El Mazda MX-5 Miata es conocido principalmente por su motor de gasolina de cuatro cilindros en línea, pero ¿sabías que alguna vez estuvo disponible una versión V8? La única advertencia es que nunca provino de Mazda, sino de una empresa llamada Bullet de Queensland, Australia. El MX-5 jamás destacó por su desmesurada potencia, pero el modelo que vamos a conocer hoy pone solución a esto, hoy vamos a conocer el Bullet Roadster, el Miata V8 sobrealimentado.
Los Miata V8 existen desde principios de la década de los noventa, con varios kits que facilitan el swap en mayor o menor medida, pero que cumplen su objetivo con gran cantidad de propulsores baratos. Bullet diseñó su Roadster para que fuera totalmente legal en la calle y estuviera registrado para circular por las calles australianas. El Bullet Roadster V8, sin embargo, se produjo en cantidades limitadas, se fabricaron menos de 1.000 entre 1999 y 2009, lo que lo hace mucho más raro que el Mazdaspeed Miata turbo que se vendió en algunos concesionarios del mundo. Aun así, esas cifras lo ubicaron firmemente en el ámbito del nivel de producción en masa.
El desarrollo comenzó a finales de la década de los noventa, cuando la carrocería del Miata albergaba un motor rotativo 13B de un RX-7. Esa fue una prueba de concepto de que más potencia en un Miata sería una delicia, pero no fue hasta que aparecieron los V8 que la idea realmente comenzó a tomar forma. Los modelos de producción en serie se basaron en el MX-5 de segunda generación anterior al lavado de cara. La compañía reemplazó el 13B con un Rover V8 debido a la demanda del público, creando el primer Rover V8 Bullet. Este era el mismo Rover V8 de 4,6 litros utilizado en algunos de los modelos más salvajes de TVR.
Pero entre 2000 y 2002, una escasez prevista de estos V8 significó que era necesario un cambio, y Bullet decidió usar el Toyota 1UZ-FE V8. Este motor se encontró inicialmente en el Toyota Soarer y el Lexus LS400 y presentaba un bloque y culatas de aluminio, 32 válvulas y cuatro levas por cilindro. También era notoriamente fiable, por lo que Bullet decidió que tal vez un poco de inducción forzada funcionaría bien en él. Se podía pedir con o sin kit de sobrealimentador, pero este último se conoció como Bullet Roadster SS a principios de 2003.
El modelo SS recibió un sobrealimentador Sprintex M90 personalizado, y el resultado es una potencia de 429 CV y 575 Nm de par. Al mismo tiempo, Bullet se aseguró de que todos los coches fabricados cumplieran con las regulaciones de las Reglas de Diseño Australianas (ADR). Con el chasis reforzado, frenos Brembo y un diferencial de deslizamiento limitado incluido para el derivado SS, resultó en un coche legal muy apetecible. Para adaptarse a su rendimiento, también se le proporcionó una atractiva apariencia de carrocería ancha a través de fibra de vidrio y carbono.
Un nuevo diseño frontal también le da un aspecto único, aunque los faros delanteros de Mazda se mantuvieron, parcialmente cubiertos. Solamente había un problema, el Bullet SS no era barato. En el año 2000, se vendía alrededor de 75.000 dólares. En dinero de hoy, eso es alrededor de 135.000 dólares. Ese precio lo posicionó como una alternativa más barata al BMW Z8, que se vendía a 128.000 dólares en su apogeo. Es aún más impresionante que el Bullet MX-5 SS pueda igualar el tiempo de 0 a 96 km/h del Z8 en 4,5 segundos a pesar de ser más barato.
Lamentablemente, Bullet nunca se hizo marca y, a pesar de sus intenciones de construir un superdeportivo desde cero, el Bullet V8 Roadster fue su último producto oficial a la venta, pero estoy seguro de que le estoy dando alguna idea a más de un coleccionista.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS