BMW Serie 3 E36, BMW E36, tercera generación del BMW Serie 3… elige la forma que más te guste llamar al modelo, pero su lanzamiento supuso un cambio importante en la saga, que ya había marcado el camino a seguir a muchos rivales en su segunda entrega, el Serie 3 E30.
La tercera iteración del Serie 3 hizo acto de aparición en 1990 y nada más dejarse ver ya comenzó a dar tema de conversación. El motor fue la desaparición de los faros circulares, que fueron reemplazados por dos elementos rectangulares. En realidad no se perdieron los faros circulares, sino que se colocaron tras una plancha rectangular.
No obstante, el coche cambia muchísimo en todos sus apartados, no solo en diseño, que destacó por su frontal, donde todas las rejillas frontales se quedaron reducidas a los característicos riñones de la marca, y a una entrada de aire en la parte inferior del paragolpes. El frontal, además, ganó un poco de inclinación lo que aumentaba la sensación de dinamismo con solo ver el coche parado.
Los laterales son extremadamente sencillos, con superficies lisas y solo marcadas por una moldura en la parte baja y por una línea de tensión que sale del guardabarros delantero y acaba en el piloto. Pilotos, ya que se mencionan, que adoptaron formas casi cuadradas. En general, era un prodigio de sencillez y de buenos resultados. Pronto se ganó el favor del público solo por su estética.
Un detalle que se criticó en su momento, fue la pérdida de calidad en el habitáculo frente al BMW Serie 3 E30, algo que, visto con perspectiva, llama bastante la atención porque, quizá otra cosa no, pero calidad había y mucha. Calidad y un nuevo diseño que dejaba viejo al E30 de un simple plumazo. Por supuesto, la ganancia de tamaño exterior se notó en el interior, aunque cabe destacar que todos los BMW, por lo general, ofrecían un habitáculo algo más pequeño que la media de cada segmento.
Contó con nada menos que cuatro opciones de carrocería: sedán, familiar –denominado Touring–, coupé –en realidad, un sedán de dos puertas– y el descapotable, que tenía muchas cosas en común con el coupé. En cuanto a la gama de motores, sin contar con el M3 que llegaría con 321 CV, la opción más potente era el 325i con 192 CV, que luego pasaron a 193 CV y 280 Nm de par con el BMW 328i puesto en circulación en 1995.
En 1993 se añadió una opción adicional a la gama: el BMW Serie 3 Compact, una versión que no había tenido el E30 y que sobrevivió hasta el E46 –desapareció del catálogo por la llegada del BMW Serie 1–. Era, por decirlo de forma rápida, un coupé al que le había cortado el tercer volumen, aunque esto solo sirve para describirlo estéticamente. Técnicamente, para ahorrar costes y ofrecer un precio interesante, montaba elementos del E30 y desde el marco del parabrisas hacia atrás, era todo específico.
La producción cesó en 1999, cuando se puso en liza la cuarta generación del modelo, el BMW Serie 3 E46.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS