Estos días se cumplen treinta años del lanzamiento del Citröen AX, aquel pequeño gran coche que gustó a tanta gente, y a gente tan diferente, y que hizo mucho por Citröen, especialmente en nuestro país.
El AX tenía que sustituir al Visa y al LNA, coches que no tuvieron demasiado éxito. El Visa era un coche excelente para su época, pero tenía una estética muy poco atractiva, y el LNA (que apenas se vio en nuestro país) lo tenía difícil para triunfar, básicamente porque no era más que un Peugeot 104 reestilizado…
El nacimiento del Citröen AX
Nuestro pequeño AX empezó a gestarse poco después de la crisis del petróleo de 1979, una crisis que disparó el precio del petróleo con subidas de hasta un 270%, y ello condicionó su concepto y diseño. Citröen fue muy inteligente, y años antes empezó a investigar, presentando dos concept cars, el Citröen Eco 2000 de 1983, y el Eco 2000 del 1984, prototipos que ahondaban en los conceptos de aerodinámica, compacidad, y ligereza, elementos clave del futuro AX.
Citröen tenía claro que el AX tenía que ser muy eficiente, y la moderna y eficiente familia de motores TU le iría como anillo al dedo. Además, la marca francesa diseñó un coche de aerodinámica record para la época (Cx 0,31) y muy, pero que muy, muy ligero, y es que el AX pesaba entre entre 640 y 695 kg. ¡Es casi 500 kg más ligero que el actual Citröen C3! La fórmula ligereza + motores eficientes le permitió ser el coche con el consumo más parco durante muchos años, además de tremendamente ágil incluso con sus motores más pequeños.
Citröen siempre ha sabido hacer coches cómodos y con buen comportamiento, y el AX no era la excepción
La ligereza y los inusuales largos recorridos de suspensión le hacían cómodo y muy ágil, todo un matagigantes. A pesar de su tamaño -casi veinte centímetros más corto que su predecesor, el Visa- el AX era razonablemente espacioso y tenía un maletero de 273 litros, ¡todo un logro! Pocos coches encontrarás de su tamaño con una habitabilidad tan correcta. El diseño y estilo del AX reflejaban a la perfección la filosofía del coche: sencillo, limpio, aerodinámico, simpático… he investigado un poco pero no he encontrado mucha información sobre su diseñador, aunque algunos señalan a Bertone, que por aquella época colaboraba asiduamente con Citröen.
Un éxito merecido
Su sencillez, diseño, ligereza, practicidad, bajos consumos y modernas mecánicas lo convirtieron en un éxito, pero es que además, fue un modelo muy longevo, fabricándose desde 1986 hasta 1998 un total de 2.425.138 unidades del AX, de las que 812.951 fueron “Made in Spain”. En España tuvo mucho éxito, y gracias a él, la marca del chevrón pasó de una cuota de mercado en España del 5,2% en 1986 a un 7,6% en 1988, donde además, fue “Coche del Año” en 1988.
No sabemos que parte de su éxito le debe el AX a su simpática campaña publicitaria, en la que se veía rodando por la Muralla China, y en la que un pequeño niño oriental se hizo famoso haciendo la señal de la victoria ¡Genial!
Los AX más espirituosos
Un año después de su lanzamiento, apareció la versión Sport de 95 CV que hacían volar al ligero bólido de solo 720 kg, luego vinieron el GTI de 100 CV, el GT… todos ellos divertidísimos, y tremendamente eficaces en recorridos revirados, además, fue un coche muy utilizado en competición entre los pilotos privados.
Los Sport y GTI eran de aquellos coches que identificaban inmediatamente a su conductor como un tipo con espíritu RACER, uno de esos a los que les gustan los rallyes y a las carreteras reviradas, más preocupado por divertirse con su coche, que de fardar con él…
¡Hubo un AX eléctrico, y otro 4×4!
Pues sí, también existió un AX con motor eléctrico que se vendió en serie limitada para flotistas y administraciones fundamentalmente en Francia. Contaba con una potencia de 27 CV, una velocidad máxima de 110 km/h, y una autonomía de hasta 100 km. Fue en 1993, y por entonces el coche eléctrico distaba muchísimo de ser una solución masiva. También tuvo un primo tecnológico, el Peugeot 106 Electrique.
Se vendió una versión ligeramente elevada y con tracción total del AX, y aunque tenía poco de “todoterreno”, su ligereza y capacidad de tracción lo hacían un coche interesante para clientes de regiones alpinas. Otras rarezas que se quedaron en el tintero, fueron un prototipo de Lotus que pretendía competir con el Renault 5 Turbo, una especie de mini-monovolumen de Heuliez, y un speedster que Citröen bautizó como Xanthia (sí, con hache intercalada).
Vuelta extra: algunos anuncios para nostálgicos
Esta obra, cuyo autor soy yo mismo, se publicó el 7 de diciembre de 2016 bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
José Antonio Aranda García
Loco por los coches desde mi más tierna infancia y proyectista de profesión. Me entretengo soñando en ser diseñador mientras hago bocetos. Me gusta el diseño y las cosas bellas y/o bien diseñadas, los roadsters, la fotografía, y cómo no, conducir mi MX-5 y viajar en él.COMENTARIOS