El fabricante austríaco nos ofrece una nueva versión de su afamado KTM X-BOW, que viera la luz hace casi quince años para suponer la primera incursión de KTM en el mundo de las cuatro ruedas. Con el lanzamiento de aquel, la marca demostró que era capaz de situarse de forma competitiva en el mundo de los fabricantes de automóviles, después de haber conseguido una posición de prestigio en el de las dos ruedas. El KTM X-BOW GT-XR que os traemos hoy es la versión matriculable del KTM X-BOW GT2, del cual deriva directamente. Su llegada estaba anunciada desde hace semanas, pero ha sido ahora cuando hemos podido conocer todos los detalles del modelo, que os contamos a continuación.
Construcción ligera y techo “de caza de combate”
Se trata de un vehículo con unas dimensiones de 4,62 m de longitud, 2,04 m de anchura y apenas 1,16 m de altura, cuya orientación al conductor y a maximizar la diversión al volante queda fuera de toda duda. Declara un peso en seco de 1.130 kg, gracias a que su carrocería está fabricada en fibra de carbono, con un reparto de pesos del 44 % sobre el eje delantero y el 56 % en el trasero.
Su aspecto exterior trasluce el enfoque minimalista en su diseño, con líneas marcadas y superficies suaves. Destaca, desde esta vista exterior, la ausencia de espejos retrovisores en los laterales, que son sustituidos por unas cámaras cuyas imágenes se reciben en sendas pantallas situadas en cada lado del habitáculo. La iluminación, tanto delantera como trasera, cuenta con tecnología LED.
También llama la atención su techo. Se trata de una estructura de fibra de carbono que integra tanto el parabrisas como las dos ventanillas laterales. Está inspirada en los cazas de combate, y su apertura y cierre se sirven de un sistema eléctrico controlado a través del mando de la llave. Puede desplazarse a cualquiera de ambos lados para permitir a sus ocupantes situarse en el interior del vehículo. La marca ha querido destacar que es capaz soportar un peso de hasta seis veces el del propio coche.
Uno de los elementos más llamativos de este modelo es la estructura que conforma su techo, construida en fibra de carbono y con un sistema eléctrico de apertura y cierre
Esta vista exterior está dominada, en su parte trasera, por el alerón de grandes dimensiones, construido en fibra de carbono. No es el único elemento de este KTM X-BOW GT-XR que procura incrementar el apoyo aerodinámico del vehículo, puesto que la marca afirma que los bajos del coche han sido trabajados para generar un efecto suelo que permita que este apoyo aerodinámico sea menos costoso en términos de resistencia al avance. Tanto el spoiler delantero, como el difusor posterior, están orientados a favorecer este efecto de aspiración con consecuencias positivas sobre el agarre.
Estará disponible con diferentes acabados para su carrocería. Podrá estar pintada a mano en diferentes tonalidades, entre las que no podía falta el clásico color naranja. Asimismo, podrá solicitarse con una terminación que deja a la vista el entramado de la fibra de carbono, en acabado brillante o mate.
Hay lugar para el confort
En lo referido al habitáculo, podemos observar que la consola central carece de la habitual pantalla. En vez de esta, se sitúa entre cada uno de los dos asientos un soporte con carga inalámbrica para el teléfono móvil, desde el que pueden controlarse algunas funciones gracias a la conexión mediante Bluetooth. Así, tanto el sistema de sonido, como la navegación, se confían al smartphone.
El volante sí que integra una pantalla, que permite acceder a determinada información importante para el conductor, como la temperatura de algunos sistemas, la marcha engranada o posibles mensajes de error o alerta gestionados a través del sistema MoTec de la marca austríaca, que procede del mundo de la competición. Se emplea fibra de carbono para el volante, que incorpora unas levas para el cambio, y puede desmontarse, como sucede en algunos vehículos de carreras. Cuenta también con un indicador de cambio de marcha mediante ledes.
Ya que hablamos de pantallas, además de la que está integrada en el volante y las dos que reciben las imágenes recogidas por las cámaras que sustituyen a los retrovisores exteriores, se puede incorporar opcionalmente una tercera pantalla. Será así en el caso de que se añada la cámara trasera que hace las veces de retrovisor, y en ella también podrán recibirse las imágenes emitidas por la cámara del asistente de aparcamiento, que está situada en una posición más baja en esta parte posterior de la carrocería, y permite incluso observar el suelo bajo el vehículo.
Son 500 CV de potencia máxima que, en combinación con su ligero peso y su cuidada aerodinámica, prometen transmitir las sensaciones más puras de conducción a quien se ponga a sus mandos
Los dos asientos, fabricados en fibra de carbono, son de tipo baquet, y admiten cierta adaptabilidad a cada usuario a través de la sustitución de las almohadillas que incorporan. Para facilitar una posición de conducción apropiada para diferentes tallas de conductor, los pedales pueden desplazarse longitudinalmente en un rango de 30 centímetros. Esta es otra de las soluciones adaptadas de la competición, como también lo son los arneses de seguridad de cuatro puntos de anclaje.
