Eléctrico y gasolina, pero sin V8, así se presenta el nuevo Dodge Charger

Eléctrico y gasolina, pero sin V8, así se presenta el nuevo Dodge Charger

Recupera la carrocería coupé, lo que supone el adiós al Dodge Challenger, al menos de momento


Tiempo de lectura: 9 min.

Ya es una realidad, Internet arde con la puesta en escena del primer Muscle Car de la historia que, además, trae mucha más miga que una versión con motor eléctrico. Y sí, hemos dicho bien, “versión”, pues se trata de un modelo que se ofrecerá con motor eléctrico y un seis en línea alimentado por gasolina. Eso es, decimos ahora a un V8 yankee cargado de historia, y decimos adiós al Dodge Challenger. Lo que se ha presentado en esta ocasión ha sido el nuevo Dodge Charger, que contará con dos opciones de carrocería: sedán de cuatro puertas y un coupé con dos.

El Dodge Challenger ha tenido un lento final, aunque ha sido coronado con todo tipo de honores en forma de versiones realmente locas y espectaculares, no cabe duda de que será recordado por todos los fanáticos de la Muscle Car. Muchos pensarán que mejor despedir un modelo mítico, que verlo “insultado” con un motor eléctrico, pero también es cierto que la evolución es necesaria y nos tendremos que acostumbrar a este tipo de cosas. No obstante, el Charger estará solo, como hemos dicho antes, en esta nueva etapa.

Durante la presentación de la nueva generación del Dodge Charger, los periodistas estadounidenses no han podido evitar asaltar al CEO de la firma norteamericana, con preguntas sobre el futuro de la denominación Challenge. El señor Tim Kuniskis ha sido claro al respecto: ”no sé qué haremos con él, si es que alguna vez hacemos algo, pero no lo usaremos en este coche”.

dodge charger daytona (1)

Que solo quede el Charger tiene más lógica de la que parece

Revistas como Road & Track han metido el dedo en la llaga y han recordado las críticas que recibió Dodge en 2006 cuando decidieron emplear la denominación Charger en una carrocería de tres volúmenes, y comentaron que resulta un tanto extraña que ahora se use para dos opciones: el criticado – al principio– sedán y el añorado campo. Kuniskis ha recogido el guante y ha compartido su razonamiento con los allí presentes:

“Cuando analizamos cómo íbamos a ejecutar esto, una de las cosas que queríamos hacer era protegernos contra la incertidumbre, que siempre es muy importante en esta industria. Así que queríamos asegurarnos de que tuviera una plataforma muy flexible que pudiera funcionar con motores de combustión, con tecnología de 400 voltios, con 800 voltios, que pudiera funcionar con dos puertos, y que pudiera funcionar con cuatro puertos, y queríamos ser flexibles cuando lo necesitemos dependiendo de lo que Ocurra con la fuente de suministros, la huella de fabricación y todo eso. Queríamos tener el máximo de puntos en común para poder hacerlo. Eso significaba que los coches iban a tener un carácter muy similar, lo que significaba que, desde el principio, necesitábamos un nombre”.

Además, Kuniskis también comentó otros motivos para optar solo por el Charger. Al parecer, el Charger fue el principal impulsor de que Dodge tuviera la cartera de clientes más joven del mercado estadounidense. Si a eso le sumamos que los conductores más jóvenes aceptan mejor la inclusión del vehículo eléctrico, la elección era más que obvia. Por otro lado, la gama del nuevo Charger ofrecerá opciones de combustión y eléctricos con diferentes puestos a punto y distintos niveles de potencia, tanto en la carrocería de cuatro puertos como en la de dos puertas.

Todo esto hace que sea muy lógica la opción de, al menos de momento, retirar el Dodge Challenger del catálogo. Por un lado, se busca mantener la clientela joven, que son los que apuestan por los coches eléctricos, y por otro, básicamente, es que se ha quedado sin hueco en el mercado.

Diseño… ¿retrofuturista?

Es evidente que la nueva generación del Charger supone una fuerte apuesta por parte de Dodge y que esperan grandes resultados, incluso con la actual “relajación” en cuanto al auge de los coches eléctricos que ha provocado, entre otras cosas, que muchos fabricantes revisen sus planes futuros y paralicen su total conversión a la tecnología eléctrica. Un panorama que no debería afectar a coches como este, que tiene un cargado tinte lúdico y pasional, o eso al menos pretenden desde la firma yankee.

