Con el puño en el corazón, he de decir que pocos coches me han sorprendido tanto (para bien) en los últimos años como el Toyota GR Yaris. Puede que no sea el más bonito, o que un motor de tres cilindros no suene como una opción idílica para un vehículo deportivo, pero es innegable que es atrevido. Atrevido porque es una máquina que ha sido desarrollada específicamente para un solo propósito: ser el mejor en su clase y despertar emociones.
Si bien el segmento C goza de cierta salud en cuanto a versiones deportivas se refiere, el de los subcompactos con espíritu RACER ha caído en picado y sin frenos. Abarth mantiene aún su gama 595, Ford tiene el Fiesta ST, MINI el John Cooper Works, Volkswagen el Polo GTI y… ya, se acabó la oferta. Tal vez en un futuro veamos un Peugeot 208 GTi, pero será eléctrico o híbrido, y parece que la única marca que se atreverá a meterse en este particular nicho será Hyundai con el futuro i20 N.
Pero el GR Yaris va un paso más allá. No es una mera versión potenciada y de líneas más llamativas derivado de sus versiones mundanas, es un coche creado exprofeso para homologar a su homólogo de carreras del mundial de rallies. Un chasis, una carrocería y un motor diseñados por y para este modelo en concreto, además de las demás versiones con el sello de Gazoo Racing que se venderán en su tierra natal. Es una máquina gestada no solo para ser rápida, sino para apasionar.
El Toyota GR Yaris es el equivalente actual a los antiguos Grupo A del Campeonato Mundial de Rally: tiene un corazón turboalimentado con más de 250 CV que van a las cuatro ruedas
Todos y cada uno de los Toyota GR Yaris se construirán en una línea de producción dedicada en la fábrica Motomachi, en Japón. Si bien gran parte del proceso de producción es manejado por robots, una gran cantidad de trabajadores experimentados también juegan un papel clave para garantizar que todos y cada uno de los 25.000 ejemplares que abandonen la línea de producción sean absolutamente perfectos. Y es que el proceso de producción difiere mucho del de su hermano de cinco puertas.
El GR Yaris emplea un amplio uso de materiales ligeros, una estructura más ancha para la carrocería, 11 metros más pegamento estructural y 200 puntos de soldadura adicionales que aumentan la rigidez del conjunto. El objetivo era hacer algo lo suficientemente fuerte y robusto como para competir directamente desde la fábrica, razón por la cual el GR Yaris está construido con tantos procesos manuales realizados por especialistas. El resultado replica la “calidad de un automóvil de carreras”, dice Toyota.
El Toyota GR Yaris tiene tres modos de conducción: Normal, Sport y Track. Estos dividen el par motor entre los ejes delantero y trasero en una proporción de 60:40, 30:70 o 50:50
Aparentemente, la línea será “capaz de manejar la producción multitipo, de pequeño volumen, sin comprometer la productividad”. La palabra clave aquí es “multitipo”, lo que sugiere que la fábrica de Motomachi se usará para más dar vida a más modelos GR aparte del Yaris. Los rumores dicen que es muy probable que el Corolla o el C-HR sean los próximos vehículos en recibir el tratamiento de la división deportiva de Toyota. Cualquiera de ellos podría ser divertido si se siguen las mismas premisas.
Recordemos que, bajo el capó del GR Yaris, se esconde un bloque turboalimentado de 1,6 litros con 261 CV de potencia y 361 Nm de par motor, el tricilíndrico de producción más potente del mundo. Con una masa en vacío de 1.280 kilos, es capaz de realizar el sprint de 0 a 100 km/h en “menos de 5,5 segundos” y alcanzar una velocidad máxima limitada electrónicamente de 230 km/h. En asociación a una transmisión manual de seis velocidades que acciona las cuatro ruedas.
Desconocemos cuándo llegará exactamente a nuestras tierras y a qué precio, pero podemos hacernos una idea viendo la tarifa que tiene el Alemania: 33.200 euros. Eso lo acerca a otras alternativas de mayor tamaño, como un Renault Mégane R.S. o un Hyundai i30 N, pero ninguno de ellos cuenta con el encanto de este pequeñín japonés. Se va a hacer difícil la espera para poder conducirlo.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS