A mediados de la década de los sesenta del siglo pasado, Lamborghini presentó un modelo que ha sido siempre considerado como el primer superdeportivo de calle. Se trataba del Lamborghini Miura y tanto sus formas como su planteamiento técnico supusieron un antes y un después para el sector de la industria ocupado en producir los automóviles más prestacionales del mundo. Este lanzamiento puso a Ferrari en la tesitura de tener que responder a la audacia de los de Ferruccio Lamborghini y el Ferrari 365 GT4 BB fue la respuesta de la casa del Cavallino Rampante. Hace medio siglo ya del lanzamiento de este modelo, que no solo significó un antes y un después en muchos sentidos para Ferrari, sino que también guarda alguna historia curiosa en relación con su denominación.
Un digno rival para el Lamborghini Miura
En 1971, durante la celebración del Salón del Automóvil de Turín, Ferrari mostró un prototipo que significaba la primera vez que uno de sus coches de calle instalaba un motor de doce cilindros en posición central-trasera. Dos años más tarde, en el contexto del Salón del Automóvil de París, se pudo ver la versión de producción definitiva del modelo, que adquirió la denominación de Ferrari 365 GT4 BB.
Este modelo fue producido entre 1973 y 1976 y se estableció como el reemplazo del Ferrari Daytona de motor delantero, al tiempo que serviría de antecesor para otros automóviles posteriores, como los Ferrari 512 BB y Ferrari Testarossa. Apuntaba, a su vez, al mencionado Lamborghini Miura como gran rival, y fueron producidas 387 unidades en total.
Su diseño exterior fue responsabilidad de Pininfarina, que se basó en el Pininfarina P6, un prototipo que había sido visto precisamente en el Salón del Automóvil de Turín en su edición de 1968. Sus líneas se beneficiaron del túnel de viento que el carrocero italiano ya tenía en funcionamiento desde hacía algún tiempo, no solo desde el punto de vista estético, al dar lugar a una carrocería afilada y con forma de cuña, muy del gusto de la época, sino también desde una perspectiva técnica. De este modo, tanto su sistema de refrigeración como la inclusión de algunos apéndices aerodinámicos fueron consecuencia directa del trabajo en este túnel de viento.
Pininfarina fue el encargado de dibujar este Ferrari GT4 BB, cuyo diseño se benefició del túnel de viento que el carrocero italiano ya tenía desde hacía algún tiempo en funcionamiento
La calandra en la parte inferior del frontal era uno de los elementos protagonistas de este modelo. Las luces de posición se ocultaban detrás de su enrejado y esta estaba pintada en color negro satinado. De hecho, esta pintura se extendía por todo el vehículo en su zona inferior, dividiéndolo en dos mitades, y terminaría propiciando que este acabado fuese bautizado como pintura “Bóxer”, al incluirse como opción en otros modelos de la marca italiana.
Es innegable la elegancia de sus formas, potenciada por los faros escamoteables en la parte delantera. Entre ellos se situaba una rejilla que permitía la salida de aire del radiador, cuya presencia quedaba resaltada al no estar pintada en el mismo color que el resto de paneles de la carrocería y mostraba así que estaba hecha de aluminio. En vista lateral llaman la atención las ventanillas, las cuales poseen un perímetro que semeja una lágrima, especialmente debido a la curva presente en el borde inferior trasero de estas. El negro satinado de toda la parte baja del vehículo vuelve a aparecer en el spoiler situado justo al final del techo, el cual une los dos contrafuertes que delimitan lateralmente la luneta posterior y que prolongan su carrocería suavemente hasta el extremo trasero. También son de este color unas tapas presentes sobre el compartimento del motor, que estaban situadas sobre los filtros de aire para los carburadores.
Por lo que se refiere a su zaga, sus luces posteriores tomaban inspiración del Ferrari 365 GTC4 de la época, con sus tres pilotos circulares a cada lado incrustados sobre una rejilla. En la zona inferior, tres salidas de escape cromadas en cada extremo lateral reiteraban este triple motivo, que se convirtió en característico del modelo, puesto que fue abandonado en iteraciones posteriores como el Ferrari 512 BB.
Los tres pilotos traseros y la triple salida de escape a cada lado de la zaga se convirtieron en las señas de identidad de este modelo
Su carrocería estaba compuesta por paneles fabricados en diferentes materiales. Así, el habitáculo estaba construido en acero, mientras que los capós delantero y trasero eran de aluminio. Por su parte, las zonas inferiores del frontal y de la zaga eran de fibra de vidrio. Estos paneles estaban montados sobre un chasis cuya construcción seguía la tradición de Ferrari en la época, es decir, consistía en un esqueleto tubular de acero con brazos de refuerzo cruzados, que a su vez estaba unido a un subchasis al que se anclaban el motor y las suspensiones. Como novedad, los paneles de acero de la zona del habitáculo tenían cierta función estructural, es decir, casi conformaban un monocasco, por lo que se incrementaba la rigidez estructural de esta célula central.
En cuanto a sus suspensiones, estas eran independientes en las cuatro ruedas, de trapecios transversales triangulares y con barras estabilizadoras y brazos oscilantes de diferente longitud. Incorporaba llantas de aleación de serie con un diseño de estrella de cinco radios, las cuales contaban ya con anclaje monotuerca. Para los frenos, discos ventilados en las cuatro ruedas.
Un no tan nuevo propulsor para una configuración nunca vista en un Ferrari de calle
Si bien la situación del motor en el chasis del Ferrari 365 GT4 BB era novedosa para la marca, en cuanto a las arquitecturas de 12 cilindros, no se trataba de un concepto completamente desconocido por los de Maranello hasta entonces. Esta configuración de uve a 180º venía siendo empleada por los monoplazas del cavallino rampante en la Fórmula 1 desde 1964, cuando el Ferrari 1512 la estrenó en algunos Grandes Premios de esa temporada. La madurez de este propulsor llegó unos años más tarde, ya comenzada la década de los años 70 del siglo XX, cuando su cilindrada se dobló para llegar a los tres litros de capacidad y fue instalado, bajo denominación Tipo 001, en el Ferrari 312 B del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 y en el Ferrari 312 PB del Campeonato Mundial de Sport Prototipos.
El Ferrari 365 GT4 BB, con su V12 en posición central-trasera, significó un cambio importante para Ferrari, que hasta entonces siempre había empleado la disposición de motor en posición delantera para sus modelos de calle de más alto rendimiento
Con esta inspiración, Ferrari desarrolló el motor de doce cilindros en uve a 180º con el que el Ferrari 356 GT4 BB se presentó al público. Se trata de un motor en uve y no de un bóxer, puesto que sus bielas están unidas por pares a la misma muñequilla y, en su funcionamiento, los pistones de los cilindros opuestos se mantienen siempre a la misma distancia entre sí, a diferencia de lo que sucede en un propulsor bóxer, en el que estos trabajan acercándose y alejándose entre ellos. Su situación era central-trasera, como en el caso del Lamborghini Miura, pero, a diferencia de este, se ubicaba en disposición longitudinal.
Por lo que se refiere a su rendimiento, este propulsor, que contaba con 4.390 cc de cilindrada, declaraba 380 CV de potencia máxima a 7.200 revoluciones por minuto, con 409 Nm de par disponibles a 3.900 rpm. Algunas de las soluciones técnicas implementadas en este propulsor, y que merecen ser destacadas, consisten en la inclusión de cuatro árboles de levas, dos por bancada de cilindros, los cuales están actuados por unas correas dentadas, en vez de cadenas. Al parecer, con la nueva situación del V12 en este Ferrari, se pretendía reducir el ruido emitido por su propulsor, ya que se encontraba justo detrás del habitáculo. Eso sí, estos elementos habrían de ser sustituidos después de recorrer tan solo 60.000 kilómetros. Por otro lado, se construía totalmente en aleación de aluminio y se alimentaba mediante cuatro carburadores Weber invertidos de triple cuerpo. Estaba acoplado a una transmisión de cinco velocidades que enviaba la potencia al eje trasero y la cual, por cuestiones de empaquetamiento, se había colocado por debajo del propulsor.
Ofrecía un nivel de rendimiento prácticamente desconocido para la época, beneficiado por su contenido peso —de tan solo 1.120 kg— y su buena aerodinámica. De este modo, era capaz de alcanzar una velocidad punta de unos 302 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en el entorno de los 5,7 segundos. Aventajaba en unos 20 km/h en cuanto a velocidad punta y en alrededor de un segundo las cifras ofrecidas por el Lamborghini Miura, cuya fabricación había finalizado un año antes del inicio de la comercialización del Ferrari 365 GT4 BB. Eso sí, su comportamiento en carretera, según algunas publicaciones de la época, no era del todo civilizado. Se señalaba que, cuando se levantaba el pie del pedal del gas en plena curva, su zaga tendía a querer adelantar al eje delantero, al estilo de lo que sucedía con los Porsche 911 de primeras generaciones.
Aunque no se trataba de una derivación directa, el motor de 12 cilindros en uve a 180º se inspiraba en la arquitectura con la que Ferrari competía en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 y en el Campeonato Mundial de Sport Prototipos desde hacía ya algunos años
Unas iniciales malinterpretadas
A lo largo de estas décadas, el apellido BB ha sido atribuido al concepto Berlinetta Boxer, si bien este modelo no cumple con ninguna de las características necesarias para recibir este apelativo. Para empezar, porque en Ferrari el término Berlinetta está vinculado tradicionalmente a las arquitecturas de motor delantero. Para seguir, porque, como hemos comentado anteriormente, su propulsor no cumple con los rasgos técnicos propios de los motores bóxer, sino que sus cilindros están dispuestos en una uve plana, o a 180º.
Entonces, ¿por qué BB? Según ha trascendido a lo largo de los años, y fue confirmado recientemente desde el seno de la propia Ferrari, el origen de esta doble consonante repetida como apellido de este modelo dista mucho de estar referido a ninguna cuestión relacionada con sus soluciones técnicas. Fue el medio The Road Rat quien reveló, gracias a una entrevista concedida por Leonardo Fioravanti, el verdadero origen de esta denominación. Al parecer, cuando los trabajadores de la marca de la época vieron por primera vez una maqueta a tamaño real del modelo, no pudieron evitar relacionar su atractiva apariencia con la de una de las musas de la época: Brigitte Bardot.
Aunque este modelo dejó de producirse en 1976, el apelativo BB, sea cual sea su verdadera razón de ser, continuó vigente en el catálogo de los italianos con posterioridad. Su sustituto directo fue el Ferrari 512 BB, que incrementaba la cilindrada del V12 plano para mejorar su rendimiento y situarse como competidor del Lamborghini Countach, que llevaba siendo fabricado por los de Sant’Agata Bolognese desde 1974.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS