Con el reciente lanzamiento del Porsche 911 Dakar, nuestra memoria nos recordó rápidamente los nueveonces que participaron en el raid más famoso del mundo durante la década de los años 80 del siglo pasado. En 1984, René Metge y Dominique Lemoyne consiguieron triunfar en la carrera, aún celebrada en África por entonces, y el deportivo de los de Zuffenhausen añadió un nuevo espacio sobre el que desplegar sus bondades. En Bring a Trailer, se oferta actualmente un Porsche 911 de 1985 que ha sido transformado para poder atravesar cualquier terreno, por accidentado que sea.
Aunque nada de su imagen lo indique, se trata de una modificación que ha sido terminada durante este mismo año. El responsable de este trabajo es Sports Purpose, una empresa británica cuyos responsables formaron parte del equipo de diseño de Porsche anteriormente, y que están asentados en el entorno de Bicester, localidad inglesa de Oxfordshire.
Muchos de los cambios implementados son evidentes a primera vista, pero quizá estos sean los menos relevantes para dar cuenta de la realidad de este Porsche 911 estilo Safari. Los paragolpes tubulares, los guardabarros de color blanco, el alerón tipo cola de pato —de fibra de carbono—, los protectores de los bajos o las luces extra en el frontal, tan características de los coches de ralis y que están fabricadas por PIAA, son los elementos clave que emparentan a este modelo con los Porsche 911 originales del Dakar o de Rally Safari.
Aunque no cuenta con tracción total, los cambios implementados en el modelo son más que suficientes para disfrutar conduciéndolo por pistas de tierra, el objetivo perseguido por su propietario al solicitar la transformación
Sin embargo, la transformación llevada a cabo por esta empresa no se ha limitado a un maquillaje estético, sino que también afecta a la puesta a punto de su tren de rodaje. De este modo, cuenta con suspensiones de nueva factura, fabricadas por Taret Engineering y que integran sus conocidos amortiguadores MCS. No obstante, el anuncio no aporta detalles acerca de la especificación concreta de estos componentes y se limita a mencionar su carácter ajustable. Conserva, tras el eje trasero, el propulsor bóxer de seis cilindros y 3,2 litros de cilindrada, que en el momento de su comercialización entregaba 231 CV de potencia máxima. Este está acoplado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, y cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado, para facilitar su motricidad. No ofrece, sin embargo, tracción total.
En su interior se ha incluido un moderno sistema de aire acondicionado y se ha sustituido su volante original por uno de competición, provisto por MOMO. Los asientos delanteros deportivos, tapizados en cuero de color negro, también son propios de esta transformación, así como su palanca de cambios. Los paneles de las puertas han sido asimismo sustituidos, para acercar su aspecto al de los modelos RS del fabricante alemán.
Este nueveonce de 1985, con traza de Porsche 911 Safari, se encuentra actualmente en el estado norteamericano de Carolina del Norte. Hace solo unos meses que fue sometido a una profunda revisión, la cual propició la renovación de algunos elementos de su transmisión, así como la sustitución de varios sensores de revoluciones y temperatura, junto con un cambio de aceite. Sin embargo, conserva algunos desperfectos en su exterior, además de muestras de desgaste tanto en el salpicadero como en el asiento del conductor, lo cual demuestra que el dueño del modelo que solicitó su transformación lo hizo para verdaderamente ponerlo a prueba fuera del asfalto y no solo para presumir —como debe ser, permitidme añadir—. Quedan tres días para que encuentre un nuevo hogar y, por el momento, la puja más alta asciende a 50.000 dólares estadounidenses —46.311 euros, según el tipo de cambio actual—.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS