El Nissan Patrol era un todoterreno de verdad, de los que se adquirían para usarlos por el campo como herramienta de trabajo, nada de postureo guay estilo SUV. Su popularidad y robustez dió la vuelta al mundo, y en nuestro país adquirió una muy notable importancia, pues su evolución está ligada a la historia del automóvil en España.
La primera generación nació en 1951, pero la que nos interesa se presentó en 1980 (160 de código interno) ya que fue la más popular, que se construyó hasta 1989, si bien aguantó hasta 2003 en Irán. Tenía la clásica concepción de un todoterreno, o sea, un bastidor tipo escalera con largueros y travesaños, tracción 4×4 conectable a voluntad y una suspensión con amortiguadores y ballestas. Se construyó al menos con tres carrocerías distintas: corta de tres puertas -4,23 m de largo-, larga de cinco puertas -4,69 m de largo-, pickup techo bajo, techo alto, de dos, tres, cinco, siete y nueve plazas, con portón abatible o de doble hoja. Además, tuvo varias versiones especiales: Dakar, BS, Top Line, Top Green, Polaris, Canarias, Forest…
También fue un modelo que utilizaron -y siguen utilizando- los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (Bomberos, Ejercito, Policía, Guardia Civil…)
El Patrol español se produjo en la factoría que la empresa Motor Ibérica poseía en la Zona Franca de Barcelona, ya que Nissan tomó el control de dicha empresa en 1980. Se exportó al resto de paises europeos; la producción en Barcelona arrancó en 1983, las primeras unidades bajo marca Ebro. Los motores iniciales que llevaban tenían unas prestaciones bastante modestas, el primero fue un diesel 2.7 de cuatro cilindros y 70 CV (MD27 Perkins), nada apretado como vemos, y con una gran fiabilidad, conocido por su uso en furgonetas Ebro y todoterrenos Jeep. Estaba asociado a un cambio de cinco marchas y reductora.
En 1985 sufrió un restyling centrado en mejoras de acabados, nuevas llantas y unos faros rectangulares y dos nuevos motores diésel: un 2.8 de 76 CV y un 3.3 de 95 CV (el seis cilindros). En 1987 se introdujeron un 2.8 litros turbodiésel de 95 CV y un 4.0 litros de gasolina con 120 CV, ambos actualizados en 1989 a 136 CV y 115 CV, respectivamente. Estaban dotados de un peculiar sistema eléctrico, ya que llevaban dos baterías, con una tensión nominal de 24 voltios.
Estaba diseñado para moverse por el campo, donde era muy eficaz, aunque por carretera estaba muy limitado por sus prehistóricas suspensiones y la escasa potencia de sus motores, al menos las primeras ediciones. Una aerodinámica cuadrada lastraba el conjunto entero, algunas versiones no podían llegar a 120 km/h.
Su sustituto inmediato fue el Nissan Patrol GR, correspondiente a la cuarta generación (260), fabricado desde 1989 hasta el 2001, una evolución del 160 español a partir del mismo chasis. La quinta generación (Y61) se fabricó entre 1998 y 2009 y estuvo disponible con mecánicas más potentes, como los 4.5 y 4.8 de gasolina y 2.8 turbo diesel, 3.0 turbo diesel, 4.2 diesel y 4.2 turbo diesel.
El motor de 4.5 L de gasolina, conocido como TB48DE, fue totalmente modificado en algún rincón de los Emiratos Árabes Unidos y fue capaz de llegar a más de 2.000 CV, permitiéndose el lujo de dar un buen repaso a criaturas de nobles familias como Lamborghini y Ferrari.
La sexta generación, denominada Y62, llegó más refinada y alimentada por un motor VK56VD de 5.6 V8 de 400 CV, con un montón de pijadas electrónicas que llevan actualmente muchos SUV y los pocos TT que quedan, pero que no se vendió en Europa por su peso, consumos y contaminar muy mucho. En Oriente Medio campan a sus anchas.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...ni idea ni hacertaste los motores ni los modelos
Gulliver era paradójico. Por fuera, tosco, intimidaba de verdad. Sus armas: capot tamaño campo fútbol sala y unas defensas, si las llevaba, tipo mazmorra custodiando portón de doble hoja. Si dispusiera de bola de remolque, no había osado liliputiense a apararcar pegadiiiiito a su vera. Con cierta vocación cívica, era un primor verlo marcar los tiempos al peatón en los pasos de cebra. Por dentro, parco, todo práctica ternura. Sus sentimientos: dirección suave al ras de seda y algodón rozando. Cambio con recorrido blandito hasta que apacible engranaba. Suspensión confortable, aduladora. Aguantaba tratos salvajes sin descuajaringarse el plástico más debil… Leer más »
Buen coche en campo, aunque el voladizo trasero, tan largo en las versiones 3p, podía traicionar en alguna ocasión, unido a la poca elasticidad de las ballestas.
Respecto a los motores, tengo entendido que los diesel de 6 cilindros, sobre todo el 2.8, pueden dar ciertos problemas de temperatura… y la relación consumo/prestaciones no es para tirar cohetes, sobre todo en el 3.3. A cambio su sonido es embriagador.