Como concesión al confort, cabe destacar que cuenta con aire acondicionado y calefacción. También en este sentido se debe mencionar el maletero, situado entre el habitáculo y el propulsor, con unos nada despreciables 160 litros de capacidad. Como curiosidad, KTM pondrá a disposición de los compradores de este modelo un equipo de maletas específico, fabricado en colaboración con Meindl. Una guantera de ocho litros de capacidad, además de dos tomas USB-C para la recarga de dispositivos electrónicos, son otros elementos que acercan el habitáculo de este KTM X-BOW GT-XR al interior de cualquier otro turismo convencional.
Acceso a los mejores componentes del armario de Volkswagen
Su chasis está construido en fibra de carbono, e incorpora un subchasis trasero de estructura tubular y construido en acero, al cual se encuentran anclados tanto el motor y la caja de cambios, como el sistema de suspensión de este eje posterior. La célula de supervivencia pesa tan solo 89 kilogramos. KTM también ha querido destacar que la estructura de choque trasera ha sido diseñada para proteger lo más posible la integridad de los componentes mecánicos ante cualquier eventual impacto.
En cuanto a su mecánica, justo tras el habitáculo y en posición transversal, se monta el motor de cinco cilindros y 2.480 cm³, fabricado por Audi –el mismo que incorporan el Audi RS3 o el CUPRA Formentor VZ5–. Está sobrealimentado mediante un turbocompresor cuya presión de soplado puede alcanzar los 1,55 bar, y entrega 500 CV –368 kW– de potencia máxima a 6.350 revoluciones por minuto. Se trata de una cifra superior a la declarada para este propulsor en los modelos mencionados de Audi y CUPRA –400 y 390 CV, respectivamente–. La cifra de par máximo asciende a los 581 Nm a 5.500 rpm.
La potencia se envía al eje trasero a través de una caja de cambios que también es de procedencia del grupo Volkswagen. Se trata de una transmisión de doble embrague –DSG– con siete velocidades. También dispone de un diferencial mecánico de deslizamiento limitado en este eje posterior. El sistema de escape está construido en acero mediante tecnología láser, y tanto catalizador como silenciador son opcionales.
Cuenta con ABS y ESP, optimizados para una conducción deportiva
Las prestaciones de este modelo, gracias a la muy favorable relación peso-potencia del conjunto, se sitúan en 3,4 segundos para la aceleración hasta 100 km/h desde parado, y en 280 km/h de velocidad máxima –limitada por GPS–. La marca ha querido destacar su autonomía, cercana a los 1.000 km por cada depósito de combustible –cuya capacidad es de nada menos que 96 litros–. Está situado, por su parte, en una posición muy baja y en la parte central del coche, para incidir positivamente tanto en el equilibrado reparto de pesos entre cada eje, como en un centro de gravedad lo más bajo posible. El consumo medio declarado es de 9,1 litros cada 100 km recorridos, una cifra bastante moderada para un vehículo de estas prestaciones. Eso sí, sospechamos que el uso más frecuente que se le vaya a dar a este modelo arrojará datos de consumo muy superiores.
La arquitectura de la suspensión de este KTM X-BOW GT-XR es de paralelogramo deformable en ambos ejes, y está firmada por SACHS. Su estructura ha sido diseñada cuidadosamente para reducir los perfiles de sus brazos y, con ello, mejorar el flujo de aire a través de esta zona, con el fin de facilitar la refrigeración de sus componentes mecánicos. Permite, además, el ajuste de la altura individualmente en cada eje. Opcionalmente, se puede incluir un sistema que permite elevar puntualmente el morro del vehículo para proteger su integridad al afrontar badenes, rampas, etc., toda vez que tan solo hay nueve centímetros libres entre la parte inferior del spoiler delantero y el suelo.
De serie, incorpora llantas con anclaje mediante cinco tornillos, en medidas de 19 pulgadas para el eje delantero y 20” en el trasero. Estas, forjadas y en aluminio, corren a cargo del fabricante italiano OZ, y montan neumáticos de medida 235/35 para el eje delantero y 295/35 en el posterior. Opcionalmente, se pueden solicitar llantas de anclaje monotuerca, en cuyo caso su diámetro crece una pulgada en cada eje. En este caso, se montan neumáticos de igual anchura, aunque ligeramente menor perfil –235/30 y 295/30, delante y detrás, respectivamente–.
Estas llantas, de diseño de cinco radios en Y, permiten observar un equipo de frenos a la altura de sus prestaciones. Monta de serie discos perforados en fundición de acero, con pinzas monobloque en aluminio, de ocho pistones las delanteras y seis las del eje posterior. Opcionalmente, se pueden equipar discos cerámicos, que no solo mejoran las prestaciones del sistema de frenos, sino que también ayudan a reducir el peso del conjunto.
Será ensamblado manualmente en la planta que KTM posee en la ciudad austríaca de Graz, donde se fabrican todas las versiones del KTM X-BOW. Este KTM X-BOW GT-XR será construido en una limitada tirada de en torno a cien unidades, cada una por un precio de 284.900 euros.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS