Sabíamos que la prohibición de los vehículos con motor de combustión en Europa iba a traer cola, es mucho lo que hay que hacer de aquí a 2035, fecha en la que la Comisión Europea quiere que no se vendan más vehículos contaminantes dentro de sus fronteras. Una idea que por un lado, tiene un buen fondo, que es limitar la destrucción del medio ambiente promoviendo, aunque sea a base de obligar, los vehículos con tecnologías alternativas.
El caso es que los fabricantes han invertido mucho dinero en el desarrollo de sus vehículos, un producto cuya vida comercial es muy larga, de al menos 10 años incluyendo una pequeña renovación de por medio y ciertas cosas, como los grupo propulsores híbridos, han supuesto una fuerte inversión que, obviamente, tiene que ser rentada.
Mucha gente piensa que los coches son muy caros, y lo son, pero el beneficio que obtienen los fabricantes es mucho menos de lo que se piensa. A excepción de ciertas marcas como Ferrari o Porsche, las más rentables con diferencia de toda la industria del automóvil, el resto, sobre todo las generalistas, no tienen tanta suerte. El mercado del automóvil es extremadamente competitivo y los precios están ajustados al máximo, cualquier cambio de planes, como la prohibición de los motores de combustión interna en 2035, puede dar al traste con los planes y con las ganancias.
Eso hará que muchos tomen medidas drásticas, como es el caso de Renault. La firma francesa, que acaba de presentar el nuevo Renault Mégane E-Tech Electric, ya ha dado la voz de alarma a través de su consejero delegado, el ex de SEAT, Luca de Meo. La prohibición de los motores de combustión tira por tierra ciertos planes de transición, que muchas marcas había ideado y para evitar grandes pérdidas que podrían suponer problemas muy serios, habrá que tomar otras medidas.
¿Qué medidas son esas? Prescindir de mano de obra. Luca de Meo avisó hace tiempo y lo ha vuelto a hacer, ese plan de la Comunidad Europa tendrá repercusión en los puestos de trabajo de mucha gente y les ha “invitado” a analizar los efectos que tienen sus decisiones. Por supuesto, como bien aclara de Meo, la decisión no solo afecta a Renault, afecta a todos los fabricantes que quieran vender sus productos en Europa.
Si le dices a la gente que los híbridos no valen para nada en 2035, ¿qué crees que va a pasar? Si las ventas bajan vamos a bajar los volúmenes de producción, con todas las consecuencias que eso tiene”. – Luca de Meo, CEO de Renault en unas declaraciones durante el Salón de Múnich.
Al mismo tiempo, esta prohibición afecta de igual manera a fabricantes como Ferrari o Lamborghini, cuyos desarrollos requieren de mayores inversiones y sus productos tienen vidas comerciales más largas. Lamborghini, por ejemplo, está a punto de reemplazar su modelo Aventador por otro con grupo motor híbrido, que seguramente, esté en el mercado al menos 10 años. Esto es, estaríamos al borde del cambio y el siguiente modelo de la firma del toro tendría que ser, por obligación, eléctrico. Esto obliga a que otros modelos, como el Urus o el Huracán, tengan un reemplazo eléctrico o aprovechar el mismo grupo motor del sustituto del Aventador para capear el temporal.
Italia, viendo que panorama que se presenta, ha dado comienzo a una serie de conversaciones con la Unión Europa para “proteger” sus marcas, con el objetivo de mantener su personalidad y obviamente, un producto que ha dado imagen al país desde hace décadas. Italia es la tierra de los coches deportivos exóticos, potentes y sí, ruidosos. Con el bloque de Europa al motor de combustión, esa personalidad se iría al traste sin casi tiempo de reacción, porque para una persona 2035 está muy lejano, pero para los tiempos que se manejan en la industria del automóvil es “mañana mismo”.
La administración italiana, respaldada por el programa de la Unión Europea, plantea la posibilidad de eliminar de la prohibición a los fabricantes que vendan un número muy reducido de vehículos. Algo similar a lo que ocurre con la aviación, pero para fabricantes de tiradas muy cortas.
El principal problema radica en la tecnología. Los coches deportivos necesitan un desarrollo mayor, cualquiera de las baterías actuales, todas fabricadas fuera de Italia, podrían servir pero “matarían” ciertas características como el peso o el sonido. Roberto Cingolani, ministro de transición ecológica de Italia (y ex director de Ferrari), en una entrevista a Bloomberg TV, ha afirmado que la tecnología para los coches deportivos italianos es muy concreta y su transición es más lenta y costosa, una tecnología extranjera de la que no puede depender su país.
Otro punto importante es la estrategia de mercado. Ferrari o Lamborghini, Maserati también, operan de una forma muy diferente a cualquier otro fabricante a gran escala. Sus ventas son muchísimo menores que en el caso de, por ejemplo y sin salir de Italia, FIAT. Eso ralentiza la obtención de ingresos, que se deben sumar a los costes de adaptar las fábricas para la fabricación de los nuevos vehículos eléctricos, más los gastos de mantenimiento de las infraestructuras. Una situación que no es rentable.
Sirva como ejemplo Ferrari. Goldman Sachs recomendó no invertir en Ferrari el pasado mes de junio, momento en el que la Unión Europea dio a conocer sus planes de futuro para la erradicación del motor de combustión. Según parece, la electrificación de Ferrari genera cierta incertidumbre por su impacto en el gasto de capital, los beneficios y el flujo de dividendos.
La industria del automóvil considera que 2035 es una fecha demasiado cercana, sobre todo teniendo en cuenta que las inversiones y los gastos se calculan en lustros (un coche como, por ejemplo, el SEAT León, está en el mercado al menos 7 años, pero se ha invertido y gastado mucho capital desde tres años antes, como poco).
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS