Los fabricantes chinos se están tomando en serio la producción de superdeportivos eléctricos. El Techrules Ren RS es un ejemplo más de este interés por ello. Intentan hacerse un hueco en un segmento muy reducido y donde cada vez cada vez hay más competidores, con un vehículo que es una auténtica obra de ingeniería.
Se dio a conocer en el Salón de Ginebra de 2018, y es su segundo vehículo a la venta, detrás de la versión de calle, el Ren (sin más apellidos). Ese modelo de calle salió de los lápices de Fabrizio y Giorgietto Giugiaro, de Italdesign, dejando en manos del especialista italiano L.M. Gianetti en transformarlo en una belleza y una auténtica bestia de competición.
Techrules, empresa con sede en Pekín, tenía la intención de empezar a fabricar este modelo y el de calle -el Ren-, y sacarlo a la venta en el plazo de dos años, allá en este año 2020, por lo que se puso a la búsqueda de un socio que aporte la tecnología necesaria para su fabricación y distribución a nivel mundial.
El Techrules Ren RS es una auténtica belleza de diseño y a nivel de ingeniería. Está pensado para utilizarse en circuito para track days y tiene argumentos para convencer
Su aspecto exterior deja a las claras sus intenciones. Su diseño más agresivo y anguloso llama la atención, así como el spliter largo y bajo y las tomas de aire de su frontal, pero los ojos se clavan en el inmenso alerón trasero, con su correspondiente difusor. La aerodinámica es muy depurada, con un capó de formas afiladas terminado en punta, y unos potentes grupos ópticos que incluyen faros led de iluminación diurna. La vista trasera no es menos llamativa, con unos pilotos led que van de extremo a extremo de la carrocería, y la luz central intermitente utilizada por los coches de competición.
Tanto la carrocería como el bastidor monocasco están construidos en fibra de carbono, yendo la primera totalmente desnuda, sin pintura en su mayor parte, aunque cuenta con algunas grafías. Su interior se ha convertido en un verdadero cockpit de competición.
En el habitáculo nos encontramos con un único asiento realizado también en fibra de carbono, con la particularidad de ser eyectable, y barras antivuelco, al más puro estilo de competición. También recuerdan a la carlinga de un avión de combate, por la forma de acceder al habitáculo, ya que carece de puertas convencionales. Está claramente enfocado a la competición (Track-only).
A nivel técnico el Techrules Ren RS nos ofrece dos posibilidades de propulsión: una con cuatro motores eléctricos -uno por rueda- y otra con seis motores -dos en cada rueda trasera y uno en cada delantera-. En el caso más modesto ofrece una potencia de 640 kW/870 CV y 1.560 Nm de par, mientras que la motorización más potente libera 960 kW/1.305 CV y 2.340 Nm de par. Hay camiones pesados con menos par motor que el Ren RS.
Este coche no es un eléctrico puro, sino un híbrido, pues cuenta con una tecnología conocida como Turbine Recharging Electric Vehicle (TREV), que consta de los mencionados motores eléctricos que cuentan con el apoyo de una o dos microturbinas alimentadas por gasóleo. Puede llevar una de 30 kW o bien dos de 80 kW. Estas turbinas funcionan como generadores para recargar las baterías de polímero de litio -de tan solo 28,4 kWh de capacidad-, por lo que la propulsión sí es puramente eléctrica.
Las microturbinas están alimentadas por un depósito de combustible de 80 litros de capacidad. De esta manera se consigue una autonomía total de hasta 1.170 km -en pista- según ciclo NEDC, con un ridículo consumo de 6,84 l/100 km de gasóleo. Esta demostración de fuerza y poderío se traducen en una velocidad máxima de 300-330 km/h y alcanzar los 100 km/h desde parado en 3 segundos.
A nivel dinámico lleva una suspensión creada por la empresa KW, unos frenos carbocerámicos AP Racing de elevadísimo rendimiento, con unas llantas de 21 pulgadas calzadas por unos neumáticos de competición slicks de medidas 265/40 R21en ambos ejes. El peso final del vehículo es de 1.854 kg.
Techrules ha desarrollado un avanzado sistema de conducción autónoma junto al proveedor de equipos ferroviarios CRRC. Su producción no se conoce con seguridad, pero se cree serán 96 unidades, al módico precio estimado de unos 2,5 millones de euros, impuestos aparte.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS