Los automóviles eléctricos no suponen solo un cambio de hábitos al volante debido a sistemas particulares como la frenada regenerativa. También implican que las cajas de cambios manuales, tal y como las conocemos, vayan desapareciendo de los automóviles en el mercado, algo a lo que contribuyen también otros factores. En realidad, muchos deportivos actuales ofrecen tan solo opciones automáticas, aunque les pese a los más puristas. Porsche, uno de los referentes de la conducción deportiva, acaba de revelar que la transmisión manual seguirá formando parte del catálogo de sus deportivos hasta que estos agoten su vida comercial.

No son declaraciones oficiales, pero el rango de quien las ha ofrecido permite confiar en que el futuro cercano de Porsche seguirá este camino. Ha sido Frank Moser, que próximamente cumplirá un año como director de las líneas de producción de los Porsche 911 y 718, quien ha confesado esta certeza en la hoja de ruta de la marca de Stuttgart. De estos comentarios se ha hecho eco The Drive, que ha tenido la ocasión de compartir una mesa redonda con este empleado de la marca teutona.

Frank Moser ha argumentado que su apuesta por este tipo de transmisiones en sus modelos, basada en los gustos y preferencias de los consumidores de sus productos, ha quedado suficientemente de manifiesto con el lanzamiento de ediciones especiales de su deportivo más emblemático. El Porsche 911 ha recibido las versiones T y S/T, ambas con cambios manuales, para mantener vigente esta característica tan apreciada por los conductores.

Los cambios manuales han sido desde siempre la opción preferida por los compradores del nueveonce, así que hemos trabajado, y seguiremos haciéndolo, para prolongar hasta donde sea posible la vida de los cambios manuales”, ha comentado Frank Moser

Porsche 911 S/T

No obstante, no debemos engañarnos, a día de hoy el mercado está repleto de deportivos que han eliminado la palanca de cambios de cualquiera de las configuraciones disponibles de su interior. Aun así, hay otros fabricantes, además de Porsche, que saben que el atractivo de sus productos depende en gran medida de contar con esa palanca en la consola central, con su juego de enclaves dispuestos en hache. Y no es necesario irse a la parte alta del espectro de fabricantes, puesto que el accesible Toyota GR86 es un buen ejemplo de ello.

Indudablemente, la deportividad más disfrutable al volante siempre ha implicado que la mano se desplace en diferentes ocasiones del aro del volante al pomo de la palanca, en una placentera coreografía de la que también forma parte la pierna izquierda. En Porsche lo saben, pero no pretenden ampliar estas sensaciones más allá de lo razonable. El directivo alemán, en el marco de esta conversación con varios medios de comunicación, ha manifestado que una de las claves que ha marcado la trayectoria de la marca es la autenticidad, y que en el futuro no desean perderla.

Es decir, en Porsche no ven mucho potencial en el desarrollo de sistemas de transmisión para vehículos de baterías que emulen los movimientos propios de estas operaciones, como ya han puesto sobre la mesa otros fabricantes, como Toyota. Tal y como Frank Moser ha declarado: “no sé si existe un futuro para nosotros en el que fabriquemos un coche eléctrico con una palanca de cambios al uso en su habitáculo”