El SM TRIBUTE de DS Automobiles es un concept-car muy bello, pero esperábamos algo más

El SM TRIBUTE de DS Automobiles es un concept-car muy bello, pero esperábamos algo más

El prototipo pretende rendir homenaje al mítico Citroën SM


Tiempo de lectura: 10 min.

Finalmente se han cumplido los rumores y DS ha sacado su particular visión del Citroën SM. La historia de este concept-car se puede decir que viene de 2020, año en el que DS Automobiles decide mostrar en redes algunas visiones de sus diseñadores sobre cómo sería un nuevo SM. Además, Thierry Métroz ha estado mostrando recientemente algunas imágenes nuevas sobre esta idea. Y es en este punto donde surge el SM TRIBUTE.

El SM TRIBUTE es un concept-car de gran belleza, pero a la vez es la reinterpretación de un modelo muy especial. Y es aquí donde tenemos que hacer una distinción a la hora de analizarlo: bien como prototipo en sí, bien como revival del Citroën SM.

Vaya por delante que la creación de la línea DS en el seno de Citroën me entusiasmó en su momento: era una vuelta a los orígenes de Citroën con sus gamas contrapuestas allá por mediados de los años cincuenta: en ese momento teníamos el 2CV como paradigma de simplicidad, y el DS como summum del savoir-faire de la marca francesa. Un modelo revolucionario que acaparó todas las miradas en el Salón de París en 1955. En los años 2000, Citroën contaba con una gama “C”, más asequible, y con la línea DS, formada por los DS3, DS4 y DS5, en los que se experimentaba en un segmento de calidad y detalle superiores.

La elección del nombre DS no era la ideal para mi gusto, por las diferencias con el original; pero también es cierto que era rescatar las raíces de la marca, lo cual no estaba mal. Pero el primer fallo, en mi opinión, fue escindir DS de Citroën. En tiempos de PSA, es cierto que no era mala idea tener una marca premium para complementar a Citroën y Peugeot. Pero en la era de Stellantis, DS no tiene ningún sentido con Alfa Romeo en su seno (dejemos de lado a Lancia de momento). Lo peor de todo es esa tarea, por parte de DS, de reescribir la historia a su antojo y asumir el SM como un DS, porque no es así.

DS SM Tribute (3)

Me gustaría empezar hablando de la técnica, pero DS no ha comunicado ningún dato al respecto. Y es que el SM TRIBUTE, en realidad, es una maqueta: no tiene motor, ni siquiera interior. Las imágenes del habitáculo que han acompañado al dossier de prensa son meras ilustraciones generadas por ordenador. Y es aquí donde considero la primera oportunidad perdida en este prototipo: si estamos haciendo un homenaje a un modelo con motor Maserati, y Maserati pertenece a Stellantis, ¿por qué no mencionarla? ¿Por qué no aprovechar el grupo propulsor del GranTurismo para hacer un modelo único? Y de la misma manera, una de las características principales del SM original era su suspensión hidroneumática, heredada del DS. ¿Por qué no equipar a este prototipo con una nueva evolución de esta suspensión? Otra oportunidad perdida. Huelga decir que a Citroën tampoco se la menciona, pero después de las declaraciones de Thierry Koskas acerca de que no va a haber modelos por encima del segmento C en la marca de los chevrones, la verdad es que no le aporta nada al modelo. Pero lo que no debe olvidar DS es que el SM era un Citroën.

Partimos de la base de que el SM TRIBUTE ha sido concebido, según explica el dossier de prensa, como si el SM original hubiera seguido evolucionando durante las últimas cinco décadas. Este punto les ha venido bien para justificar muchas licencias estilísticas, lo mismo que la intención de establecer un nexo con la futura gama de DS Automobiles. Pero esto, bajo mi punto de vista, no beneficia al prototipo. Vamos a verlo con más detenimiento.

Empezando por el exterior, la línea lateral resulta particularmente bella, comenzando porque es un verdadero coupé. Afortunadamente no han seguido la línea del nuevo Ford Capri o del Mitsubishi Eclipse Cross, que son SUVs que utilizan nombres de coupés históricos. Y es que los SUVs han fagocitado prácticamente la totalidad de las carrocerías de antaño.

El lateral, de líneas limpias en su práctica totalidad, presenta una línea en cuña muy afilada. Tanto que, personalmente, el voladizo delantero me evoca al prototipo Citroën GS Camargue de 1972, realizado por Bertone. La zona de los grupos ópticos recuerda al SM original por su disposición, pero en el Citroën estaba redondeada. Quizá en DS han pretendido resaltar la posición del fino parachoques del SM de los años setenta. El diseño de las puertas laterales, no obstante, presenta una clara diferencia con el clásico, y es que en éste la puerta mordía la aleta delantera, mientras que en el nuevo baja a la altura de los cristales. Tampoco hay referencias a la luna de custodia del Citroën, pero sí al retrovisor exterior, que en este caso es una cámara, como empieza a ser habitual.

DS SM Tribute (1)

El color dorado es también un acierto, pues era una tonalidad típica del modelo original. Sin embargo, en el SM TRIBUTE se combina con una tonalidad en negro. Esto tiene sus pros y sus contras: en los bajos, le aporta dinamismo, pero en la línea de cintura presenta un problema: se pierde la diferenciación con la luna trasera, que reinterpreta la original de una forma un poco pobre en mi opinión, y hace que recuerde un poco al Renault Fuego. ¿Casualidad o detalle buscado? Porque tanto el Citroën SM como el coupé de la marca del rombo fueron obra del desaparecido Robert Opron… Por lo demás, la vista lateral de la luneta trasera en forma de burbuja me parece que está recreada con maestría.

