Allá por mediados de la década de los 70, el Instituto Nacional de Industria, el INI, mantenía su férreo control sobre SEAT y hacían con ella, básicamente, todo lo que les viniera en gana, fuera bueno o no para la compañía. Por eso, cuando British Leylan quiso salir de España y dejar su factoría de Landaben –Pamplona– al mejor postor, se le ordenó a SEAT adquirir las instalaciones, y así, evitar el despido de la plantilla que tenía contratada la compañía británica.
Esto sucedía cuando se lanzaba al mercado el SEAT 131 y con la puesta en escena de la segunda generación del SEAT 124, el conocido como “Pamplona” aunque, en realidad, su denominación interna era FL. Era 1975 y el 124, a pesar de su veteranía –se lanzó al mercado en 1968– y a pesar de la llegada de otras muchas opciones como el Renault 12 y dentro de la propia SEAT, el mencionado 131, todavía tenía hueco en el mercado. Por ello, se decidió darle una segunda vida mediante un repaso general, que FIAT no fabricó en Italia.
Por tanto, el SEAT 124 FL, o SEAT 124 “Pamplona”, era en realidad un producto exclusivo de la forma española y no una réplica de un modelo italiano. Eso no quiere decir que no contara con elementos de FIAT, obviamente, el banco de órganos de SEAT en aquellos años procedía íntegramente de la marca italiana, aunque había cosas específicas, como faros, calandra, pilotos y algunos detalles adicionales. De hecho, esos detalles mencionados eran las mayores novedades que incluía el SEAT 124 FL y permitían que se diferenciara claramente de la primera serie del modelo.
La aparición del SEAT 131 provocó que gran parte de la producción se trasladara a la recién adquirida planta de Landaben, en Pamplona –de ahí su mote– y aunque FIAT no lo fabricó en Italia, sí que llegó a países como India o Turquía, además, la llegada de la segunda entrega del 124 provocó que se dejara de fabricar el SEAT 1430, otra creación específica de la marca española.
De inicio, había tres opciones motoras para escoger: un bloque de 1,2 litros con 60 o 65 CV, según configuración de la alimentación, o bien un 1,4 con 75 CV, que era exclusivo del SEAT 125 D Especial. Para el año 1977 las cosas cambiaron y fueron a mejor, con la adopción de los motores biárbol, como el 1.600 de 90 CV –95 CV en el FL45, que usaba gasolina Súper por su mayor compresión–. El FL80, con el motor de 1.800 centímetros cúbicos procedente del SEAT 1430 FU10, fue otra de las versiones que ofreció el modelo.
Obviamente, no podemos olvidar al SEA 124 D Especial 2000 –FL90–, el más potente de saga con un bloque de 1.920 centímetros cúbicos capaz de rendir 114 CV DIN a 6.000 revoluciones y algo más de 160 Nm de par a 3.500 revoluciones –datos procedentes de la revista Velocidad nº 919, publicada en abril de 1979–. Del Especial 2000 solo se fabricaron 829 unidades y se dice que todavía quedan unos 49 ejemplares en circulación.
La producción del SEAT 124 “Pamplona” se detuvo en 1980. Para entonces, se habían fabricado cerca de 900.000 unidades del SEAT 124 y del SEAT 1430, de los cuales, 155.923 coches salieron de las instalaciones de Landaben.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".Hola, con todo el respeto a tu artículo, añadir que el seat 124 fl, no nació en la factoría de Pamplona, sino en zona franca, siendo los últimos años de producción efectivamente en la factoría de Landaben. Por otro lado los motores 1.2 y 1.4 ( 1.197 y 1.438) respectivamente sufrieron mejoras en alzado de válvulas, admisión, carburación y cámara de combustión a partir del año 1973, es decir ya el seat 124 Ls (faros redondos) gozaba de esa ganancia de 5 cv. Como curiosidad, decir que los Seat 124 Pamplona, montaban tambores en el eje trasero en vez de… Leer más »
David, bienvenido. Si te fijas bien en el texto, dice que la llegada del 131 obligó a trasladar la producción a Pamplona. En cuanto a los motores, no se ha entrado en detalles porque esta sección está pensada para recordar coches, ya sean míticos u olvidados, y por tanto, no hacemos artículos profundos, solo se habla un poco del coche para, como decía, recordarlo. Igualmente, gracias por los comentarios y por visitarnos.
Siento disentir en dos cuestiones. La primera es que el 124/1800 (FL80) apareció antes que la versión 1600 (FL45). En el texto se da a entender justo lo contrario. La segunda cuestión es la cilindrada exacta del 124/2000, que eran en realidad 1.919 cc. Ya sé que en el texto “sólo” le asignan un centímetro cúbico más, lo cual en principio no tiene importancia. Pero justamente esa pequeña diferencia es la que libraba al motor del FL90 de tributar como coche de “más de 12” caballos fiscales. El falso motor 2000 fue un invento español para sortear la conocida “Ley… Leer más »
Jordi, muy buenas. No sientas nada de nada, es más, agradezco las correcciones –cuando se hacen con educación, obviamente–. Todos podemos cometer errores.
He consultado nuevamente la fuente que usé y he mirado un par de ellas más, y efectivamente, el motor tiene un cubicaje de 1.919 centímetros cúbicos. Mal por mi parte en no mirar un poco más. En cuanto a las fechas de lanzamiento, corrijo. Gracias.