Seguro que muchos recuerdan que Lotus estuvo bajo control de la malasia Proton durante unos años. Fue adquirida en 1997 y se ha mantenido en poder de la firma de Malasia hasta que apareció Geely en 2020 y compró el 51% de Lotus y el 49,9% de Proton –las negociaciones llevaron bastante tiempo y ya en 2017 se sabía cómo acabaría todo–. Fue la época en la Lotus desarrolló algunos de sus mejores coches y durante la que participó en el desarrollo de otros tantos con su división de ingeniería.
De entre todos los coches que contaron con la participación de Lotus en su desarrollo, hay uno que resulta especialmente interesante, pero que nunca llegó a Europa, a pesar de contar con una serie de características que cuadraban a la perfección con nuestro mercado: el Proton Satria GTi. El Satria GTi apareció poco después de la compra de Lotus por parte de Proton, cuando los Citroën Saxo VTS 16v y Peugeot 206 GTi triunfaban en las calles, modelos de marcado talante deportivo y con potencias que no superaban los 140 CV. Justamente el mismo rango de acción del Satria GTi.
Quizá pienses que Proton nunca ha traído sus coches a Europa –si no tenemos en cuenta Reino Unido, claro– y en el caso del Satria, tampoco había motivos. Sin embargo, aunque tienes razón, el Proton Satria GTi era, en realidad, un Mitsubishi Colt de cuarta generación con algunos retoques estéticos y el interior de un Proton Wira –un Mitsubishi Lancer de mediados de los 90, pero fabricado por Proton–, al tiempo que las suspensiones estaban puestas a punto por Lotus. Sí, es aquí donde la firma británica deja su impronta, como ocurre con muchas otras ocasiones. Es decir, podría haber encajado si hubieran querido aventurarse, incluso podría haber llegado a Europa con el sello de Mitsubishi. Es más, la firma japonesa tenía en catálogo el Colt CA0 GTi 16v en 1992, en esencia, la base de Satria GTi.
El Satria GTi está considerado en Malasia un coche especial, tan especial como un Saxo VTS para nosotros. No en balde, sus atributos ya dejan entender que se trata de un modelo divertido en carretera de curvas y también eficaz: barra estabilizadora, muelles y amortiguadores, casquillos, dirección asistida… Lotus modificó una gran parte de los elementos que conforman la suspensión y de paso, también retocó la dirección para lograr un tanto más directo y una respuesta más racing.
Mientras tanto, bajo el capó había un propulsor de cuatro cilindros y 1.8 litros con culata de 16 válvulas, que también procedía del banco de órganos de Mitsubishi. Concretamente, era el mismo motor del Lancer GSR, pero sin turbo, el cual rendía 138 CV a 6.000 revoluciones, pero tenía el corte de encendido en las 7.500 revoluciones. Todo ello enviado al eje delantero mediante un cambio manual de cinco relaciones.
El Proton Satria GTi llamaba bastante la atención, porque su carrocería lucía unos ensanches que dejaban ver los tornillos de sujeción a la carrocería y provocaba que la sensación fuera más racing. El ya mencionado Citroën Saxo VTS también tenía ensanches en sus aletas, pero se sujetaban a la carrocería mediante las clásicas grapas ocultas por detrás.
Si te gusta el Satria GTi, puedes encontrar unidades en Reino Unido, aunque según medios malayos especializados, hay que avisar sobre unos acabados algo pobres y n aire acondicionado que deja al motor sin fuerza. Algo típico de los años 90…
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".En República Dominicana hubo una categoría de automovilismo que solo corrian Satrias GTI.