Xsara VTS.
El Almera GTi se podría incluir en este último grupo, pero con la particularidad de partir de una base ya de por sí discreta, pues la primera generación (N15) contaba con un diseño un tanto anodino. A la versión GTi se le cambiaron las llantas por unas de 15 pulgadas y se colocó un trozo de plástico bajo el paragolpes delantero. El alerón o los antinieblas ya los llevaba el SR de 100 CV. Discreción desde cualquier punto de vista.
El énfasis estaba puesto entonces en agradar al conductor una vez se sentara tras el volante, y no desde el momento en que se acercara al garaje a contemplar su «máquina». Para empezar, el bastidor del Almera brillaba con luz propia independientemente de la mecánica, por lo que los ajustes recibidos en la suspensión o los discos traseros en sustitución de los tambores no hicieron más que redondear un conjunto de lo más satisfactorio.
Ofrecía un comportamiento sin tacha, estable en cualquier situación y sin la necesidad de manos expertas si se trataba de llegar al límite de su motor como sí ocurría en un 306 S16, por ejemplo.
Los 143 caballos extraídos del excelente bloque de 2 litros tomado del Primera se domaban con facilidad, mostrando una entrega de potencia lineal con un buen medio régimen, pero aunque no decaía hasta más allá de las 6.000 vueltas, tampoco resultaba tan contundente como el 2.0 de PSA o el VTi de Honda. Era por tanto un coche rápido y cómodo en cualquier terreno, sin que las connotaciones de sus siglas se cumplieran en realidad.
En el interior se repetía la historia al hallar un salpicadero bien construido, pero sobrio a más no poder. La nota de color la ponía el jaspeado de la tapicería, aunque al menos los asientos de corte deportivo ofrecían una buena sujeción, que con la vista puesta en agradar el conductor era lo realmente importante. Solo el cuero en el volante o la palanca de cambios delataban a la variante GTi.
Y como no todo es aparentar, el Almera GTi se posicionaba en una situación ventajosa desde el punto de vista económico. Igualando equipamientos entre sus rivales, ya que el Nissan no dejaba lugar a opciones a excepción de la pintura metalizada, el Almera quedaba por debajo de ellos. En definitiva, un conjunto redondo centrado en un único objetivo: disfrutar al volante cualquier día del año y en cualquier ocasión sin que nada más importara. ¿Hemos visto algo parecido en Ginebra?
Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.Hola, yo tengo mi Almera GTI desde 1997 en rojo 2 puertas y 143 CV , y no le pienso dar de baja, de hecho, le acabo de pintar entero y desmontando todo lo desmontable…. tiene 275.000 km. y suena de maravilla.
Estoy deseando lucir brillante con él……
Sigo disfrutando uno de estos a mayo de 2021 y es una delicia de conducir, nunca hace un extraño aunque lo lleves al límite. Solo puedo hablar maravillas de el. El mio va camino de los 350000km y solo he tenido que hacer reparaciones menores. Ojalá pudiera comprarmelo de nuevo en buenas condiciones. Es cierto que estéticamente no destaca demasiado, pero hicieron un restiling con los faros negros que tiene mucha más personalidad.
coche soso donde los haya. El de las fotos se salva por los faldones pero ese no se vendio aquí
Es leer o escuchar “Almera”, y me arrastro sin remedio a recordar uno de sus spot https://youtu.be/bw4tvCYbFgE
¡¡¡Oyoyoyoyoyyy!!!
La verdad que ya no solo esta versión GTI, el Almera, hay sido el único coche que ha vendido, sus sustitutos, por algún motivo, nunca han terminado de cuajar, vale que su buque insignia, triunfe, pero, otros fabricantes venden SUV y compactos y no pasa nada.
Si Nissan vuelve con el Almera, so posiciona bien, monta motores en condiciones y hace campaña, seguro vuelven a vender, el puslar no era mal coche, pero no se le dio mucha publicidad, estaba muy mal motorizado, faltaban versiones con sustancia mas allá de la versión turbo…
El problema del Pulsar no eran los motores… tenía el escalón que más se vendía (en torno a 110 CV) y una más prestacional que no se compró casi nadie. Era una mezcla de no saber venderlo, dar demasiado protagonismo al Qashqai, que no brillaba en habitabilidad o que la competencia tenía coches más pensados específicamente en Europa, ya que el Pulsar venía de Asia-Pacífico.
Y no era en modo alguno un mal coche, la relación calidad/precio era brutal, especialmente las últimas unidades, que las soltaron a partir de 12.000 euros y bien equipadas.