Esta criatura mecánica surgida para cortar el viento es una mezcla de Fórmula 1 biplaza y avión de combate. El Tramontana fue presentado en 2005 y está fabricado por una empresa española afincada en Barcelona, AD Tramontana. Es un vehículo totalmente pasional, construido sobre todo para conducirlo en circuito, o mejor dicho, pilotarlo en circuito. Si tienes más de 500.000 euros te hacen uno a la carta y podrás disfrutar de la mayor exclusividad y el auténtico lujo.
Se fabrican unas 12 unidades al año y la marca está asentada sobre todo en Inglaterra, país donde todo lo relacionado con el motor forma una filosofía de vida, unos auténticos amantes de cualquier cosa que lleve motor. Ya se nos podría pegar un poco de ese gusto por estas pasionales máquinas. Son vehículos tan personales que hasta hacen un estudio ergonómico al cliente y, después, se eligen los materiales. En otras palabras, se busca el máximo compromiso entre la máquina y el cliente-piloto.
Para terminar su fabricación graban un verso en el chasis del coche, es un poema en movimiento
Posee en sus entrañas un motor V12 colocado en posición central con doble turbo y 5,5 litros. Desarrolla 720 caballos y 825 Nm de par que, unido a su chasis de fibra de carbono y un peso de sólo 1.150 kg, te catapulta de 0 a 100 km/h en 4 segundos hasta una velocidad máxima de más de 300 km/h. No es un coche pequeño, pues mide 4,85 metros de longitud. Tampoco es estrecho, con algo más de 2 metros entre ruedas; pero sí que es muy bajito: apenas llega a los 1,3 metros de altura.
Existe una versión XTR potenciada con 888 CV que te pone desde parado a 100 km/h en 3,3 segundos. Vamos, que para conducir esta máquina necesitas una preparación física similar a la de un piloto de Fórmula 1. Tiene innovaciones a nivel de chasis, aerodinámica, cambios en la gestión electrónica, en los pistones y la suspensión está tan afinada que puede pegarse al suelo como una lapa.
Y digo yo, ¿no sería un bonito regalo para el día del padre? Aunque yo ya me conformaría con dar unas vueltas en el circuito del Jarama con este juguetito. Si queréis echar un vistazo a la versión descapotada, ojead este vídeo.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS