Singer Vehicle Design ha estado restaurando Porsche 911 clásicos durante, aproximadamente, una década. En ese tiempo, la compañía se ha limitado en la mayoría de las veces en optimizar los “nueveonce” de primera generación (901) para su uso en carretera, con motores afinados, paneles de la carrocería más ligeros e interiores modernizados sin perder su originalidad. Pero la última criatura de Singer es algo más ambiciosa, y el resultado parece que es fabuloso.
Este Porsche 911 de tercera generación (964), rebautizado como Singer All-Terrain Competition Study (ACS, para abreviar), recoge la esencia de los deportivos de Stuttgart en los rallies, véanse los icónicos 959 París-Dakar y 911 Safari. Construido en colaboración con Richard Tuthill, un hijo de la Gran Bretaña que parece saber un par de cosas acerca de cómo modificar 911 clásicos para correr, el Singer ACS comenzó su vida como un 911 de 1990 antes de que el taller de Los Ángeles, California, lo tomara bajo su tutela y lo transformara en el coche de rally definitivo.
Da la casualidad además de que el cliente que encargó este ejemplar quiere que pueda participar en la Baja 1000, el Rally Dakar y otros eventos todoterreno. De hecho, si uno no era suficiente, se está construyendo un segundo ejemplar; uno blanco, diseñado para eventos de alta velocidad en el desierto (el que vemos en las fotografías), y otro en rojo, optimizado para rallies de asfalto (aún en forma de representación digital). Pero son las especificaciones técnicas las que muestran cuán extensamente se han modificado los coches para hacer frente a duros entornos.
En la década de los 80, Richard Tuthill se asoció con Prodrive para desarrollar el Porsche 911 SC/RS original preparado para rally
Al igual que con otras creaciones de Singer, este 911 ha sido renovado con una nueva carrocería de fibra de carbono. Sin embargo, como sugiere su aspecto, son paneles exclusivos para el ACS y están diseñados para dos propósitos principales: el primero, tener en cuenta el aumento en la demanda de refrigeración que se requieren en entornos todoterreno, y el segundo permitir un fácil acceso a los órganos mecánicos importantes que pueden necesitar ser examinados durante una parada. Como resultado, las secciones delantera y trasera se abren de par en par.
Los paneles envuelven un chasis monocasco ampliamente reforzado y que se adapta a una altura de conducción significativamente más alta. En los extremos, los parachoques son simples barras que permiten ángulos de entrada y salida aún mayores. A ello se une una suspensión que cuenta con especificaciones de rally. Los amortiguadores gemelos son ajustables en cinco posiciones, y son los encargados de controlar los golpes de la suspensión de largo recorrido. De igual forma, la parte inferior de la carrocería queda protegida con una placa de aluminio de 5 mm de espesor.
El contacto con el suelo es cortesía de unos neumáticos todo terreno BF-Goodrich envueltos en llantas de aluminio forjado de 16 pulgadas (los mismos que emplean otros profesionales del off-road como el Jeep Wrangler Rubicón y la Ford F-150 Raptor). Los discos de freno son de acero y todos cuentan con pinzas de cuatro pistones. En el interior, hay una jaula antivuelco y asientos con especificaciones de la FIA, con un cuadro de instrumentos digital personalizado y un sistema de navegación GPS para el copiloto, y un freno de mano hidráulico en lo que es una combinación perfecta de función y forma.
El Singer ACS está propulsado por un corazón bóxer de seis cilindros refrigerado por aire de 3,6 litros y dos turbocompresores. Genera unos 450 CV y 570 Nm, pero aparentemente se puede extraer más con algunos ajustes en función de las diferentes demandas. Toda esa potencia viaja a través de una transmisión secuencial de cinco relaciones y un sistema de tracción a las cuatro ruedas permanente. Para asegurarse de sobrevivir a las condiciones en las que se supone que va a vivir, tiene un depósito de combustible de gran tamaño y dos ruedas de repuesto.
¿Quieres un ACS propio? Singer y el cliente que inicialmente lo encargó permitirán que otros creen otras iteraciones del modelo. Lo que costarán estos coches depende de lo ambicioso que sea cada uno. Y como se trata de Singer, cada uno de los 911 donantes será sometido a una restauración individualizada antes de que se convierta en un ACS. En otras palabras, si te sobra el dinero en la cuenta, no hay de qué preocuparse. Las restauraciones más “normales” de Singer comienzan en las seis cifras, por lo que es probable que el ACS sea aún más caro.
¿Vale la pena? Por lo que parece, sí. Un servidor al menos estaría encantado de que los Reyes Magos se hayan “equivocado” en alguno de sus regalos y me trajesen uno de estos bichos creados con tan buen gusto. Habrá que conformarse con ver y rever la galería de fotos.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS