El nuevo Mercedes CLA es realidad y, para ser sinceros, no hay nada que realmente nos pille de sorpresa, ni siquiera la autonomía de la versión eléctrica, que es uno de los argumentos que más destaca la firma alemana. Mantiene algunos rasgos del prototipo que hizo de adelanto, también conserva soluciones de diseño de todos los CLA hasta la fecha, pero recurre a otras cosas que, siempre según gustos, afean el resultado final.

Tenemos que echar la mirada atrás, bastante atrás, para ver la fecha de presentación de la primera entrega del Mercedes CLA. corría el año 2013 y resultó ser todo un éxito de crítica y, también todo un éxito de ventas, pues fue una de las versiones más vendida del Mercedes Clase A, familia a la que pertenecía el modelo.

La segunda generación, aparecida seis años después, adoptaba rasgos de diseño de su hermano mayor, el Mercedes CLS, pero mantenía una imagen muy similar y un talante casi calcado a la primera iteración del CLA, lo que también le valió muchas ventas, de hecho, fue un coche mucho más popular que el Mercedes Clase A sedán –de sueño bastante más clásico– y su peso en la gama ha sido tal, que se trata de una única versión del compacto que se mantendrá el catálogo.

Así, la nueva generación del Mercedes CLA llega, como se esperaba, con un notable órdago eléctrico y una apuesta total por la tecnología y la digitalización, que aleja un poco más el idea que se tenía de un coche, para acercarlo a un producto de pura electrónica, que se controla mediante un volante y unos pedales, pero casi se los podrían haber evitado.

Nuevo Mercedes CLA

Primera generación del Mercedes CLA

Segunda generación del Mercedes CLA

Pantallas, pantallas, pantallas…

Llevamos un tiempo escuchando casi de todo con respecto a la implementación de las pantallas en el habitáculo de los automóviles modernos. Unos están encantados, incluso presumen de que su pantalla es más grande y tiene “mil y una cosas”, mientas que otros, comulgan todo lo contrario y destacan lo antiergonómico que resulta el uso de una pantalla. Visualmente llama mucho la atención de los usuarios, que se quedan anonadados con la presentación que tienen ante sí, pero en el fondo, son una solución muy poco coherente para un vehículo.

Sin embargo, en Mercedes parecen ser amantes de las pantallas y mantiene su apuesta por una digitalización salvaje del nuevo CLA. Es una de las cosas que más destaca del habitáculo del nuevo sedán alemán, la presencia de un salpicadero que, en el fondo, no es tal, casi podríamos considerarlo una pantalla en su totalidad, siempre que se opte por el sistema Superscreem, que viene a ser una pantalla que ocupa todo lo ancho de la plancha central del salpicadero –en realidad son tres pantallas–. Si no se quiere llegar a tanto, frente al copiloto se instala una plancha con luces en forma de estrella.

Toda la esencia de Mercedes es cada día más difusa, nada más allá del emblema en el volante te da a entender que estás ante un modelo de la mítica firma alemana y su habitáculo solo te resultará atractivo si están en línea con las tendencias actuales. Es decir, solo te gustará el interior del nuevo Mercedes CLA si te gusta tener la máxima tecnología, aunque repercuta negativamente en otras cuestiones que, quizá, para ti no sean tan importantes.

De serie en toda la gama, el techo panorámico fijo permitirá que entre toda la luz disponible sin impedimentos, mientras intentas no odiar al ingeniero que se encargó de poner en el volante los mandos capacitivos. En Mercedes han decidido seguir con su empleo, aunque afirman que todo se ha revisado para un mejor funcionamiento. Y aquí podemos hacer un inciso, pues hay algo claro: si una marca como Mercedes continua con su apuesta por las grandes pantallas y los mandos no físicos, es porque los usuarios así lo demandan. Ni más, ni menos.