Los Muscle Car son, y serán siempre, la esencia más pura del automovilismo norteamericano, coches de estética agresiva, gran tamaño, y motores con potencia y sobre todo, mucho par. Son características que el Dodge Charger tiene que poseer sí o sí, aunque, al menos desde nuestro punto de vista, flojea en una de ellas: la imagen. Obviamente, aquí hay mucho de gustos personales, pero aun así, no podemos pasar por alto que el diseño de esta generación del modelo americano está falta de agresividad, eso, o hay algo que no acaba de despertar las mismas sensaciones que despertaba el Challenger y el Charger con solo mirarlos.

dodge charger daytona (6)

Se podría decir que tiene un diseño que busca mantener la personalidad y la línea característica de los Charger, pero aderezada con líneas más modernas y actuales, más “de coche eléctrico”, con superficies suaves y lisas, pero con una aparente falta de musculatura. Se inspira en el prototipo que mostraron en 2022, pero pierde su fuerza y su clara pose de “chico malo”. También es cierto que el color elegido para las fotos de prensa, un gris plata que hace años que no se lleva, no hace justicia al coche. Hay una foto en color rojo –la tienes aquí mismo–, en la cual, tiene una presencia mucho más acertada e interesante.

El diseño del habitáculo mejora, claramente, al modelo saliente, pero cae en las mismas tendencias que todos los fabricantes, es decir, se eliminan la mayoría de los mandos físicos y se confía casi todo a la pantalla central. Las formas son, por así decirlo, agradables, pero no tiene una presentación que destaque por nada en especial. Quizá merezca un vistazo el selector de la transmisión, con una posición un tanto peculiar. Al menos, según la marca, puede dar cobijo a cinco personas.

Electricidad y combustión, pero sin motores V8

La auténtica novedad en el Dodge Charger, además del regreso de la carrocería coupé y todo lo que pueda suponer la puesta en escena de una nueva generación, se centra en la presencia de motores eléctricos. Concretamente dos motores síncronos de imanes permanentes e inversores de carburo de silicio. La plataforma se basa en tecnología de 400 voltios y dos versiones: Charger R/T con 340 kW y Charger Scat Pack con 440 kW. La marca promete kit de potenciación y versiones más modestas según avance la comercialización, pero hay que destacar que todas las versiones contarán con tracción a las cuatro ruedas.

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El más potente promete alcanzar los 100 km/h en 3,3 segundos, y el cuarto de milla en 11,5 segundos, lo que significa que es el Muscle Car más potente y rápido del mercado, aunque seguro que muchos fanáticos dirán que no es un Muscle Car porque no tiene un VE, y para colmo, es eléctrico. Un debate que también tenemos en Europa con la idea de los deportivos eléctricos; ¿un eléctrico puede ser, realmente, un deportivo? En Dodge, al menos, parecen tener Ias ideas claras, sobre todo con el Charger Daytona, que viene a ser como se denomina el coupé. Y lo mejor para poder comprender lo que busca Dodge es echar un vistazo a los detalles, como las medidas de las ruedas, que se van hasta unos espectaculares 305 milímetros delante y 325 milímetros detrás. Es decir, no hay miedo a la resistencia a la rodadura, ni tampoco interés en reducir las pérdidas por rozaduras.

Obviamente, las autonomías se ven afectados para mal, pues anuncian alrededor de 420 kilómetros con una batería de 100,5 kWh. El Charger R/T promete 510 kilómetros con la misma batería. Hay carga rápida, cualquier eléctrico que se precie, necesita, hoy día, cargar rápido, sí o sí, y en este caso se habla de 27 minutos para cargo del 20 al 80% en cargadores que alcancen Ios 350 kW de potencia. Junto a estos datos, que vienen a ser incluso comunes en el segmento de los eléctricos, debemos sumar otro detalle que parece ser un elemento que también empieza a ser común: un sonido sintetizado –un sistema llamado “Fratzonic Chambered Exhaust–, que se asemeja mucho al bramar de un V8 y que según la marca, busca ofrecer “una mayor retroalimentación al conductor“.

De todas formas, si quieres el sonido de un motor de combustión, puedes apostar por el motor de seis cilindros bi turbo que, como en el caso de las versiones eléctricas, contarán con dos niveles de potencia: 410 y 550 CV.Y sí, también tendrán tracción integral. Estas versiones se conocerán como Charger Sixpack SO y Charger Sixpack HO.

¿Os gusta? ¿Os parece una aberración? ¿Un Muscle Car eléctrico? ¿Me tomas el pelo? Sea lo sea, en el fondo nos dará igual a todos los europeos, pues no hay planes para traer al nuevo Dogde Charger al Viejo Continente.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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