Algunos coches son, literalmente, obras de arte. Por ejemplo, este Alfa Romeo Giulia TZ2 de 1965 pertenece a ese grupo. Estas joyas suelen guardarse en garajes blindados. Sus salidas se limitan a unos cuantos concursos de elegancia o unos cuantos rallies de alto copete, pero no todos los propietarios se privan del placer que todavía hoy pueden dar en la pista coches de este tipo.

Bien, eso es lo que nos trae el protagonista del clip, que se permitió una bonita experiencia dinámica entre los pianos del circuito de Spa-Francorchamps. Pero no hablamos de un joven desenfrenado, sino de un distinguido caballero de 73 años que no tiene problema en llevar al límite su caro “juguete”. Además, parece que es un habitual de los circuitos, pues con 58 años de vida ha acumulado ya más de 24.000 kilómetros a sus espaldas. No es algo común en un vehículo del que solo se han construido 10 unidades.

Este Alfa Romeo Giulia TZ2, cuyas siglas vienen de “Tubular Zagato”, acoge en un vano un motor de cuatro cilindros y 1.570 cm³ con doble árbol de levas. Genera 170 CV a 7.600 RPM (más de 100 CV/Litro) sobre las ruedas traseras. Aunque no parezca mucho, este deportivo tan solo pesaba 620 kilos gracias a su pequeño tamaño y carrocería de fibra de vidrio, razón por la que es tan ágil. Además, gracias a su aerodinámica, podía volar hasta los 245 km/h. Es un valor muy alto para un coche que parece “poca cosa”.

En un momento durante las imágenes sin procesar de la vuelta rápida, los subtítulos de YouTube indican el ruido del motor como “[Música]”. No hay más que añadir

El propietario de este Giulia muestra claramente un amor por su vehículo, y se nota que lo conoce como la palma de su mano. Cada sonido, cada vibración, cada sensación que siente a través del volante, los pedales y la palanca de cambios se tienen en cuenta mientras guía con precisión esta macchina por la pista belga. Simplemente, sube el volumen y disfruta.