Hay un detalle disruptivo en la aleta trasera que no sé si me encanta o me horroriza, y es el hueco por donde se ve la parte superior de la rueda trasera. Yo no se lo hubiera puesto, para darle mayor limpieza al lateral; DS lo utiliza para establecer un nexo con los pilotos traseros; y a mí lo que me fascina de la idea es que es un detalle muy Citroën (de la Citroën de antes, me refiero): es absurdo e innecesario, a la vez que le dota de una personalidad muy marcada. Desde luego, es un detalle que dará que hablar. En el voladizo trasero, el color negro suple a la parte cromada del SM original.

En la comparación de las proporciones entre el antiguo y el nuevo, la imagen global consigue recordar al Citroën. Pero la percepción es de que no se respetan las proporciones, y esto le quita puntos. DS indica que el SM TRIBUTE mide 4,94 m de longitud (3 cm más), 1,98 m de anchura (14 cm más) y 1,34 m de altura (2 cm más), mientras que la distancia al suelo es de 12 cm (3,5 cm menos, aunque no se indica en qué posición de la suspensión). Para mi gusto, el mayor problema es el tamaño de las ruedas: 22 pulgadas. Aquí es donde los diseñadores se toman una licencia basándose en la hipotética evolución del diseño del SM en las últimas décadas. Solución que hace parecer muy moderno al prototipo, pero que lo aleja enormemente del original. Me recuerda, sin embargo, al Citroën C6… El diseño de las llantas intenta evocar a las del SM de 1970; creo que lo consigue parcialmente, y en cualquier caso son bastante bonitas.

Como detalle curioso, en el vídeo de presentación aparece abriendo sus puertas laterales. Sí, no me he equivocado: en el metraje realizado por ordenador, el SM TRIBUTE tiene puertas traseras que se abren de forma opuesta, al estilo del Opel Meriva B. Sin embargo, ninguna línea al respecto en la maqueta, y considero que está mejor así. El logotipo “SM”, inspirado en el original, aparece discretamente en el pilar C.

La vista frontal, mucho más ancha, resulta imponente. Tiene el aspecto de un auténtico GT. Está presidida por la zona de los grupos ópticos, que evocan al original separándolos en tres partes a cada lado. En donde el Citroën llevaba la placa de matrícula, el prototipo luce el logotipo “DS” iluminado, flanqueado por una serie de franjas verticales, también dotadas de iluminación, que recuerdan a las proporciones de la matrícula. Un bonito detalle a mi parecer. Y me detengo un momento para hacer dos spoilers: el logotipo de DS ha evolucionado ligeramente, y la iluminación del frontal es un adelanto del próximo DS8 (D85). Previsiblemente, éste será el primer DS de serie con el nuevo logo. La iluminación frontal cuenta también con tres tiras LED a cada lado, que confluyen en un punto. El capot, también bicolor y de formas musculosas, se aleja bastante del del Citroën y prescinde de la pequeña zona donde se situaba discretamente el doble chevrón. El logotipo “SM” está presente en la parte baja del frontal.

Por último, la trasera puede resultar bastante controvertida, y sin embargo aquí creo que los diseñadores han acertado de lleno. El negro es el tono dominante, interrumpido sólo por el dorado en la zona que delimita la luneta trasera en forma de burbuja. Para mi gusto, la trasera del SM de 1970 resulta difícil de reinterpretar en un modelo de hoy, pero en DS han decidido jugar con las luces LED, también con tres tiras que confluyen. Las dos primeras, formando un ángulo casi rectángulo, pretenden sugerir el contorno de los pilotos del Citroën, y creo que dejan que el cerebro interprete el resto, lo cual me resulta una solución muy inteligente. La tercera línea es la que llega al lateral y divide la carrocería en dos, dejando a la vista parte de la rueda. En la vista de tres cuartos trasero me recuerda poderosamente al original, me parece muy bien trabajada, aunque en determinados ángulos me sobra el portamatrículas. Nuevo es también el logotipo trasero “DS AUTOMOBILES”, con diferente grafía, y que igualmente debería aparecer en el DS8.

En cuanto al interior, sólo podemos hacernos una idea del diseño en base a las imágenes generadas por ordenador, por lo tanto no hay nada que juzgar a nivel de ergonomía ni de conducción. Las líneas maestras de la parte superior del salpicadero siguen el patrón del SM original, al igual que los asientos, muy inspirados en los del Citroën, con su diseño con líneas horizontales. En la parte trasera, el logotipo “SM” aparece entre los dos asientos posteriores. El interior es muy luminoso, en color marfil, y revestido de cuero y Alcantara. El diseño de los paneles de las puertas presenta motivos inspirados en las artes decorativas. La consola central es muy llamativa, transparente en su totalidad. Para terminar, el volante es rectangular, un poco extraño y previsiblemente poco práctico para un uso cotidiano. El SM TRIBUTE rehúye así del volante monobrazo del Citroën SM, que fue una seña de la marca durante muchos años; sin embargo, recuerda mucho al del prototipo Citroën Activa de 1988. Posiblemente sea pura casualidad. O no.

En resumen, el SM TRIBUTE es, verdaderamente, un prototipo muy bello. Un GT de enorme presencia gracias a sus casi cinco metros de longitud y dos metros de anchura, pero que no consigue completamente su cometido de rendir un tributo al SM de Citroën. Un concept-car único que, a buen seguro, no pasará de prototipo, pero que se ha convertido en un buen intento de traer de vuelta al mítico Citroën-Maserati y que será recordado como una apuesta valiente por parte de DS.

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Jesus Alonso

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