SEAT 600. Todo el mundo conoce el SEAT 600, el “coche de España”, ¿verdad? Mítico entre los míticos, una máquina que tiene el cariño de toda la afición al automóvil española y toda la simpatía de quien se cruza con un ejemplar por la calle.
El 600 fue el segundo modelo que fabricó SEAT, tras haber comenzado su producción con el SEAT 1400. Se tenía el objetivo, como muchos ya sabréis, de motorizar al país con un modelo sencillo y económico, aunque en realidad, y para ser sinceros, ya había modelos sencillos y económicos en España por aquel entonces.
Y no, no hablamos de cosas como el Biscúter –aparecido en 1953–, que apenas se podía considerar coche. Nos referimos a opciones como el Renault 4CV –conocido como 4/4 y fabricado por F.A.S.A. a partir de 1953– o el Citroën 2CV –este apareció en España más tarde, en 1959–, dos utilitarios que representaban el mismo concepto de “herramienta”.
Sin embargo, arrasó con ambos en ventas y se convirtió en parte de la historia de “nuestra” piel de toro, y no solo en lo referente al automóvil, sino en otros apartados tan dispares como el turismo o el desarrollo de la infraestructura. Fue una locura, así de sencillo, que llegó hasta 1973, cuando cesó la producción del SEAT 600.
La última versión fabricada fue el SEAT 600 L Especial –especial, porque ya había un 600 L a secas, solo para exportación–, que convivió en el mercado con los 600 E y que, según estándares de la época, fue la variante del pequeño Pelotilla más lujosa de todas. Para ello, presentaba un salpicadero forrado en skay y unos asientos más confortables –y abatibles “tipo 127”, como los del 600 E–, junto a un tapizado del techo denominado “Imperial”, por poner unos ejemplos.
Al mismo tiempo, recibía detalles estéticos como una bigotera con adorno rectangular con dos bigotes –uno a cada lado–, faros más grandes con bisel cromado, puertas de apertura convencional, unas llantas de color gris metálico y, por añadir algún detalle más, la leyenda en la tapa del motor que decía “SEAT 600 L Especial”.
Bajo esa tapa, el motor “grande” de 767 centímetros cúbicos, que con una compresión de 8,5:1, un carburador con más paso y un árbol de levas con más cruce, rendía 28 CV a 5.000 revoluciones, suficiente para presumir de una velocidad punta de 120 km/h.
El primer SEAT 600 L Especial salió de fábrica el 24 de octubre de 1972 y el último, el 28 de julio de 1973. Todavía faltaría algo de tiempo para que se detuviera la producción del modelo –fue el 3 de agosto de 1973–.
También se fabricó una versión llamada “SEAT 600 L Especial Extras”, que, entre otras cosas, llevaba alternador en lugar de una dinamo, así como una luneta térmica, cinturones de seguridad o moqueta especial para el piso.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".El coche de mi suegro. Yo una vez probé a conducirlo, pero no pude, el volante de gran circunferencia y el escaso espacio del asiento me impedían llegar a los pedales. Eran otros tiempos…