Asumiendo como cierta la afirmación de que la perfección no existe, el Mercedes-Benz E 500 se acercó como ningún otro a la excelencia en el sentido más amplio del término. Empezando con algo tan subjetivo como la estética, al que escribe le parece la generación más atractiva de todos los Clase E diseñados hasta la fecha, con unas líneas que abandonaban definitivamente las formas cuadradas de modelos precedentes por unos trazos que aunaban elegancia y dinamismo.
Por otro lado, aunque a la gran mayoría de conductores les resultase más que satisfactorio un 320 CDI de elevadas prestaciones y bajísimos consumos, un motor de gasolina de ocho cilindros era demasiado tentador como para pasarlo por alto.
El W211 fue lanzado en 2002 con la premisa de ser la berlina más avanzada construida hasta la fecha. Para ello, el departamento de desarrollo recibió un cheque en blanco para su producción y la inversión final ascendió hasta los 2.000 millones de euros. Se partió de una plataforma completamente nueva realizada en acero de alta resistencia y laminado flexible con soldadura láser, lo cual permitió aumentar su rigidez en un 18 %.
Sus cotas variaban poco con respecto a su antecesor, manteniendo la misma longitud de 4,81 metros, aunque se aumentaron la altura y anchura en 2,3 y 1,2 centímetros, respectivamente. Mejorar lo bueno siempre es difícil, pero igualmente se trabajó en la aerodinámica para rebajar el Cx de 0,27 a 0,26.
El interior del Clase E W211 se modernizó en la misma medida que la carrocería. Manteniendo el estilo básico y reconocible de Mercedes, la consola central en forma de “cascada” suavizó sus trazos con líneas curvas tanto verticales como horizontales, con una moldura en contraste que recorría el salpicadero de un lado a otro.
Veíamos por primera vez cómo la madera cedía a otros materiales sin que desentonara en el conjunto, demostrando que algo estaba cambiando en Mercedes… Afortunadamente, la calidad se mantuvo a unos niveles que no hemos vuelto a ver en la berlina de la marca de la estrella, o al menos con el mismo esmero que en este W211. Lástima que el diseño del volante no acompañase.
La tecnología propia y la tomada de otros modelos de Mercedes, hacían que este Clase E se convirtiese en la mejor berlina del momento, al menos hasta que sus rivales movieron ficha un par de años más tarde
Decía más arriba que los motores CDI cumplirían las expectativas de muchos conductores, y más cuando Mercedes llegó a ofrecer hasta 5 versiones con potencias que oscilaban entre los 122 y los 260 CV del poderoso 400 CDI. También hubo lugar para un modelo AMG, el E55 con 476 caballos no aptos para todos los públicos. De esta manera, el E 500 se antojaba como la opción más purista. Un bloque de 5 litros, ocho cilindros en V y tres válvulas por cilindro que rendía 306 CV y 460 Nm de par.
Asociado a un cambio automático de cinco velocidades, el funcionamiento del conjunto enfatizaba la comodidad en detrimento de la deportividad, pero no por ello el E 500 carecía de fuerza, con un empuje constante en la zona media del cuentavueltas capaz de dejarnos pegados al asiento con una ligera insinuación al acelerador. Declaraba un 0-100 km/h en 6 segundos, mientras que el kilómetro se cubría en menos de 27 segundos, cifras más que suficientes para una berlina como el Clase E sin apellidos.
El E 500 contaba con otra característica que dejaba a las claras por qué era la berlina más avanzada del momento. Me refiero al Airmatic DC, la suspensión neumática que venía de serie con esta motorización y podía equiparse como opción en el resto de la gama. Un sistema que podía funcionar de manera totalmente automática o a través de la selección de uno de sus tres modos prefijados.
Con él, la dureza de la amortiguación variaba según las necesidades de cada situación, analizando parámetros como las condiciones de carga o el estilo de conducción. Asimismo, controlaba la altura de la carrocería dependiendo de la velocidad, reduciéndose 15 milímetros al superar los 140 km/h y volviendo a su posición original al rebajar los 70 km/h.
El Airmatic servía como complemento a otras ayudas con las que también contaba el Clase E, y aunque algunas de ellas estaban ya extendidas (EBD o ESP), se tomó del SL otro elemento diseñado junto a Bosch, el SBC, que actuaba sobre los frenos con el objetivo de controlar la fuerza de frenado en cada rueda, redundando en la máxima eficacia ante detenciones de emergencia. Por todo ello, la estabilidad del E 500 brillaba a un nivel que de nuevo rozaba la perfección, aderezándose con ese toque especial de todo vehículo de propulsión.
Un coche en el que el confort se elevaba a límites inalcanzables para muchos de sus rivales y que evidenciaba el por qué Mercedes era el espejo en el que mirarse por entonces. Claro, que como bien es sabido, toda esa tecnología tenía un precio. En este caso 64.350 euros, -5.000 más que un BMW 540i-. Pero para acercarse aún más a la perfección, ahí estaba la larga lista de elementos opcionales que podían engrosar la tarifa final todo cuanto quisiésemos, destacando el techo panorámico o los asientos multicontorno calefactados y ventilados.
Quizá alguno de vosotros lo haya conducido lo suficiente para corroborar si el E 500 estaba tan cerca de ser el coche perfecto. Por desgracia, nunca pude permitirme comprármelo cuando salió al mercado hace 16 años, pero aún hoy me sigue pareciendo un modelo de lo más tentador.
Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.Veo a menudo un Clase E que creo que lleva el pack Business Edition que le mete un eescape a cada lado como el de las imagenes de arriba y unas llantas multiradio del SL55 AMG de la epoca que le quedan increible. Es el coche hecho elegancia.
Mercedes es clase E, ese modelo le salvo la vida siempre, w124 en lo personal es el elegido.
Debo reconocer que el w211 le volvió a dar él aura a la clase e qué creó él w210 no pudo mantener de su predecesor.
Estoy de acuerdo que este modelo posiblemente sea el último gran clase e presentado, por calidad, confiabilidad y respetando la esencia MB.
Sds
Un vecino tiene uno con llantas opcionales (Mercedes tambien) cuantos más años tiene más bonito me parece