Hay ocasiones en las que la Historia da la sensación de que se ha quedado incompleta. Como si tuviera la necesidad de dar una continuidad o un desenlace a algo que pasó hace tiempo. Y esto es justo lo que ha ocurrido entre dos modelos aparentemente desconectados entre sí, pero con más puntos en común de lo que podría parecer en un principio.
Del primer modelo, tanto por el inicio de su existencia como por el orden en el que lo tratamos aquí en espíritu RACER, os habló mi compañero Mauro hace poco menos de tres meses: el Mercedes-Benz 300 GD AMG. Y el modelo que os traigo hoy lo conocimos hace algo más de tres años. Su nombre es un juego de palabras entre el nombre artístico del músico impulsor del proyecto, will.i.am, y la división deportiva de Mercedes-Benz: WILL.I.AMG.
El WILL.I.AMG, un modelo nacido de la colaboración entre Mercedes-AMG y will.i.am con fines benéficos
En el mundo del motor no es extraño que haya colaboraciones con el ámbito musical. El cobranding, de hecho, es una estrategia de marketing donde dos marcas (o más) se unen temporalmente para crear conjuntamente un producto o un servicio. Así, los que ya peinéis alguna que otra cana, recordaréis el Renault Clio Mecano, mientras que los que seáis un poco más jóvenes os acordaréis probablemente del SEAT Ibiza Guapa (con La Oreja de Van Gogh) o de los SEAT Ibiza Good Stuff y SEAT León Pies Descalzos (ambos con Shakira). La marca Volkswagen también ha tenido varios modelos con nombre musical: los Polo Genesis, Golf Bon Jovi, Golf Pink Floyd y Golf Rolling Stones Collection.
Por eso no es extraña la colaboración entre Mercedes-AMG y will.i.am, conocido por sus trabajos en solitario y con el grupo The Black Eyed Peas. Este caso se parece más al del León Pies Descalzos en tanto que se trata de un “one-off”, aunque los cambios han ido bastante más allá que en el modelo de SEAT.
El marco de esta colaboración era un acto benéfico, y es que todas las actividades realizadas en torno a este modelo, también conocido como “The Flip”, serían a beneficio de la Fundación i.am/Angel, para ayudar a estudiantes de comunidades desfavorecidas y brindarles acceso a la educación en ciencias, artes, ingeniería, matemáticas y tecnología.
Conozcamos este particular “one-off”. Basado en el Mercedes-AMG GT 63 S de cuatro puertas, visto desde atrás no puede ocultar sus orígenes. Pero cuando vemos el lateral y, especialmente, el frontal, se observa la magnitud de la metamorfosis de este GT, y es que nos encontramos con un morro que no puede ocultar su parentesco con el icónico Mercedes-Benz Clase G, aunque lógicamente en una posición mucho más baja con respecto a la del Geländewagen. El lateral se convierte, por tanto, en una fusión de dos estilos antagónicos, donde las curvas de la trasera se ven forzadas a evolucionar a una zona delantera de diseño rectilíneo.
La configuración de cuatro puertas de apertura clásica se convierte, en el WILL.I.AMG, en una configuración de dos puertas gigantescas con apertura antagónica. El interior nos ofrece una profusión de logotipos “WILL.I AMG” en los bajos, las alfombrillas y otras zonas del mismo. Un interior que, desde dentro, no muestra grandes cambios con respecto al del Mercedes-AMG GT si exceptuamos, claro está, la estructura de las puertas, que en su lado interior parten de las delanteras del coche original, prolongándolas todo lo necesario de una forma armónica. El techo panorámico no deja de recordar, por su diseño, a los T-Tops de los Pontiac Firebird de tercera generación.
Los logotipos traseros indican “WILL.I.AMG GT W1X”, en el frontal tenemos alusiones al logotipo de AMG bajo los faros del Clase G, y, en los lugares en los que deberíamos encontrar la estrella de tres puntas, en su lugar tenemos un logotipo personalizado con la cara de un oso y que evoca claramente a la estrella de Mercedes-Benz. Este oso, denominado “Bear Witness”, es también el protagonista de una línea de ropa. Las llantas monoblock tienen un círculo amarillo rodeando al logotipo que hace juego con el color de las pinzas de freno. La construcción del “one-off” ha corrido a cargo de West Coast Customs, conocidos por el programa de televisión “Pimp my ride”. El vehículo se presentó al público en el Gran Premio de Fórmula 1 de Estados Unidos en 2022.
En el terreno de los gustos cada uno tiene su opinión, lo que está claro es que el WILL.I.AMG no va a dejar indiferente a nadie. Resulta llamativo cómo se ha integrado, con más o menos éxito, el frontal del Clase G en el Mercedes-AMG GT; pero el resultado es, como poco, excéntrico. De hecho, considero que no desentonaría en un catálogo de modelos transformados por Mansory. Además, está claro que este coche ha sido diseñado para ser exhibido, pues la transformación estructural por la pérdida del pilar B parece evidente.
Unas relaciones sorprendentes entre el Mercedes-Benz 300 GD AMG y el WILL.I.AMG
Desde ya os recomiendo la lectura del artículo de mi compañero Mauro acerca del Mercedes 300 GD AMG. Yo cogeré de su texto algunos datos que sirvan para mi argumentación acerca de las similitudes entre estos dos automóviles.
Dejando a un lado que los dos parten de modelos de la misma marca, Mercedes, el primer y más claro punto en común es que los dos hacen un cóctel particular entre dos modelos muy diferentes: un Clase G y un Clase S por un lado, un AMG GT y un Clase G por otro. Precisamente aquí nos encontramos el segundo nexo de unión, que no es otro que el Mercedes Clase G: mientras que el 300 GD AMG es un Clase G con frontal de Clase S (W116), el WILL.I.AMG es un AMG GT con frontal de Clase G, y como decía al principio, parece como si la Historia hubiera querido, a través del WILL.I.AMG, devolverle la importancia al icónico frontal del Clase G, del cual prescindió el 300 GD AMG.
También AMG está presente en estos dos modelos, aunque en tiempos del 300 GD era un preparador independiente y ahora está integrado dentro de Mercedes. Y no deja de ser curioso que en los dos casos hay una persona famosa implicada: el deportista checo Ivan Lendl en el todoterreno, y el músico will.i.am en el coupé cuasi homónimo. Y otro paralelismo más: ninguno de los dos impulsores de estos dos modelos decidió modificar el propulsor original.
Para terminar, una curiosidad: antes del WILL.I.AMG hubo otro coupé de la marca de la estrella que llevó faros redondos sencillos. Se trata del Mercedes-Benz 450 SLC AMG “Mampe”, un modelo de competición. Y sí, AMG también estaba metida en el ajo. Podéis ver el modelo original y un restomod denominado Mechatronik Project 107 en este artículo escrito por el director de espíritu RACER. ¡Larga vida a AMG!


Jesus Alonso
Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.COMENTARIOS