El nuevo Mercedes CLA es eléctrico, con dos versiones

La nueva generación del Mercedes CLA, al menos estéticamente, tendrá bastantes seguidores. No es el caso de quien esto escribe, todo hay que decirlo, pero no veo motivos para considerar este nuevo sedán como un coche feo. Si que voy a decir, claramente, que resulta de agradecer que no sea un SUV y que no haya existido tentativas de convertir este modelo en algo cercano a un crossover. Tanto SUV por todas partes es muy aburrido y limita de forma importante la oferta existente. Sí, vale, las ventas en Europa son para los SUV en más de la mitad de los casos, pero para todos los SUV en general; por categorías no son tan potentes en ventas.

El caso es que la nueva imagen del CLA no me convence, no me gusta que los faros delanteros estén unidos y que se desplace la calandra hacia abajo, al igual que tampoco me gusta que se haya recurrido a incluir la el logo de la marca como parte de la firma lumínica, tanto delante como detrás. De todas formas, es evidente que yo no cumplo con el perfil de usuario que busca este tipo de coches, aunque, como ocurre con el habitáculo, noto una falta de personalidad demasiado marcada para un fabricante como Mercedes. Tener que recurrir a este tipo de cosas no es buena señal para una marca como esta.

Opinión personal, obviamente, que puede ser compartida o no, aunque no cambiará nada. No obstante, el nuevo CLA es mucho más que un habitáculo lleno de pantallas y una carrocería sin personalidad, el nuevo CLA es tecnología y, por supuesto, electrificación. Hay que acostumbrarse a que las marcas nos muestren primero las versiones eléctricas, para luego, poner en circulación el resto de opciones, no debemos olvidar que desde Europa siguen empeñados en pegarse un tiro en el pie y destruir la industria automovilística del Viejo Continente.

Así, pues, la versión más avanzada y puntera del modelo es, como cabría esperar, la eléctrica. La marca prometió, cuando se presentó el prototipo que nos adelantaba este nuevo CLA, que se emplearía todo lo aprendido con el Mercedes EQXX y el resultado es notable: 790 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP, gracias a una eficiencia del 93%, a un coeficiente aerodinámico de 0,21 y a una transmisión de dos relaciones. Llama la atención que todavía no se haya recurrido en más ocasiones a una caja de cambios con varios desarrollos y todavía se empeñen en montar una caja de un solo desarrollo.

Versión híbrida del nuevo Mercedes CLA

Dicha transmisión tendrá un desarrollo de 11:1, para aceleraciones, salidas desde parado, remolque… Más un segundo desarrollo de 5:1 para altas velocidades.

La batería será de 85 kWh, soporta recargas a 320 kW, lo que permite disponer de 320 kilómetros en solo 10 minutos de recarga. La cuestión es encontrar cargadores de 320 kW y que, además, el precio del kilovatio hora no sea disparatado –en España será complicado–.

Obviamente, estos datos no son para todas las versiones, son las cifras del Mercedes CLA 250+ with EQ Technology –así se llama oficialmente, “con tecnología EQ”–. Esta variante tiene un motor eléctrico trasero capaz de generar 200 kW –272 CV– y 335 Nm de par, que puede acelerar de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos, alcanzar los 209 km/h y anunciar una autonomía que, según informa la marca, varía entre los 694 y los 792 kilómetros WLTP –habrá que esperar los datos para Estados Unidos, cuyo ciclo de homologación es más estricto–.

En el lanzamiento habrá otra versión eléctrica, el Mercedes CLA 350 4MATIC with EQ Technology, el cual recibe un segundo motor en el eje delantero para alcanzar los 260 kW –354 CV– y los 515 Nm de par. Claro está, resulta más rápido en el 0 a 100 km/h, que lo completa en 4,8 segundos, pero no así en velocidad máxima, que se mantiene invariable. La autonomía baja sensiblemente y se mueve entre los 672 y los 771 kilómetros.

Más adelante legarán los híbridos

La marca alemana apuesta por las versiones eléctricas, como muchos otros, pero no dejará de lado las versiones más populares, que en este caso serán híbridas. no se han dado muchos datos sobre estas variantes, aunque sí se sabe que habrá opciones con tracción delantera y con tracción total, así como un motor gasolina de 1,5 litros, tecnología de 48 voltios y una batería de 1,3 kWh. El motor eléctrico estará integrado en la carcasa de la transmisión, que será, por su parte, de doble embrague y con ocho relaciones.