El Citroën C4 se somete a un lavado de cara, pero no hay muchas cambios por detrás

El Citroën C4 se somete a un lavado de cara, pero no hay muchas cambios por detrás

La nueva imagen del pseudo compacto francés está un poco falta de personalidad


Tiempo de lectura: 6 min.

El Citroën C4 ha recibido un cambio de look para afrontar el final de su vida comercial, pero no se acompaña de cambios técnicos o, al menos, no demasiados. Se trata de un restyling y como tal, es lógico que se retoque su imagen, se añadan cosas al equipamiento y se modifique mínimamente la gama de motores, pero nada que sea demasiado importante.

No obstante, la imagen que tiene el nuevo C4 me gusta, es “muy Citroën”, aunque el diseño del frontal y de la trasera, las zonas que realmente cambian, sea poco natural. Cada vez confieso que me gusta Citroën, no falta quien pone caras raras, como si hubiera dicho algo fuera de lo normal. ¿Qué tiene de malo que me guste Citroën? Es una marca que, por lo general, suele ir un poco a su aire, con diseños que a veces resultan muy personales y otros que, por el contrario, no queda más remedio que tildarlos de convencionales.

Convencionales como, por ejemplo, la segunda entrega del propio C4, que supuso un enorme contraste con la primera, que sí era un coche que se podía considerar auténticamente Citroën. Con la tercera generación del C4, la actual, volvieron a los orígenes del modelo, es decir, a darle una presencia diferente y en consonancia con el estilo de la marca. En teoría, se convirtió en un pseudo SUV o un crossover o como quieran definirlo, pero en realidad, es bastante complicado catalogarlo totalmente.

Es algo parecido a lo que pasó, por poner un ejemplo, con el Citroën BX. ¿Qué era el BX? ¿Un compacto? ¿Un segmento D? Tenía una carrocería tipo fastback –o lo más parecido a un fastback, porque incluso aquí me cuesta encajarlo en algún lado– con cinco puertas y no se parecía a ningún otro modelo similar, que venían a ser el Peugeot 309, el Volkswagen Golf o el Ford Escort; todos ellos compactos. Un Citroën puramente Citroën, que además, tienen una gran legión de seguidores, no como los modelos actuales.

Citroën C4 2025 (3)

El nuevo Citroën C4 tiene una personalidad un tanto “floja”

¿Por qué los modelos actuales de la firma francesa no levantan tanta expectación? Es cierto que no son tan originales como antes, ni tienen soluciones propias como la suspensión hidroneumática –llevan mucho tiempo sin usarla en sus modelos populares, todo sea dicho, no como antes–, pero por lo demás, la actual gama cuadra muy bien con lo que se espera de un coche con los chevrones en el frontal, ¿no? Es peculiar, diferente. Quizá sea que no tienen una personalidad tan marcada como los modelos anteriores y que todo, como ya he comentado, resulta un poco más forzado.

El nuevo Citroën C4 representa bien eso de “forzar” las cosas. El nuevo frontal, con esos extraños faros, busca esa nota polémica que muchos modelos de la firma francesa han tenido, pero lo hace de forma un poco tosca, al menos para mi gusto. El módulo de las luces diurnas, ese rectángulo que sale hacia abajo, parece puesto a posteriori, como se hubieran olvidado de ello y tuvieran que meterlo con calzador. Y con la zaga me pasa algo parecido, es poco natural, aunque se encuentra en consonancia con las tendencias actuales de diseños de grupo ópticos rebuscados.

Sin embargo, y ya lo he dicho antes, el nuevo Citroën C4 me gusta. No sé por qué, pero me gusta. Y podéis poner las caras raras que queráis, ya se sabe que para gustos están los colores, y a veces ni eso, porque hasta por colores he visto debates… Y me gusta en colores oscuros o muy vivos, como el rojo; el “azul grisáceo” que aparece en algunas fotos no queda igual de bien. De hecho, me gusta el Citroën C4 X –sí, peor todavía–, pero este no recibe la nueva trasera, solo el frontal y los cambios interiores.

Y ya que se menciona el interior, no tenemos cambios en cuanto a diseño, al menos no son cambios que podamos apreciar a simple vista sin tener el C4 saliente al lado para comparar. Todo parece estar intacto salvo el emblema del volante, algunos adornos en aireadores y algún detalle más. Es nueva la instrumentación, una pantalla de siete pulgadas –antes era de cinco– y se parece un poco a la instrumentación de Opel, así que es bastante pobre en cuanto a información e imagen.

Citroën C4 2025 (7)

Lo que no se ve, pero debería notarse, es la nueva espuma de los asientos “Advanced Confort”, que ahora es 15 milímetros más gruesa, así como la presencia de ChatGPT en el sistema de control por voz, que ahora se activa mediante el típico “Hola Citroën”.

Por supuesto, las versiones eléctricas son las más caras

El catálogo de motores se mantiene intacto a excepción de los propulsores turbodiésel, que dicen adiós y se suma a los modelos que han cerrado su etapa diésel, y desde mi punto de vista es una lástima, porque son una tecnología más que interesante, sobre todo sí, como Mercedes, le añades hibridación.

Pero el caso es que apenas nos quedan motores turbodiésel en el mercado, ahora que funcionan mejor que nunca es cuando les tenemos que decir adiós y aceptar que nos metan con calzador los motores eléctricos que, en el mejor de los casos, te lo podrás llevar a casa por unos 35.000 euros. El nuevo Citroën ë-C4, el eléctrico con 154 CV –115 kW– o bien con 136 CV –100 kW–, tiene un precio, según web, que arranca en 30.240 euros –acabado You, el más sencillo, con motor de 136 CV y autonomía de 354 kilómetros. El más caro, el ë-C4 con acabado Max, motor de 156 CV y autonomía de 416 kilómetros, parte de los 34.280 euros.

El resto de opciones motoras son las ya conocidas del C4 saliente: 1.2 PureTech de 130 CV, más dos semi híbridas de 100 y 136 CV. Según web oficial de la marca, las versiones híbridas tienen unas tarifas que empiezan en 22.750 euros.

Galería de fotos

Citroën C4

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

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