
A simple vista, ciertamente, impone y genera tanta atracción como respeto y dudas. Dudas sobre como será llevar semejante mole en una carretera de curvas, ¿habrán trabajado bien el aislamiento? Con esas formas el aire tiene que provocar enormes cantidades de ruido. Respeto porque debe pesar como un elefante recién cenado y ya se sabe, el peso no es bueno. Y atracción porque… Bueno, porque sí, porque el Santa Fe es un espectáculo por tamaño, por formas y por presencia. El color blanco no es el más acertado, no le queda bien, pero lo he visto en negro y te deja con la boca abierta.
Resulta llamativo e interesante ver como cada coche de Hyundai cuenta una historia diferente. Los rasgos de cada coche son diferentes entre sí, con personalidad propia, como si fueran de marcas distintas. No hay muchos fabricantes que hagan cosas así, todos buscan imprimir rasgos semejantes en todos sus coches, identidad de marca que lo llaman, aunque en ocasiones se pasan y acaban fabricando coches clónicos. En Hyundai pasan olímpicamente de esas cosas, ellos van por libre y, todo sea dicho, es genial.
Y eso es solo el exterior.

Dentro, el cambio de rumbo continúa. Y mejora.
Al entrar, lo que te encuentras es una cabina que, si llevara un logo premium en el volante, nadie lo discutiría. Materiales cuidados, diseño minimalista pero con personalidad, y un doble techo panorámico que inunda todo de luz. La sensación es clara: esto tiene poco que ver con la “vieja” Hyundai, aquí hay ambición y hay descaro. Quieren codearse con los grandes. Y lo consigue sin necesidad de pedir permiso, pero no debería sorprender a nadie, sobre todo si echamos un vistazo a lo que ofrecen en Estados Unidos tanto la propia Hyundai como Kia –esta última, no lo olvidemos, propiedad de Hyundai–. Es cierto que falta un poco para generar la misma sensación que en determinadas marcas, pero es muy poco.
Hay espacio para todo y todos: hasta siete plazas con buen acceso, maletero inmenso, y detalles prácticos por todas partes. Desde la doble consola central hasta los botones para mover los asientos traseros. Parece diseñado por alguien que realmente ha tenido familia. Me gusta menos que haya tanta pantallita. Acepto que se monten para el equipo multimedia y para la instrumentación, ¿pero qué necesidad hay de poner otra para la climatización? Cansa, aburre; es un maldito incordio tener que mirar constantemente para cualquier tontería que se quiera hacer.
No me termina de convencer el mando de la transmisión, situado como satélite detrás del volante. Está en el mismo sitio que Renault usa para poner los mandos de la radio, pero no se puede manejar con dos dedos y hay que soltar el volante para accionarlo. Prefiero los botones del Hyundai Tucson o la palanquita al lado de los limpiaparabrisas que parece haberse puesto de moda en muchas marcas.

En marcha: cómodo, suave y… sorprendentemente refinado.
No es un coche para ir rápido. Pero tampoco lo pretende. Lo que el Santa Fe hace es otra cosa: flotar. A ritmo normal, te aísla del mundo con una suspensión que filtra todo sin dramatismos y un rodar que recuerda más a un coche grande de lujo que a un SUV generalista. Puedes ir rapidísimo por autopista con una sensación de aislamiento brutal, la carrocería se mueve con fluidez, sin brusquedades ni sequedades, todo es suavidad. Sí, para recorrer España de punta a punta es lo mejor, pero hay que estar atento, porque elimina toda sensación de velocidad y cuando te das cuentas, llevas al helicóptero de la DGT encima filmando una buena película.
La versión híbrida enchufable permite moverse en eléctrico por ciudad sin emisiones ni ruido, y cuando entra en juego el motor de combustión, lo hace sin estridencias. No vas a ganar carreras. Pero llegarás descansado. Y eso, en un coche familiar, vale más que 0 a 100 espectaculares. Y ojo, que son 215 CV y 367 Nm de par, es decir, poderío tiene, aunque claro, con algo más de 2.000 kilos de peso que pesa el Santa Fe, no se pueden esperar grandes cifras. Por ejemplo, la velocidad máxima es de 180 km/h, el 0 a 100 km/h roza los 10 segundos y el consumo medio homologado es de siete litros –en realidad no baja de 8,5 litros–.
No obstante, ahora es un buen momento para decirlo: los híbridos de Hyundai son lentos. Lo he visto en otros modelos, en el Kona, en el I20, en el Tucson; todos los Hyundai híbridos son más lentos que algunos modelos de la competencia y gastan un poquito más. Renault, por ejemplo, tiene un grupo híbrido más eficiente y rápido, igual que Toyota. Ford no está al mismo nivel de Toyota y Renault, aunque es más veloz que Hyundai.

Lo más raro del coche es lo mejor que tiene
Porque podría haber sido otro SUV más. Uno grande, bien equipado, sensato y fácil de olvidar.
Pero Hyundai ha decidido apostar por un diseño que divide. Por un interior que sorprende. Y por un planteamiento que dice: “sí, soy familiar, pero no aburrido”. Es como ese padre de familia que se apunta a clases de cerámica, empieza a vestir con camisas de lino y de repente… tiene estilo. Contra todo pronóstico.
El Santa Fe de 2025 no busca gustar a todos. Busca gustar mucho a unos cuantos. Y eso lo convierte en algo bastante especial en un segmento lleno de coches intercambiables. No es barato. Ni pequeño. Pero es honesto, diferente y, lo más importante, refrescante. Porque en un mundo donde todos los SUV parecen diseñados con la misma plantilla, este se planta con formas rectas y dice: “No vengo a encajar. Vengo a destacar.” Y lo logra. La gente te mira por la calle, hay incluso quien se acerca a preguntar y tú te sientes bien a los mandos, es inevitable. Otra cosa será cuando tengas que meterlo en el garaje comunitario de tu edificio, ahí ya no mola tanto, pero todo se acepta cuando las cosas funcionan bien. Y el Hyundai Tucson híbrido, funciona bien, mejor de lo que cabría esperar.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | ||
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MODELO | Hyundai Santa Fe Calligraphy 1.6 T-GDi HEV | |
MOTOR | Motor de combustión | Delantero transversal. Cuatro cilindros con 1.598 centímetros cúbicos, dos árboles de levas, 16 válvulas, turbo e intercooler |
RENDIMIENTO | Potencia máxima | 160 CV a 5.500 revoluciones |
Par máximo | 265 Nm entre 1.500 y 3.500 revoluciones | |
Motor eléctrico | Delantero transversal. 48 kW –65 CV– y 264 Nm de par. | |
TRANSMISIÓN | Automática por convertidor de par y seis relaciones. Tracción total. | |
Batería | Iones de litio en posición central trasera con 1,49 kWh de capacidad | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto | 4.830 x 1.900 x 1.770 mm |
Batalla | 2.815 mm | |
Peso en orden de marcha | 2.040 kg | |
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 9,8 segundos |
Velocidad punta | 180 km/h | |
Relación peso potencia | 9,48 kg por CV | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (NEDC) | 7,4 l/100 km |
Consumo medio durante la prueba | 8,6 l /100 km | |
PRECIO UNIDAD PROBADA | 67.570 euros |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS