¿Te gusta conducir? Entonces el BMW M3 E46 satisfará todas tus expectativas

¿Te gusta conducir? Entonces el BMW M3 E46 satisfará todas tus expectativas

La tercera entrega de la saga M3 cumple un cuarto de siglo en 2025


Tiempo de lectura: 6 min.

Tengo que reconocer que el BMW Serie 3 E46 me gusta, y mucho. Recuerdo como si fuera ayer las primeras fotos publicadas por la prensa de la época. La portada de una conocida revista mostraba una unidad del Serie 3 berlina en color plateado, el mismo que el que tiene mi buen compañero de trabajo Víctor (en su caso, se trata de un 320d que, además, está bien acompañado en el garaje por una BMW F650GS Twin de color rojo, una pasada).

Hay un detalle que, hasta ahora, aún no he conseguido comprender. Es cierto que, desde el E36, los frontales de los Serie 3 berlina y Touring se diferenciaban de los de los coupé y cabrio (el Compact vamos a dejarlo para otra ocasión). Sin embargo, para mi gusto, siempre me pareció más deportivo el frontal de las berlinas del E46. BMW tendría sus razones para no ponérselo al coupé.

La Serie 3 de BMW apareció por primera vez en el ya lejano año 1975. Por aquel entonces, únicamente en carrocería de dos puertas, a la que le seguiría el TopCabriolet realizado por Baur, con una solución similar a la del Citroën Visa Découvrable. Pero ni rastro de un M3. Para la variante más deportiva habría que esperar a la siguiente generación, el E30. Por eso, aunque el E46 es ya la cuarta iteración de la Serie 3, el M3 E46 constituye la tercera entrega de la saga.

A diferencia de su predecesor, el BMW M3 E46 sólo estuvo disponible en carrocerías coupé y cabrio (el M3 E36 se ofreció además con carrocería berlina). No obstante, BMW desarrolló un prototipo de una variante Touring que, lamentablemente, no llegó al mercado. Y para poder ver un M3 E46 berlina, tendremos que conformarnos con una unidad que transformó un aficionado.

BMW M3 E46 (3)

El aspecto exterior de las tres primeras generaciones del BMW M3 ha tenido una evolución variopinta: si el E30 se veía muy bruto gracias a sus aletas sobredimensionadas, el E36 se caracterizó por una estética muy discreta. Sin embargo, nuestro protagonista de hoy, el M3 E46, podríamos calificarlo de sutil. ¿Por qué? Muy fácil: para el ojo de un no aficionado puede no destacar demasiado con respecto a un Serie 3 normal, pero el ojo de un conocedor advertirá rápidamente que no estamos ante un E46 cualquiera: en primer lugar, el frontal muestra un parachoques específico, y el abultamiento del capó le indicará que algo bueno se cuece en ese vano. En el lateral, captará la rejilla con la inscripción “M3” y el diseño de las llantas propias de este modelo, y no se le pasarán por alto los retrovisores específicos. Y en la trasera, antes de leer el logotipo específico, advertirá el discreto spoiler sobre la tapa del maletero, y las dos salidas de escape dobles le confirmarán que estamos ante el culmen de la gama.

El interior no es demasiado diferente al de un E46 de la época. El salpicadero se caracteriza por estar ligeramente orientado hacia el conductor. Cuenta con termómetro de aceite, y el cuentarrevoluciones dispone de unos pilotos que indican el régimen máximo a utilizar en cada momento para proteger el motor, pensado para cuando el motor está frío. La palanca de cambios de la versión manual es específica, aunque también se ofrecía la opción del cambio SMG II, que también contaba con levas en el volante. Los asientos, propios del M3, cuentan con reglaje de la anchura del respaldo.

Pero la joya de la corona es, como no podía ser de otra forma, el motor. Conocido como S54B32, se trata de un seis cilindros en línea atmosférico de 3,2 litros y 343 CV de potencia (a 7.900 revoluciones). El par máximo es de 365 Nm (a 4.900 revoluciones). Cuenta además con el sistema Doble-VANOS de control variable del árbol de levas. En esta edición del M3 se incluían ya controles electrónicos de ayuda a la conducción, especialmente aptos para los no iniciados que quisieran aventurarse a exprimir la máquina. Las suspensiones también recibían modificaciones para estar a la altura de lo que el grupo propulsor era capaz de exigir.

El M3 E46 hacía el cero a cien en 5,2 segundos y su velocidad estaba limitada a 250 kilómetros por hora. Y el sonido de esta bestia es música celestial para cualquier aficionado. Es un modelo diseñado para ser disfrutado, para sentir su poderío desde el primer segundo en el que pisamos el acelerador. Una máquina preparada para rodar realmente rápido y sacar una sonrisa a su afortunado conductor. ¿O deberíamos decir más bien “piloto”?

BMW M3 E46 (1)

No obstante, para aquellos a quienes el M3 E46 se les podía quedar corto, BMW ofreció algunas versiones aún más especiales. Y no nos referimos sólo a unidades con configuraciones específicas y muy limitadas como el M3 pintado en color Laguna Seca Blue con tapicería Cinnamon Nappa que se vendió por más de cien mil euros hace un tiempo. BMW ofreció el M3 CSL como una versión más radical que conseguía bajar la masa a unos meritorios 1.385 kilogramos, gracias al uso de materiales más ligeros. El motor, denominado S54B32HP debido a las modificaciones realizadas, pasaba a erogar 360 CV con un par de 370 Nm. Eso sí, la única caja de cambios disponible era la SMG II, que le permitía hacer el cero a cien en 4,9 segundos. La producción se limitó a unos 1.400 ejemplares.

Para todos aquellos que no pudieron hacerse con un M3 CSL pero deseaban un modelo más especial, BMW ofreció los M3 Competition Package y M3 CS, que tomaban algunas características del CSL. Y la bomba de esta generación fue, sin duda, el M3 GTR. Diseñado para competir, diez unidades de este M3 fueron construidas para pisar la calle de forma legal y conseguir así la homologación. Las diferencias con el resto de M3 son notables: adiós al seis cilindros en línea, en su lugar encontramos el P60B40, un V8 de cuatro litros y 450 CV dotado de una caja de cambios manual de seis relaciones, además de un kit estético en el que se perdía parte de la sutileza del M3 “de calle”: en la trasera, un nada discreto alerón hacía acto de presencia, y en la delantera el capot tenía tomas de aire adicionales. Completando el conjunto, nos encontramos diferentes piezas de competición, y la ausencia de asientos traseros contribuía a la reducción de la masa de esta bestia.

En resumen, el M3 de la generación E46 es un modelo de los que ya quedan pocos. Un coche que en el mercado de ocasión puede alcanzar cifras considerables y que, si ha sido debidamente cuidado por sus anteriores propietarios, hará las delicias de cualquier amante del automóvil.

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Jesus Alonso

Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

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